Videojuegos e influencias musicales: Damos un repaso a videojuegos cuyas bandas sonoras me marcaron para siempre
Considero los videojuegos no solo un medio para el entretenimiento, sino como una pasión. Es algo que me ha fascinado desde pequeño, desde aquel día que pude probar con apenas unos años mi primera consola, una Nintendo que un día apareció por mi casa.
En aquel momento en el que descubrí que podía interactuar con aquellos muñecajos de la tele, mi vida se focalizó bastante en los videojuegos, tanto que actualmente me dedico en parte a hacerlos. No solo me sirvieron para hacer amigos y pasar buenos momentos, sino que también me ayudaron a aprender muchas cosas. Por poner algunos ejemplos, resolver problemas de lógica o gestionar con paciencia los problemas, pero también otras como el funcionamiento del mercado bursátil o incluso mejorar bastante mi inglés.
Pero sin duda, uno de los elementos que más destaco es el descubrimiento de la música. Los videojuegos que he jugado durante mi vida calaron tanto en mí, que moldearon poco a poco lo que son actualmente mis gustos musicales. Es por ello que hoy quería tratar este tema tan personal: Videojuegos que, gracias a sus bandas sonoras, me hicieron descubrir la música de otra forma.
Tony Hawk’s Pro Skater 1 y 2 (1999-2000)
Corrían los años 2000. Yo era un chavalín de doce años que se veía fácilmente influenciado por las modas y la publicidad. El rap y hip-hop, el rock, la cultura urbana, los grafitis, el breakdance… Toda esta cultura era lo que molaba, y era dificil escapar de ella.
Un día, uno de mis amigos apareció con un videojuego para PlayStation: Tony Hawk’s Pro Skater. Lo de los monopatines siempre me había llamado la atención, pero tras jugar este videojuego, se convirtió en pasión. Ni comentar que al poco le pedí a mis padres un monopatín para salir a la calle a romperme la espalda intentando hacer un ollie.
No sé si sería su gameplay marcadamente arcade, o su grandes posibilidades a la hora de hacer combos de trucos infinitos, pero esta saga me enamoró desde el primer instante. Lo seguro es que gran parte de la culpa la tuvo su genial banda sonora, que sigue siendo una de mis favoritas.
Los Ramones, Rage Against the Machine, Motorhead, Papa Roach… Sin olvidar el legendario Superman de Goldfinger. Esta tracklist marcó un antes y un después para mis gustos musicales, alejándome del pop que sonaba en la radio al rock y hiphop.
Las tres primeras entregas, (que salieron consecutivamente una por año, Neversoft y Vicarious Visions estaban a tope) fueron un exitazo en ventas. La tercera entrega se postula aún en la séptima posición en metacritic tras 23 años. Poca broma. Activision, el publisher por aquel entonces, vió aquí una gallina de los huevos de oro que exprimieron hasta agotar la saga. Hace unos años recibimos Tony Hawk’s Pro Skater 1+2, remake que recupera las dos primeras entregas con éxito. Además, también trae de vuelta la gran mayoria de temas miticos de estas dos entregas.
Guitar Hero (2005)
Unos años más tarde, la PlayStation 2 ya estaba totalmente asentada en el mercado. Si gracias a los juegos de Tony Hawk había descubierto el rock, lo que estaba a punto de llegar a mi consola iba a dar golpe definitivo. De nuevo, uno de mis amigos apareció con un nuevo videojuego, pero esta vez era bastante raro. Un juego de música, en el que tenías que usar una guitarra de plástico como controlador.
Al principio lo tomé un tanto escéptico e incluso me pareció ridículo. Tras unos minutos de juego, Guitar Hero me pegó como un camión a toda velocidad. No solo era divertido conseguir combos largos y buenas puntuaciones, sino que poco a poco se iban desbloqueando nuevas canciones, tanto clásicos del rock como otras más modernas y desconocidas. Esto atrajo por completo mi curiosidad, lo cual hizo que me empezaran a gustar géneros como el rock y el metal. Muse, Metallica, Nirvana, Slipknot… Gracias a Guitar Hero descubrí un montón de grupos que adoro actualmente.
