El primer capítulo de la serie de Batman de Telltale acabó planteando una interesante pregunta: ¿Qué ocurre con Bruce Wayne cuando se menoscaban las creencias fundamentales que lo guían? El capítulo segundo, Los Hijos de Arkham, comienza a desarrollar este planteamiento, pero añadiendo un nuevo enfoque centrado en un villano oculto en la sombra. A rasgos generales nos encontramos con un caíitulo que aunque tienes momentos inesperados resulta menos ambiciosos que su predecesor. Empezamos a encontramos en un escenario claramente clásico en Batman y que se ha utilizado tantas veces que ya empieza a ser algo cansino: un primer villano que resulta que solo es el títere de otro mayor en la sombra.
Aunque Bruce y su alter ego siguen en su lucha contra el crimen, su tiempo en pantalla pasa a un segundo plano, dejando a Oswald Cobblepot en el eje central de su narrativa. Oz era un amigo de la infancia de Bruce, pero su familia pasó por tiempos difíciles, así que acabaron por abandonar Gotham e iniciar un nuevo imperio del crimen. El hijo de los Cobblepots regresó anunciando una revolución inminente y en este segundo episodio vemos cómo empiezan a generarse las chispas que darán paso al fuego de la revolución.
Telltale hace un buen trabajo al presentar a Oswald como un personaje complicado y sombrío. Sus acciones son claramente las de un villano –no debería sorprendernos, ya que hablamos del Pingüino -, pero la revelación de la desgracia de los Cobblepots hacen que Oz no parezca tan ruin y despiadado, presentándolo como un ser humano buscando venganza; una suerte de justicia retorcida y malvada que le otorga cierta simpatía en el juego. Sin duda siempre lo veremos como un enemigo de Batman, pero sus actos reciben cierta justificación y son más fáciles de entender cuando exploramos brevemente su pasado. A pesar de esto, el Pingüino no consigue el estatus de villano carismático tan propio de las historias de Batman. Sus planes son inteligentes y refinados, pero no consiguen atraer nuestra atención como cabría esperar… Quizás sea porque a poco que hayamos leído algo del Cruzado de la Capa reconoceremos este tipo de historia a la legua, anticipando su estructura narrativa y eliminando cualquier elemento de sorpresa producido por grandes cambios de guión. Afortunadamente, otro villano que promete ser más atractivo que el Pingüino se esconde detrás del escenario moviendo los hilos… de nuevo, algo bastante visto en el Universo Batman.
El segundo episodio también gira en torno a los padres de Bruce Waye, adentrándose poco a poco en los profundos y oscuros secretos que esconde la familia. Lo cierto que es este camino ya ha sido explorado por la serie de televisión «Gotham», por lo que algunos de los misterios revelados por Telltale no resultan tan impactantes teniendo en cuenta la serie, pero de todas formas el juego trata a la familia Wayne desde una luz mucho más oscura y exigente. Como resultado de este episodio, algunas de las dinámicas de los personajes cambian. Para Harvey Dent, Bruce comienza a convertirse en una molestia debido a su comprometida situación, así que los dos se distancian y el bueno de Bruce pasa a estar en un segundo plano; ¿cómo decidamos hacerlo? Eso ya depende de nuestras decisiones. Sin duda se observa una creciente tensión entre los dos personajes, así que Telltale (de nuevo) nos hará tomar una difícil decisión: ¿arremetemos contra Harvey y le retiramos nuestro apoyo o miramos más allá y permanecemos a su lado protegiendo la idea de un futuro mejor?
Por otro lado, la relación de Bruce y su fiel Alfred comienza a adquirir nuevos matices. En el primer capítulo Alfred es la voz de la disidencia: advierte repetidamente a Bruce de los peligros de ser Batman y le intenta disuadir de sus actividades. Sin embargo, después de poner sobre el tapete algunas duras verdades sobre el icónico mayordomo, este parece cambiar ligeramente su canto. Alfred se convertirá en un nuevo apoyo para Bruce, incluso le llegará a decir que la ciudad «necesita» a Batman. Este cambio de dirección parece apuntar a dos motivos bastante significativos: por un lado Alfred podría estar intentando mostrar más fe en Batman a sabiendas de lo que Bruce podría llegar a conseguir en su lucha contra la conspiración que acecha a la ciudad, pero teniendo en cuenta que Bruce descubre cierta implicación suya en la trama corrupta de su familia, podría estar intentando recuperar la confianza y respeto perdido del heredero de los Wayne. Aunque quizás ve cómo la identidad de los Wayne se corroe poco a poco y empuja a Bruce a refugiarse en Batman en busca de consuelo y respuestas… Sea lo que sea, el Alfred de Telltale encarna el arquetipo de mayordomo fiel, pero con interesantes matices que esperemos que hagan de este personaje un elemento clave en la historia más adelante.
