Nobody Wants to Die – Análisis

¿Hasta qué punto tememos a la muerte? ¿Estás dispuesto a vender tu propio cuerpo por uno más joven a cualquier precio para alargar tu existencia? Estas son solo algunas de las preguntas que nos propone el estudio polaco Critical Hit Games con Nobody Wants to Die, su nueva aventura gráfica que tiene lugar en una Manhattan futurista y que nos sorprende por tener una ambientación muy inmersiva y una historia noir bastante interesante.

Edadismo y cuestión de clases

Esta aventura narrativa nos traslada a la Nueva York del año 2329, donde lo retro se mezcla con la más avanzada tecnología, creando una fusión de lo más curiosa. Tenemos coches voladores, edificios altísimos y luces de neón unido a una estética propia de los años 50. Por extraño que pueda sonar, os prometemos que esta unión casa muy bien y ofrece una visión algo más fresca de lo visto en numerosos juegos de estilo noir que tiende a repetir siempre los mismos elementos.

Pese a que la parte estética acepta lo antiguo, no es igual en la parte más humana, pues nos sumerge en una distopía de lo más terrorífica, donde el edadismo es la moneda de cambio. En este universo se puede separar perfectamente la conciencia del cuerpo y el traslado de una mente a un cuerpo más joven y sano es una dinámica solo al alcance de los poderosos. Una dinámica al alcance de unos pocos que usan sin contemplaciones cuando mueren, provocando una sociedad avejentada y con un sistema de clases muy marcado que provoca una desigualdad latente y cuestionable.Es en este mundo donde vive James Karra, el detective protagonista de nuestra historia, que tras un accidente decide retomar el trabajo lo antes posible. Sin embargo, el nuevo caso en el que se ve envuelto se vuelve más complejo de lo que esperaba, encerrando una trama política de poder que deberemos resolver. No ahondaremos más, ya que la trama es el apartado más importante del juego y os invitamos a vosotros a desvelar el misterio que si bien es interesante también es breve, pues no os llevará más de cuatro horas llegar al final de esta historia.

Ojo avizor ante las reconstrucciones

En cuanto a su apartado jugable, aunque el estudio intenta agregar cierta variedad de mecánicas, es muy lineal. Nos encontraremos ante distintas escenas del crimen que deberemos investigar a conciencia para reconstruir los hechos y hallar la verdad oculta. Para ello, tendremos a mano diferentes objetos como la linterna de luz ultravioleta para visualizar rastros ocultos, una lente para ver tras las paredes y lo más interesante, una especie de pulsera de energía que nos permite ir atrás y adelante en el tiempo para reconstruir escenas.

El ritmo de la investigación es pausado y tener ojo avizor es de vital importancia para no dejarnos nada importante por el camino. Nobody Wants to Die es un juego de detectives y  que marca este ritmo para que disfrutemos del proceso a fuego lento. Las conversaciones con nuestra compañera de investigación, los momentos de exploración del entorno y la organización de las pistas son la base primordial de la aventura, algo que le otorga una ambientación perfecta, pero que puede resultar demasiado lenta para algunos que esperen algo más de acción y adrenalina.

La historia, pese a no ser de lo más innovadora, el mundo que han creado da para bastante y es una pena su corta duración. Si bien tenemos un sistema de decisiones que nos invita a rejugar, nos deja con ganas de más. Sin embargo, es un primer paso muy interesante que si la desarrolladora insiste en seguir esta línea puede llegar a ser muy prometedora, pues tiene muchísimo potencial.

Manhattan, una ciudad perturbadoramente hermosa

Si algo destaca en Nobody Wants to Die es su estética de la Manhattan de 2329, ofreciéndonos una ciudad del futuro perturbadoramente hermosa. Nos encontramos ante una ciudad oscura, abarrotada de coches voladores, edificios altísimos y figuras holográficas que nos recuerdan inevitablemente a Blade Runner. Sin embargo, no se han limitado a coger algunos los típicos elementos vistos en películas de este estilo, sino que, como decíamos, lo han fusionado con una estética de los años 50, dando un frescor tan llamativo como anacrónico.

Los mejores momentos del juego son aquellos donde nos dejan ver una panorámica de su mundo. Es imposible apartar la mirada y lo sucio y deprimente, posee un tipo de belleza que no pasa desapercibida, pues es, extrañamente, atrapante.

Gráficamente, la estrella del juego son los escenarios, donde resaltan aún más si lo jugamos en modo Gráficos y no en Rendimiento. No podemos decir lo mismo de los personajes, pues, no llaman tanto la atención  en comparación, pero tampoco desentonan en los escenarios. El juego es en primera persona y es un acierto, pues además de meternos más en el personaje, nos sumerge mucho más en este futuro distópico. Un futuro que se ve obligado a evolucionar, pero que se resiste a dejar ir aquello que hacía especial a épocas pasadas.

Apartado sonoro, subtítulos y doblaje

En cuanto a su apartado sonoro, el juego llega doblado al inglés y con subtítulos al español. Las actuaciones de voz no son destacables, pero son aceptables y pese a no resaltar, algunas respuestas de nuestro detective nos harán sonreír en más de una ocasión. En cuanto a la música, ofrece una escasa variedad de temas, cosa obvia también debido a su duración, pero aportan un apartado sonoro que acompaña bien a cada situación.

Aunque nos encontramos ante un título pequeño, sí que hemos echado en falta la inclusión en PlayStation 5 de efectos en el mando. La vibración en las escenas de coche o al reconstruir escenas del pasado, le habría dado un plus adicional a su inmersividad.

Una aventura gráfica que deja con ganas de más

Nobody Wants to Die es una aventura gráfica fresca en su propuesta, con un apartado gráfico atrapante y una historia interesante. Va directa a su trama y su jugabilidad es sencilla  y algo lenta, pero es lo suficientemente variada para no ser aburrida.

Sin duda, Critical Hit Games ha sabido destacar en un género que no está pasando por su momento más popular. Pese a que el juego nos deja con ganas de más, esperamos con ganas a que lo retomen en algún momento. Si eres amante de las aventuras gráficas y el cine noir, no te puedes perder este juego que ya solo por su ambientación merece mucho la pena.