Hace más de 20 años que el primer título original de la franquicia Carmageddon causo polémica por su controvertido e inapelable uso de la violencia más desenfrenada, disparatada y gratuita. Hoy, y tras el lanzamiento el año pasado de Carmageddon: Reencarnation —último juego hasta la fecha de la serie que dejó mucho que desear y que no alcanzó las expectativas esperadas para un juego de la franquicia— llega Carmageddon: Max Damage.

Los chicos de Stainless Games nos traen Carmageddon: Max Damage, una nueva entrega con la que intentan corregir todos los errores de la entrega anterior para devolver la gloria a una saga que lleva años luchando por volver a ganarse el respecto de los fans.

Carmageddon Max Damage

Lo cierto es que la propuesta de la serie en todos estos años no da para mucho, prácticamente se basa en una competición de carreras frenéticas, donde conducimos los vehículos más dispares con la única finalidad de llegar los primeros a la meta o cumplir ciertos objetivos, mientras vamos atropellando a todos los peatones que nos encontramos en nuestro camino hacia la sangrienta victoria. Podemos hacerlo o no. En buena parte es opcional —ya que hay eventos que obligan a ello—, pero sin lugar a dudas es el pilar fundamental por lo que fue en parte reconocida esta franquicia, y a estas alturas el equipo de desarrollo no ha tenido en cuenta en profundizar absolutamente nada en el sistema de juego o posibilidades de acción para los jugadores. Algo que se nota apenas hayamos competido en un par de carreras.

Desde el primer momento parece que los chicos de Stainless Games se han dedicado en buena parte a vivir del nombre de la franquicia sin luchar por ofrecer un juego notable. Tan solo hay que jugar unos 15 minutos para ver claramente que el título está completamente lleno de errores técnicos que, en algunos casos, son muestra clara de un nivel de testeo inexistente. Títulos con un presupuesto mucho menor, y de menos renombre que esta serie, se encuentran a día de hoy con un acabado muy superior a Carmageddon: Max Damage.

Carmageddon Max Damage

El sistema de juego es de lo más básico —dentro de lo imperfecto que es todo el cómputo global del mismo—, donde tendremos que hacer competiciones de carreras basadas en eventos sin ninguna novedad destacable, y sin aprovechar las «curiosidades» de la serie más allá del mata o atropella a tantos peatones como sea posible dentro del límite de tiempo. Por tanto, nos dedicaremos a ir atropellando peatones mientras vamos cumpliendo el objetivo del evento que estemos realizando en cada momento. Estos eventos se dividen en varias categorías pero, con el tiempo, se hacen algo repetitivos. Existen los de carrera tradicional, en los cuales deberemos llegar a la meta conforme vamos pasando por los checkpoints. En otros tendremos que ir atropellando a los peatones señalados o llegar a determinados checkpoints que aparecen en el mapa de forma aleatoria.

Una vez que tengamos claro nuestro objetivo, tendremos que ir atropellando peatones e ir cogiendo potenciadores para nuestro vehículo para realizar ciertos ataques a nuestros rivales con los que dejarlos fuera de la competición. Por otro lado, al ir atropellando peatones iremos adquiriendo créditos especiales que nos servirán para reparar los desperfectos que haya tenido nuestro vehículo durante el evento. Finalmente tendremos como un botón de ayuda que, o bien coloca nuestro vehículo en posición correcta si tenemos una aparatosa caída, o podemos usarlo como botón de huida o truco en caso de que nos quedemos atrapados entre nuestros rivales o en una posición comprometida.

Carmageddon Max Damage

Al principio puede parecer interesante debido a la posibilidad de encadenar combos y usar distintos potenciadores tanto contra los viandantes como contra los rivales, pero todo eso a los pocos minutos queda solapado y enterrado por todo lo mencionado anteriormente respecto al sistema de control e imprecisión general del juego en todos los apartados.

Todo esto se irá desarrollando en 10 escenarios que en un principio nos parecerán variados, pero que desafortunadamente, tras varias carreras nos iremos dando cuenta de que son demasiado simples y sencillos, evitando que un usuario experto pueda intentar aprovechar el conocimiento del mapa a su favor.

Los modos de juego se irán desbloqueando de forma progresiva. Así, iremos pasando desde el Modo carrera que es el principal y cuenta con 16 eventos, hasta el Modo Libre y el Modo Online, donde podremos competir con otros usuarios en carreras y eventos muy similares a los del Modo Carrera, siendo este el modo más interesante de todo el conjunto. También se encuentra la opción de repeticiones que podremos ir editando a nuestro gusto —aunque bastante limitado— para que podamos compartir nuestros mejores momentos.

Carmageddon Max Damage

El verdadero problema de Carmageddon: Max Damage llega cuando vemos los problemas técnicos de los que hace gala. En primer lugar, tenemos unos tiempos de carga desastrosos e injustificados llegando a tener que esperar casi un minuto antes de empezar a jugar una carrera. Por desgracia ese no es el único problema, Carmageddon cuenta con una cámara desastrosa, un sistema de control bastante irregular, físicas irreales en la que veremos situaciones muy absurdas o una inteligencia artificial bastante deficiente en todos los aspectos.

En segundo lugar, tenemos bugs, caídas de frames constantes, errores de programación, cuelgues y una larguísima lista de problemas que hacen prácticamente imposible el poder terminar una carrera sin sufrir algún percance.

Carmageddon Max Damage

Por último, el apartado gráfico no es digno de un juego de PlayStation 4, Xbox One y PC. Títulos como Burnout de la época de PlayStation 2, Gran Turismo y los primeros Forza le dan un repaso a pesar de sus limitaciones en absolutamente todo. Las texturas, elementos decorativos y efectos lumínicos parecen sacados de una época pasada. De hecho, solo los modelados de los vehículos lucen a un buen nivel, llegando en algunos casos a sorprender en medio de tanto caos.

El apartado sonoro es algo más notable que el gráfico. El speaker del título no cuenta con doblaje al castellano, pero al menos las narraciones de las carreras están llenas de chistes y buenas frases que amenizan las partidas. Pese a que el juego solo cuenta con voces en inglés, ha sido traducido al castellano. En lo que respecta a la banda sonora, esta cumple sin más, puesto que utiliza temas cañeros pero poco efectivos que terminan quedando en un segundo plano.

Carmageddon Max Damage

En definitiva, Carmageddon: Max Damage no es en absoluto lo que nos esperábamos. Una decepción completa que dejará completamente helados a los fans de la serie. Esperemos que en próximas entregas podamos decir todo lo contrario, nuestro niño interior está deseando hacer el cafre mientras conduce a toda velocidad.

Pedro Viso
"Nací con un mando en las manos. Los videojuegos son parte de mi ADN. Fanático de Resident Evil, Final Fantasy, Tomb Raider, el Survival Horror y el género Souls. Enamorado de Tifa Lockhart y Jill Valentine. Admirador de todas aquellas personas que aman este mundo sin caer en la toxicidad."

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