La saga tuvo un gran éxito durante la época de PS2. Con cada entrega, Harmonix lanzaba una nueva guitarra con alguna que otra novedad, y una tracklist que solía pegar muy fuerte. Mi favorita sin duda la de Guitar Hero 3. Posteriormente, con la llegada de Playstation 3 y Xbox 360, Activision exprimió al máximo la franquicia (como ya estaba haciendo con Tony Hawk), al mismo tiempo que se separó de Harmonix, la cual presentó su propia versión: Rock Band. Ambas sagas lanzaron versiones tematizadas de grupos famosos, como Guitar Hero: Aerosmith (2008), The Beatles: Rock Band (2009), o Guitar Hero: Metallica (2009). La fiebre fue tal que algún año se llegó a lanzar al mercado hasta cuatro juegos de la franquicia.
Al final ocurrió lo que todos nos imaginabamos: la moda se acabó. El hecho de que las novedades que se incorporaban no eran lo suficientemente interesantes, hizo que tanto Guitar Hero como Rock Band cayeran en el olvido… O no. Tras la reciente compra de Harmonix por parte de Epic Games, se ha incorporado en Fortnite un modo de juego muy similar a Guitar Hero / Rock Band. La lista de canciones es más actual y menos rockera, pero al menos cuenta con algunos temas que podemos tocar incluso con los periféricos originales.
Shadow of the Colossus (2005)
Aún con los dedos doloridos de tanto tocar solos con mi guitarra de plástico, otro de los juegos que llegó a mi PlayStation 2 y cuya banda sonora me impresionó, fue el título de Team Ico: Shadow of the Colossus. Qué decir de este título que no se haya dicho ya. Para mi yo adolescente fue totalmente sorprendente. Acostumbrado a los juegos de acción y plataformas, con niveles más o menos cerrados, lo que viví con este juego fue algo distinto, casi mágico.
Es una aventura muy introspectiva, que deja al jugador totalmente libre. Sí, tenemos la espada que nos guía con su haz de luz, pero somos nosotros los que tenemos que averiguar por dónde ir junto con nuestro caballo Agro, en la busqueda de los 16 colosos a los que debemos derrotar.
El viaje suele ser silencioso, con tan solo el sonido ambiente y el trotar del caballo. Es cuando nos enfrentamos al coloso cuando la maravillosa banda sonora de Kō Ōtani nos sumerge en una batalla totalmente épica. Una banda sonora orquestal a la que no estaba acostumbrado a escuchar en un videojuego, que encajaba a la perfección con la estética del juego. Primero ensalzaba aún más las sensaciones de combatir con los colosos, pero tras derrotarlos, la melodía triste que sonaba te dejaba la sensación de que algo no estaba bien.
Tras un remaster para Playstation 3 en 2011 y un remake para Playstation 4 en 2018, sin duda nos seguimos quedando con el original, ya que su estética y ambientación no se han sabido replicar correctamente en estas dos revisiones.
Bonus track: Nier (2010) / Nier Automata (2017)
Me dejo un montón de videojuegos en el tintero, pero si tengo que nombrar una saga cuya banda sonora me ha llegado a la patata, la saga de Yoko Taro. De una forma similar a lo que ocurre con Shadow of the Colossus, estos juegos y sus bandas sonoras casan a la perfección, retroalimentandose imagen y sonido y ensalzando la experiencia. El año pasado tuve el placer de asistir a NieR:Orchestra, el concierto oficial de la saga. Las sensaciones que te deja son tales que salí con lagrimones del teatro. Las voces de Emi Evans y J’Nique Nicole, junto al gran equipo orquestal hacen que tanto la banda sonora de Nier como la de Nier Automata sean simplemente espectaculares. Unas veces hacen que los enfrentamientos sean totalmente épicos, mientras que también nos dan momentos desgarradores con temas tristes y melancólicos.
Outro
Como digo, me dejo muchas sagas y bandas sonoras de videojuegos que me han conmovido a lo largo de mi vida, pero estos son para mi mis favoritos. Tan solo me queda celebrar como el medio del videojuego ha sabido evolucionar, no solo en terminos de jugabilidad o graficos, sino en el uso que le da la banda sonora. Ya sea para acompañar a la narrativa o como medio conductor para el gameplay, como ocurre en los videojuegos musicales. Espero que estas ideas se sigan impulsando en los videojuegos y nos sigan sorprendiendo en el futuro, como ya lo hicieron conmigo.
