Hideki Kamiya es, a día de hoy, uno de los creadores más influyentes y frescos no sólo dentro de la industria del videojuego, si no del entretenimiento en general. Productos tan diferentes entre si como Bayonetta, el cancelado pero prometedor Scalebound o Wonderful 101 hablan por si mismos de la capacidad para reinventarse del genio nipón. Hoy recuperamos una de sus primeras grandes obras con Okami HD, remake del título homónimo en alta definición y adaptado a los tiempos que corren.
Okami (juego de palabras japonés entre Gran Dios y Lobo) basa su historia en la leyenda de Orochi, uno de los mitos fundacionales del País del Sol Naciente, pero lo hace desde un punto de vista completamente original.
La trama comienza cuando alguien libera a Orochi, la serpiente de 8 cabezas derrotada un siglo antes por Nagi y el lobo Shiranui. El despertar de este malvado ser vuelve a traer la desgracia a Nippon y amenaza con sumergir todo el mundo en las tinieblas. Es cuando todo parece perdido que la diosa Sakuya, protectora de la vida vegetal, invoca a Amaterasu, creadora de todo, para que salve el mundo de tan oscuro porvenir.
Pero la diosa madre va a despertar con el aspecto de Shiranui y con gran parte de sus poderes repartidos entre los dioses menores que pueblan el mundo, lo que llevará a Amaterasu a recorrer las tierras de Nippon para poder recuperar sus poderes y destruir de una vez por todas a Orochi. En este viaje no estará sola, ya que contará con la ayuda de Issun, un pequeño aliado que, además de mal genio, tiene el poder del Pincel Celestial un antiguo artilugio que puede cambiar el mundo a voluntad del que lo porta.
Como se puede ver, la historia mezcla mucho del folclore japonés, no sólo los dioses, si no también Issun es el protagonista de su propio cuento de hadas y muchos de los secundarios tienen sus propias leyendas, creando un popurri que lejos de rechinar queda tan natural que resulta raro pensar que la amalgama del juego no sea un relato único. Además, todo está impregnado por el sentido del humor tan típico e irreverente de Kamiya lo que le da gran parte de su personalidad única a la obra.
La cara B de utilizar personajes de cuentos y leyendas se encuentra en su alta estereotipación, estando condenados a los muchos arquetipos que encontramos en esta clase de relatos clásicos y que resta enteros al resultado final. En todo caso un defecto menor en una fábula absolutamente deliciosa y que gustará tanto a aquellos que conocen estos relatos como a los neófitos del tema.
En cuanto a sistema de juego, Okami HD parte de la formula hecha popular por The Legend of Zelda: Ocarina of Time y añade sus propios elementos para crear un juego único. Así pues, en la gran mayoría de su desarrollo, en el juego controlaremos a Amaterasu mientras recorremos los escenarios naturales (y alguna ciudad) de Nippon a la vez que resolvemos los diferentes problemas de sus habitantes y despertamos nuestros poderes, que a su vez nos permitirán acceder a nuevas zonas. Una vez aquí, podremos elegir entre seguir con la historia principal (que es bastante lineal, todo sea dicho) o entretenernos con la infinidad de búsquedas secundarias y minijuegos disponibles, avanzando siempre a nuestro propio ritmo y sin sentir ningún tipo de presión por acabar la historia.
Las mayores diferencias con este estilo de juego por todos conocido se encuentran en dos aspectos primordiales: los combates y el Pincel Celestial. Respecto al primero de estos elementos, el mayor cambio a lo visto hasta aquel momento en la franquicia de Nintendo, es el hecho de que tienen lugar en un espacio limitado en el que estaremos encerrados con los demonios que debemos derrotar. Dependiendo de como luchemos y el tiempo que invirtamos en vencer a nuestros enemigos recibiremos una serie de bonificaciones que nos permitirán obtener más dinero y así facilitar nuestro progreso en el juego.
El Pincel Celestial por su parte es, sin lugar a dudas, lo que separa a Okami del resto de juegos similares. Este pincel, vehículo de los poderes de Amaterasu, nos ofrece una forma única de interactuar con el mundo que rodea al dúo protagonista. Con pulsar un botón, podremos detener toda la acción del juego y, cómo si de un lienzo se tratase, dibujar sobre la imagen detenida. Dependiendo de la forma de nuestro dibujo, despertaremos los diferentes poderes de la diosa, lo que nos permitirá enfrentar a los diferentes enemigos y resolver la multitud de (sencillos) puzzles con los que cuenta la aventura. Una idea brillante que hace de Okami un juego especial y explica gran parte de su fama.
Técnicamente el juego, pese a haber envejecido sorprendentemente bien, no ofrece nada más allá de su salto a la alta definición. Por desgracia, y pese a alcanzar los 4K en sistemas compatibles, Okami HD está restringido a 30 imágenes por segundo, un despropósito que no se entiende, habida cuenta que hablamos de un juego de más de diez años de antigüedad.
Dejando de lado las decisiones cuestionables, como ya hemos dicho, el juego no achaca el paso del tiempo en gran parte gracias un diseño magnífico y bello como pocos. El aspecto de dibujo sumi-e (técnica japonesa de entintado que podríamos considerar origen del manga) y el renderizado por Cel Shading se unen para crear uno de los juegos más bonitos de todos los tiempos, plagado de detalles situados para buscar la complicidad del jugador, en su papel de protagonista-espectador de una historia memorable.
Las animaciones, especialmente las de la propia Amaterasu que por momentos parece un perro de verdad, son una autentica gozada cuando hablamos de los muchos demonios que han tomado las verdes praderas de Nippon y los personajes principales de la historia. Resultan mucho más limitadas en el caso de los personajes secundarios, algo perfectamente compresible en un juego que apenas ha cambiado desde su lanzamiento en PlayStation 2.
El apartado sonoro por su parte cuenta con una banda sonora minimalista y delicada, más centrada en insinuar que en protagonizar la escena, pero que una vez arranca y nos permite escuchar alguno de los temas principales del juego sabe atrapar nuestra atención y quedarse en nuestra memoria en gran parte gracias a algunos temas memorables. Por su parte los efectos sonoros cumplen sobradamente con su cometido, y si bien son lo que más ha sentido el paso de los años, siguen acompañando perfectamente a lo que disfrutamos en pantalla.
Conclusión
Okami HD es un juego de contrastes. Si bien es un mal síntoma para la industria la ingente cantidad de remakes y juegos que cuentan con seis y siete lanzamientos distintos, siempre es de agradecer que juegos tan grandes como este no queden relegados al olvido.
A título personal y como alguien que disfruta por primera vez de él, he quedado sencillamente maravillado con lo que este juego de más de diez años ofrece, y si bien alguna de sus mecánicas han quedado irremediablemente obsoletas, considero que este juego es el perfecto ejemplo de cómo en esta industria lo original y el diseño superan con mucho a la técnica y el dinero fácil, ya que nos encontramos con un juego que tras una década sigue siendo lo suficientemente relevante para ser relanzado en tres nuevos sistemas (y ya veremos si no llega a Switch) algo que la mayoría de lo que hoy llamamos triple A no puede ni soñar.