Un nuevo estudio, centrado en el sistema muscular de los bonobos, proporciona evidencias de primera mano de que las raras especies de grandes simios pueden estar más estrechamente relacionadas con nuestros ancestros humanos, que los chimpancés comunes. Anteriores investigaciones sugirieron esta teoría a nivel molecular, pero este es el primer estudio que compara en detalle la anatomía de las tres especies.
«Los músculos del bonobo han cambiado menos, lo que significa que son quienes más cerca están de tener un ancestro ‘vivo’«, afirma Bernard Wood, profesor de orígenes humanos en el GW Center for the Advanced Study of Human Paleobiology.
Los científicos creen que el humano moderno y los linajes de chimpancé común y el bonobo se dividieron hace unos 8 millones de años, mientras que las dos especies de grandes simios lo hicieron hace unos 2 millones de años. A medida de que los chimpancés comunes y los bonobos evolucionaron tras su separación, desarrollaron diferentes características y rasgos físicos, incluso cuando permanecieron geográficamente cercanos; estaban divididos fundamentalmente popr el río Congo.
Por esta causa, los investigadores se han mostrado muy curiosos sobre estas diferencias y cómo se comparan con el físico de los humanos. Al estudiar los músculos de los bonobos (lo que indica cómo funcionan físicamente), el equipo de investigadores fue capaz de descubrir que se relacionan de forma más cercana con la anatomía humana que los chimpancés comunes, en el sentido de que sus músculos han cambiado menos de lo que tienen en común con los chimpancés.
Estudios anteriores ya habían examinado las similitudes de ADN y las diferencias entre los bonobos y los chimpancés comunes.
«Además, nuestro estudio ha demostrado que hay un mosaico evolutivo de las tres especies, en el sentido de que algunas características son compartidas por los humanos y los bonobos, otras por humanos y los chimpancés comunes, y otras entre ambas especies de simios«, asegura Rui Diogo, autor principal del artículo y profesor asociado de anatomía en la Howard University. «Un mosaico de la evolución anatómica como ese puede estar relacionado con un mosaico evolutivo molecular entre las tres especies, revelado por anteriores estudios genéticos: cada una de las tres especies de chimpancés comparten un 3% de rasgos genéticos con los humanos, que no están presentes en otras especies de chimpancés”.
Los investigadores lideraron un equipo que examinó siete bonobos del Zoo Antwerp que habían muerto y estaban bien preservados. Según ellos, se trató de una oportunidad muy poco frecuente, ya que es una especie en peligro.
Según estos científicos, comprender más claramente qué nos hace humanos en relación con otras especies puede conducirnos a nuevos descubrimientos en relación con la salud humana.
Fuente: Nature.