Grendel Omnibus 3: El Reinado de OriónBienvenidos de nuevo a este repaso por la obra magna de Matt Wagner. En esta ocasión os adentramos en el distante futuro distópico que Wagner diseñó a finales de los ochenta, una humanidad en decadencia, sometida a una iglesia con un siniestro Papa, todo sometido al poder de los medios de comunicación y las grandes corporaciones. Al ser esta recopilación una lectura ordenada cronológicamente, estos hechos pese a ser muchos siglos posteriores a las andanzas de Hunter Rose y sus primeros Grendel legados, son sin embargo de los primeros trabajos de Wagner junto a unos debutantes Tim Sale (“Batman: El Largo Halloween”), John K. Snyder III (“Escuadrón Suicida”), Jay Geldhof ("Nexus") y Hannibal King (“The Phantom”).

Este tomo de Planeta se divide en tres partes claramente diferenciadas que nos llevan del futuro cercano del anterior tomo al lejano futuro del siglo XXVI. La primera parte es una miniserie “Los años de Incubación”, de cuatro partes guionizadas por Wagner y dibujadas por King (Partes 1 a 3) y Sale (Parte 4). Son historias independientes de gente anónima en la que vemos cómo evoluciona la humanidad y el concepto de Grendel a través de los siglos. La primera de las historias “El diablo es paranoico” nos devuelve al bueno del ex-detective cíborg pasado a escritor superventas, Albert, un King a caballo entre Corben y Sale y un Wagner imaginativo en la narración, con cuadros de texto en segunda persona dirigiéndose al personaje y con diálogos sintéticos en las que sólo se escribe el concepto de lo que se quiere decir por ejemplo “cumplido”, “reproche”, “grito”. Todo un relato sobre la consunción por fama, la tragedia y donde la sombra del diablo al fin se hace con él.

 Grendel Omnibus 3: El Reinado de OriónEl siguiente relato es “El Diablo es cómplice”, el relato de Charlie un orondo empresario que va a llevar al mundo a una guerra nuclear por tratar de conseguir los mejores acuerdos y beneficios, obsesionado por la leyenda de Grendel será tarde cuando sepa que ha ayudado al Diablo a destruir el mundo conocido. Aquí Wagner hace que sólo Charlie hable, también se dirige en segunda persona a él y los personajes o utilizan texto sintético o directamente iconográfico para decir cosas, vemos a un personaje que para decirle a Charlie que es un cerdo, en su bocadillo de diálogo aparece dibujado dicho animal. En “El Diablo es hormonal” descubrimos el nuevo mundo tras el Apocalipsis nuclear, de la mano de Hiedra, el mundo se ha vuelto tribal y con unos toques muy a lo Mad Max, la presencia de Grendel viene de mano de los “Horquillax” que llevan la antigua arma del Diablo, un número con un más que homenaje a la “Cúpula del Trueno”.

Acaba esta parte el relato “El Diablo es eclesiástico” con un Tim Sale ya asentado en su estilo superdeformado y caricaturesco. Wagner con este relato nos va a mostrar el gran control de las corporaciones de lo que queda de mundo, que la Iglesia ahora reverencia la figura de Elvis, que el monte Rushmore ahora tiene nuevas cabezas y la brutal pugna por hacerse con el papado de la Iglesia de Elvis que va a librar el cardenal Emmet, tullido con intereses en fármacos experimentales como la droga “Grendel” contra el cardenal Harvey. Llama sobretodo los geniales anuncios publicitarios diseñados por Sale con la figura de Grendel para ciclos de cine, comida, etc.

Grendel Omnibus 3: El Reinado de Orión

Hay que dar gracias al gran trabajo de restauración que se hicieron de los originales de estos cómics pues en un principio estaban tan deteriorados que se creía que nunca podrían volver a publicarse, en palabras de la propia editorial.

Esos pequeños relatos sirven para hacernos llegar hasta el siglo XXVI tras la caída del Primer Gran Imperio Americano, donde el Papado de Elvis tiene su sede en Colorado, Grendel es la droga más famosa y la policía ha sido sustituida por un grupo mercenario conocido como el COP. Éste es el mundo que se nos presenta durante el arco de diez números “Dios y el Diablo” que cuenta con guión de Wagner y dibujo de John K. Snyder III y Jay Gedholf.