Los resultados de nuestras decisiones empiezan a tener consecuencias en «los Hijos de Arkham», pero lo cierto es que ninguna de ellas parece, por el momento, muy significativa. La mayoría de nuestras decisiones giran en torno a si eres amable con Vicki Vale o Jim Gordon, o de lo que piensa la ciudad de Gotham sobre el asunto después de la confrontación con Falcone basándose en las decisiones que tomamos en el primer capítulo. Parece que Telltale está tomando como epicentro de las consecuencias lo que la ciudad de Gotham y sus habitantes piensan de Batman y Bruce Wayne a medida que avanza la narración, haciendo que se pongan en contra de nuestro héroe enmascarado o a favor de su investigación en los límites de la justicia. Lo difícil será contentar a todo el mundo, así que tendremos que elegir bien a nuestros aliados y saber cómo tratarlos en cada momento.
Pero mientras que el segundo capítulo de la historia hace que la narración avance, se da un paso atrás en la jugabilidad. La investigación de la escena del crimen que fue clave en el pasado episodio y que fue una experiencia muy bien redondeada y trabajada ya no se encuentra en «Los Hijos de Arkham». En esta ocasión no hay misterios que desentrañar, ya que todas las investigaciones son simplemente una cuestión de hacer «clic» en una serie de puntos de interacción.
Al comienzo del capítulo Bruce vuelve al callejón del crimen para encontrar un nuevo ángulo de visión sobre el asesinato de sus padres. Dada la cantidad de veces que se ha explicado esta parte de la historia del personaje, el hecho que aún haya algún rompecabezas que resolver aquí es un tanto absurdo, y de nuevo nos encontramos con Bruce recordando la muerte de sus padres y haciendo algún comentario mientras Alfred le observa. Los primeros minutos del juego: una oportunidad perdida.
El momento donde más nos sentimos auténticos detectives es cuando tenemos que triangular la señal de un teléfono, que consiste en mover un avión no tripulado en torno a un mapa hasta que la pantalla de un indicador se vuelve verde. Por desgracia, no hay otros momentos memorables que te hagan sentir como el mejor detective del mundo.
Lo bueno es que la secuencia de combate que mezcla estrategia previa y quick-time-event vuelve a estar presente en el segundo capítulo. Durante un debate entre Harvey Dent y el actual alcalde Hamilton Hill, Batman y Catwoman forman equipo para acabar con un pelotón de matones armados. Hay que estudiar nuestros objetivos con detenimiento, identificar posibles armas del entorno y ejecutar la cadena de combos prevista. Este tipo de combate sigue siendo una forma inteligente de representar la previsión y la destreza en batalla del Caballero Oscuro, pero sin la investigación previa esta segunda entrega pone de relieve su falta de variedad.
Aunque un poco más flojo que su predecesor, este capítulo sin duda está empezando a asentar la verdadera dimensión del conflicto que afronta la familia Wayne, Bruce y su alter ego. Aunque la primera impresión podría decirnos que las decisiones que tomemos son bastante intrascendentales, no subestiméis el potencial de la historia que nos ofrece Telltale: experimentad con ella. La mejor manera de sacarle jugo al juego es tener dos historias paralelas y ver cómo se desarrolla la narración en función de las decisiones que tomamos. Cualquier persona que espere que Telltale continúe con la deconstrucción de Bruce Wayne y su alter ego quizás quede algo insatisfecha con «Los Hijos de Arkham», pero puede intuirse que en este capítulo se asientan las bases para futuros eventos que darán pie a cambios inesperados, por lo que quizás esta bajada de nivel no sea algo de lo que lamentarse, pero esperemos que Telltale recupere el trabajo detectivesco que tan buen sabor de boca nos dejó en la primera entrega.