Disc Jam

Tras su paso por PlayStation 4 y PC hace algo más de un año, Disc Jam, el sucesor espiritual de Windjammers, ha llegado a Switch con una versión actualizada que incluye todo el contenido que High Horse Entertainment ha ido añadiendo durante este año en el resto de versiones.

Cuando el juego llego a las tiendas hace un año, se dijo que Disc Jam contaba con una base jugable excelente que recogía lo mejor del clásico Windjammers, pero que aún quedaba lejos de la excelencia de este título debido a una alarmante falta de contenido y opciones. Durante este año se han realizado diferentes ajustes que han ido dando robustez a la obra de las dos personas que están detrás de High Horse Entertainment. La pregunta es: ¿merece la pena probar suerte en Switch? Descubrámoslo.

La premisa de Disc Jam es muy sencilla. El juego nos traslada a una pista de juego en la que, en partidos de 1vs1 o 2vs2, tendremos que lanzar un disco en trayectorias imposibles para evitar que los jugadores del equipo contrario puedan atraparlo y de esa forma puntuemos. Cada partido se juega a tres sets de 50 puntos cada uno y gana el primer equipo en ganar dos de ellos, por lo que un partido puede durar cinco o seis minutos a lo sumo. Lo divertido de esta propuesta radica en varios detalles que aportan estrategia y requieren de mucha habilidad y sangre fría durante los partidos.

Para empezar, cada la puntuación depende del número de pases que hagamos durante un punto. Por ejemplo, si anotamos directamente con nuestro saque sumaremos 10 puntos al marcador, pero si el equipo contrario atrapa el disco, se sumará un punto más al contador y seguirá aumentando con cada disco atrapado hasta que un equipo falle. De esta forma, un equipo puede anotar 10, 11, 12… hasta 50 puntos en función de cuanto tiempo se pase el disco en juego. Esto da lugar a tener que tener muy en cuenta nuestra puntuación y la del equipo rival, ya que un punto que se alargue mucho puede dar la vuelta a la partida y dar la victoria al equipo que iba por detrás. De hecho, en algunas ocasiones merecerá la pena arriesgarse e intentar alargar algo más el punto para que aumente el contador y ganar el set en un último movimiento.

Aunque en un primer momento pueda parecer que la variedad de movimientos es demasiado limitada, lo cierto es que Disc Jam es uno de esos juegos en los que, según se juega, se va profundizando más y más en las mecánicas mientras se descubren decenas de pequeños detalles que hacen único cada movimiento durante el partido. Así, durante los primeros partidos lo pasaremos bien lanzando el disco como mejor podamos, pero tras un par de horas, estaremos haciendo globos y dejadas, lanzando el disco contra las paredes de la pista para que rebote, lanzando con todo tipo de efectos y con más o menos fuerza para desconcertar al rival constantemente. La agilidad y el frenetismo de los partidos es tal que no será raro ver cómo esos momentos de rabia, alegría o frustración que se repiten en otros juegos deportivos como FIFA o NBA 2K también surgen aquí cuando encontremos un rival de nuestro nivel.

Al entrar a valorar el contenido del juego es donde encontramos los primeros problemas. Para empezar, el juego no cuenta con ningún modo para un jugador salvo el típico partido rápido para la IA. En principio el juego adapta la dificultad de los jugadores a nuestro estilo de juego, pero en la práctica, una vez que empecemos a dominar el juego, enfrentarse a ellos no supone ningún desafío. En este sentido se echa en falta algún tipo de modo Torneo o competición que sirva para ampliar la experiencia individual.

El juego cuenta con varios tutoriales que serán fundamentales para conocer los movimientos básicos del juego y, una vez completados, nuestra principal motivación será participar en partidos en local con otros dos o cuatro amigos o jugar a través de Internet para competir contra desconocidos de todo el mundo mientras escalamos en los rankings mundiales. Aunque el juego tarda algo más de lo recomendable en encontrar partida, durante todas las horas que hemos jugado siempre hemos terminado encontrando rivales contra los que jugar. De hecho, el juego nos permite jugar con usuarios de PC y PlayStation 4, por lo que la base de jugadores disponibles se multiplica exponencialmente.

A nivel técnico nos encontramos ante un juego que podría dar mucho más de sí. Los diseños de los personajes están muy poco inspirados y son, en general, demasiado genéricos. El editor de personajes se limita a permitirnos cambiar el color de la ropa de los jugadores y, además, los distintos colores disponibles suelen ser muy poco llamativos, lo que termina provocando que juguemos con el personaje que nos ofrece el juego por defecto.

El diseño de la pista de juego tampoco quedará grabado en nuestras retinas. Su diseño genérico y falto de detalles lo convierte en un elemento que pasaremos por alto y que no aporta nada a la jugabilidad. Teniendo en cuenta que nos encontramos ante un juego donde los rebotes del disco en las paredes forman parte fundamental de la jugabilidad, no habría estado nada mal que la desarrolladora incluyera diversas pistas que provocarán distintos efectos sobre los rebotes del disco y la velocidad del mismo. Esperemos que en el futuro podamos ver una actualización que añada algo más de variedad en este sentido.
Es raro tener que comentar esto en pleno 2018, pero el diseño del menú principal del juego es de todo menos intuitivo y atractivo. Pese a que el juego está cuidado en muchos aspectos, el menú principal parece diseñado con prisas y sin un orden lógico, lo que lo convierte en una amalgama de opciones mezcladas entre sí que dificulta acceder al modo que nos interese. Como decíamos anteriormente, seguro que un par de meses de desarrollo extra no le habrían hecho ningún mal al resultado final del juego.

Conclusión

Disc Jam cuenta con una jugabilidad divertida y adictiva. Su modo multijugador local es capaz de rivalizar con los piques de Rocket League y Mario Kart, pero su falta de contenido y lo genérico de su diseño le terminan pasando factura y lo alejan de la obra redonda que habría podido ser. Si High Horse Entertainment continua dando apoyo al título puede que, dentro de unos meses, nos encontremos ante un título que destaque mucho más de lo que lo hace a día de hoy.