Grendel Omnibus 3: El Reinado de Orión

Es el oscuro y asfixiante mundo de Orion Assante, el segundo mejor personaje creado por Wagner después de Hunter Rose. Orion es un empresario dispuesto a acabar con los abusos del papado de Inocencio XLII, un siniestro hombre de hierro que esconde un sangriento secreto que desatará una plaga mundial a lo largo de la eras y que tiene detalles de su personalidad como que sus sirvientes se llaman “Heces” y “Orínes”. Aquí la Iglesia es una empresa más que asfixia y no quiere más que recaudar para completar una enorme torre que llegará más allá de las nubes. Donde la gente puede comprar globos plegaría para hacer volar sus pecados.

Grendel Omnibus 3: El Reinado de OriónÉsta es una saga muy compleja con un diseño visual totalmente ciberpunk, asfixiante, sucio y alocado. Es una saga de conspiraciones, negociaciones y traiciones, de infinitos diálogos y complejos personajes. Wagner es capaz de crear un personaje tan complejo como el de Orion, aristócrata que necesita tener una relación incestuosa y sexual con sus dos hermanas para poder liberar la tensión de su cometido. Que va a ver todo su mundo hecho pedazos por su ambición, no es ni héroe ni antihéroe y eso es lo genial de esta historia sin blancos, solo sucios grises y oscuros negros.

Tenemos a un Wagner que cambia de tercera a segunda o tercera persona narrativa, que tan de pronto narra las conspiraciones de la elite empresarial mediante diálogos de distintos colores sobre fondo negro, como que dedica viñetas y viñetas a lo largo de los episodios a narrar la fuga de una rata y su huida de un par de plaguicidas, un dato que parece trivial y que luego será crucial en el enorme y psicodélico puzzle de Wagner.

Inocencio cuenta en su haber con un gran aliado en su lucha contra la ascensión de Orión, Pellon Cross, duro jefe de COP, un veterano con una chapa en la cabeza, capaz de hacer arder en una persecución un barrio entero de Vaticano Ouest, como de adentrarse en el desierto para conseguir robar los últimos restos de energía nuclear, y que compartirá la maldición de Inocencio y llegará a ser conocido como el Primero entre la nueva plaga que asolará el mundo.

Pero esta saga tiene un nombre propio y ése es el de Eppy Tatcher, Eppy es un antiguo ingeniero que ahora malvive en una cadena de producción, que vive en un apartamento que no es más grande que un armario, que es adicto a consumir Grendel y está absolutamente loco. Ah y además es el portador del legado de Grendel en este tiempo, con un aspecto más demoniaco que el de ninguno de sus predecesores, este Grendel es un cúmulo de vendas y mortajas con una capa harapienta, la máscara blanca y negra de siniestro bufón y por supuesto la horquilla de cómbate.

Grendel Omnibus 3: El Reinado de Orión

Eppy sólo tiene un objetivo ver caer la falsa iglesia de Inocencia y demostrar a todos la siniestra verdad de una institución que asola con impuestos para entre otras excentricidades comprar toneladas de plátanos (de nuevo sé que parece un dato banal, pero atentos a cuando Wagner revele el porqué de los plátanos, otro magistral giro de este imposible y excesivo relato). Eppy está tan entregado a la causa que no va a dudar en mutilarse sus propios pies con tal de injertarse unos discos voladores que le permitan enfrentarse mejor a Pellon, al COP y a todos los que intenten detenerlo.

Éste es un relato de violencia visceral, de composiciones imposibles y brutales, Eppy es aún más cruento en sus batallas que Rose, no es elegante ni refinado, sólo es un perro rabioso que quiere desangrar de corrupción a la Iglesia. Wagner juega mucho con la iconográfica religiosa rallando la blasfemia y la provocación durante toda esta obra que alcanza un clímax eclipsante.

