El presente volumen ofrecido por Panini tiene una extraña peculiaridad editorial. Cronológicamente se ubica en su totalidad antes de las Secret Wars de Hickman, sin embargo cada uno de los bloques que lo conforman lo hace en un momento distinto.
Así, el Anual dedicado a Thanos sucede mientras éste se encuentra encerrado en ámbar por su hijo Thane, prisión desde la que recuerda su primera derrota a manos del Capitán Marvel, cuando con un certero golpe de karate fracturó el Cubo Cósmico y rompió en añicos los sueños de omnipotencia del Titán. Tras esta aparición Thanos regresaría para enfrentarse a Warlock. Pero nunca se había explicado cómo había sobrevivido, hasta ahora.
Así, el Anual sirve de excusa para aunar las dos etapas del personaje, la de la década de los 70 (con sus aventuras contra el Capitán Marvel y Warlock) y la de los 90, que se prolongaría hasta la actualidad. Y el nexo de unión es el típico recurso del flashback (para los lectores, que para Thanos no dejan de ser flashforwards), lo que nos sirve para repasar la trayectoria del personaje. Otros aspectos que el Anual abarca son la relación con Mefisto, la inmortalidad de Thanos y su posible papel en un futuro entre las entidades cósmicas, lo que parece de algún modo relacionado con la actual trilogía de Novelas Gráficas dedicadas al personaje (en compañía de Warlock).
Saltamos ahora a la segunda historia del tomo y a la que el Anual mencionado sirve de prólogo. Se trata de una limited de cuatro números, Thanos vs Hulk, originalmente pensada para aparecer en la colección Salvaje Hulk. Sin embargo las ventas de esta sería no estaban siendo precisamente buenas, por lo que tras cancelarse lo que tendría que haber sido su segundo arco acabó apareciendo como una limited independiente.
En relación a Thanos sucede una vez ya ha abandonado la prisión de ámbar y anda liado con la macro saga de las Incursiones Hickmaniana. Y en relación a Hulk transcurre durante la etapa en que colaboró con SHIELD, cuando estaba guionizado por Mark Waid.
Quizás uno de los aspectos más chulos de la aventura es la representación del espacio mental de Banner, en el que se ven atrapados ambos, Bruce y Hulk, y en el que reciben la visita de Thanos, dado que Pip el Troll logra captar su interés al explicarle lo sucedido. Por cierto, para mi “el premio” se lo lleva Quasar, a pesar de su brevísima aparición. Y atención al nombre del Bar: Starlin’s.
Tampoco conviene olvidar que Blaastar no necesita sus botas propulsoras para volar, siempre se ha desplazado con el impulso de las descargas explosivas lanzadas desde sus dedos.
Centrándonos ahora un poco en el aspecto gráfico, el dibujo de Ron Lim sigue siendo perfectamente identificable: correcto, eficaz, pero incapaz de transmitir la grandeza y sensación de amenaza de los personajes, resultando un poco plano en el aspecto emotivo del dibujo.
Finalmente tenemos una historia procedente de Marvel Vault, nombre genérico con el que se recuperaron diferentes proyectos que en su día habían quedado inéditos. En esta ocasión se trata de una historia concebida originariamente para la primera serie de Marvel Team-Up, tratándose de un encuentro entre Hulk y la Antorcha Humana para hacer frente al Mago. Sobre un argumento de Jack C. Harris (mucho más conocido por su trabajo en DC que no en Marvel) y bocetos del propio Ditko, Karl Kessel acaba de construir el guión y dibujo de esta historia, de la que en principio no esperaba gran cosa pero que ha acabado siendo una pequeña sorpresa.