Grendel Omnibus 3: El Reinado de Orión

La última parte de la obra es en mi opinión la más compleja de leer y de nuevo la que aumenta aún más la genialidad y el trabajo de Wagner. “El reinado del Diablo”. Aquí tenemos a un muy primerizo Tim Sale, en un trabajo que es casi novela ilustrada, “collage”, algo enorme que cuenta mucho en muy poco espacio. Básicamente esta saga cuenta la subida al poder de Orion Assante para llegar a unir los diversos reinos de la Tierra en un nuevo conglomerado político, las ayudas que tiene en dicho proceso, los enemigos, las batallas y las perdidas que deberá afrontar para lograrlo.

Grendel Omnibus 3: El Reinado de Orión El decidido empresario de mediana edad que conocimos en la saga anterior, pasará a tener un aspecto muy cercano al de Hunter Rose, incluso heredará su característico mechón blanco. Orion llegará a convertir una broma de pasillo, su mote, el Grendel-Khan en su verdadero y orgulloso título, tendrá un ejercito mercenario llamado la Espada de Orion que pasará a contar con una élite de paladines llamados los Grendel. Amará, será traicionado hará arder la tierra de sus enemigos y hasta concebirá por si mismo siendo inseminado a su propio descendiente, el heredero de Orion I.

Una narración en la que Wagner nos habla del poder de la manipulación de los medios, de la diplomacia, de la negociación antes de cada conflicto y de las sucias artimañas que pueden llegar a emplearse. Mucho texto con viñetas muy pequeñas y repetidas pero que dan la sensación de apso de tiempo, frente a los meses que nos narra la saga anterior, aquí vemos décadas llegando Orion a cumplir 90 años, al igual que su amada Sherri llegará a los sesenta, etc. Hay que fijarse en detalles como en el cambio que va adquiriendo el logo de “la espada de Orión”.

Además cada capítulo de esta saga va acompañado de una historia ya de narración tradicional, llamadas “Relatos desde la Clandestinidad” que nos muestra cómo es la vida en las Vegas tras la caída de Vaticano Ouest, vemos más sobre la plaga que trajo al mundo el papa Inocencio y lo que el destino le preparó a Pellon, como sin quererlo, pero sí ha base de beberlo termina convertido en un Papa profeta de los desamparados y enfermos, de aquellos a los que se le niega la luz del Sol.

Grendel Omnibus 3: El Reinado de OriónNo os voy a mentir éste es un cómic muy duro de leer, vais a necesitar días, es denso, confuso lleno de detalles, brilla tanto por lo plástico y artístico como por lo estructural y argumental, es el culmen de casi una vida de trabajo. No es un relato noir, no es una madre desbordada cazando vampiros, ni un pobre inconsciente con un arco y una máscara hecha a mano.

Estamos hablando de la constitución de todo un mundo, toda una jerga política y social, estamos hablando de que el mundo entero al final pertenece a Grendel en un ejercicio de desbordamiento literario y fantasioso por parte de Wagner. De nuevo aquí tendrá el gusto por una complejidad narrativa y es que no va a haber bocadillos de diálogo si no textos como en teatro pero que en vez de nombres de personajes tendrá pronombres como él, ella o eso (atentos a eso, porque es una reaparición increíble de la saga anterior de este tomo y el cierre del circulo que dará paso a Orion para alzarse como Grendel-Khan).

Ésta es una historia aún más coral que la anterior donde no hay casi personajes secundarios si no que cada personaje es una engranaje en la constitución del nuevo mundo de Grendel, rodeado de mil y un pequeños detalles que van desde uniformidad, sistema de impuestos, de nuevo una densa lectura, pero de la que al final sólo queda admirar el increíble trabajo arquitectónico de Wagner.

Sólo queda un tomo que tiene muy difícil superar a éste en complejidad, acabado y personajes, el reino de Orion I, el Grendel-Khan ha acabado, su hijo, Júpiter Niklos Assante será el nuevo portador del legado de Grendel, pero ha tan sólo unas páginas del final Wagner nos hace publico al narrador de toda la vida de Orion, se trata de su hijastra Crystal Kennedy Martel, de la que esperemos saber más en el próximo tomo.

El Sol ha erradicado el mal que compungía a los hombres y a hecho arder a los avariciosos, es la era de Grendel y aquí os la hemos contado ¡Viva Grendel!

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