Parte de la infancia de muchos de los jóvenes de hoy en día son los dibujos que veíamos en la tele en nuestra niñez. La influencia de los mismos ha hecho de nosotros, o al menos en parte, quienes somos hoy, ya que heredamos de sus estilos y valores los gustos que más adelante desarrollamos. Algunas de las series, dibujos o animes, como queramos llamarlos, que veíamos de pequeños nos han seguido el paso con nuestro crecimiento, mientras otras se han quedado atrás y las recordamos con el cariño propio de alguien que pasó el tiempo suficiente con nosotros como para tenerlos en mente el resto de nuestras vidas. Pokémon, por ejemplo, ha seguido sin ningún tipo de problema a lo largo de los años. Encontramos su influencia en muchísimos géneros y aplicaciones a día de hoy, desde los clásicos juegos para las portátiles de Nintendo, hasta Pokémon Go, para jugar saliendo a la calle con la experiencia de realidad aumentada. Otra de las sagas que nos acompañó en la década de los 90 y que aún a día de hoy sigue con nosotros es Digimon.
Hace unos años recibimos para Playstation 4 y PSVita Digimon Story Cyber Sleuth, un RPG clásico ambientado en el mundo digital desarrollado por Media Vision y publicado por Bandai Namco. Tuvo muy buena acogida entre los amantes de los RPG por turnos y de la famosa serie de animación, y en el mes de enero nos ha llegado la siguiente entrega de la saga, Digimon Story Cyber Sleuth: Hacker’s Memory.
El mundo digital, habitado por alter egos de todos los jugadores que entran en él, es una realidad en el tiempo donde se desarrolla la historia. En él se dan clases, se pasa el tiempo libre y se desarrollan las diferentes maneras de ocio que los usuarios tienen disponibles. Pero existe una red de Hackers que se dedican a usurpar las identidades de usuarios medios para llevar a cabo sus fechorías sin repercusión ninguna. Una vez que te roban tu alter ego, si no lo puedes recuperar, tienes que crearte otro, pero esto es un gran problema, ya que al ser un usuario nuevo, todo el mundo desconfía de ti y piensa que eres un hacker con una identidad nueva que simplemente quiere llevar a cabo acciones malvadas sin exponer su identidad. Y con esta premisa comienza el juego.
Nuestro protagonista es Keisuke Amazawa (aunque desde el primer momento podremos cambiar su nombre al que nosotros queramos), un chico que tenía su vida hecha en el mundo digital y al que le roban la cuenta. Cuando la intenta recuperar, se encuentra con un hacker que es quien se la ha quitado, y comienza a perseguirlo. Es entonces cuando descubre que entre los hackers existen los Digimon, unas criaturas digitales que sirven para disputar terreno entre ellos. Poco después se da cuenta también de que no todos los hackers son malvados, sino que hay algunos que trabajan para la empresa que mantiene el mundo digital, llamado EDEN, y que se encargan de que los malos no lleven a cabo sus triquiñuelas.
Y así comienza Digimon Story Cyber Sleuth: Hacker’s Memory. Con una introducción bastante larga, cuando comenzamos a andar más o menos libremente por los distintos niveles nos damos cuenta de algo muy evidente para los jugadores del anterior título. Las mecánicas son muy similares al primer Cyber Sleuth. Los combates son casi idénticos, sin mucha complejidad en las opciones. Mediante un sistema de turnos que aparecen en pantalla, sabremos a quién le toca después del atacante y a quién después de él. Mediante ataques y habilidades hay que derrotar a los enemigos, y además tenemos un sistema de potencias y debilidades con los que cuentan tanto los ataques y habilidades como los propios Digimon. Una mecánica nueva que sí que se introduce con respecto al anterior son los combates de tres contra tres hackers por mantener la posesión de diferentes dominios.
Para combatir contaremos con los Digimon. Estos podrán tener sus diferentes formas y habilidades, hasta un máximo de 20. Cada vez que los Digievolucionemos o De-Digievolucionemos volveremos al nivel mínimo, pero tendremos mayores límites en el desarrollo de los mismos, pudiendo aumentar las características máximas o aprender nuevas habilidades.
La recolección y «captura» de Digimons es muy sencilla. A partir de determinado punto del juego podremos comprar algunos, y otros será cuestión de encontrarlos en los diferentes niveles para, tras analizarlos hasta llegar a un determinado porcentaje, poder «capturarlos» o, como se llama en el juego, convertirlos.
Será en el local del grupo de los protagonistas dónde más tiempo pasemos, ya que es una especie de sala neutra desde la cual podremos acceder a los diferentes niveles, comprar objetos o interactuar con nuestros compañeros. Desde ahí podremos ir a todas las misiones, tanto principales como secundarias, ir a los niveles ya explorados de EDEN o revelar objetos desbloqueables que vamos consiguiendo a lo largo de la aventura.
Podemos elegir, para algunas mazmorras, el equipo de hackers que queremos que nos acompañe. Con ellos debemos de enfrentarnos en batallas territoriales a otros hackers hasta encontrar a su líder y así derrotarlo, con lo que ganaremos afinidad con nuestros Digimon. Con esta afinidad algunos conseguirán Digievolucionar o desbloquearemos algunos eventos.
El juego se desarrolla por episodios, teniendo partes muy diferenciadas entre sí. Algunos de los niveles nos proponen sencillos puzles que hacen parar un poco la simple navegación por el mapeado para proponernos algo diferente. Las batallas de dominio también son algo distinto, con tableros específicos por los que movernos mientras luchamos.
A nivel técnico no es ningún portento tecnológico. Es muy continuista con el primero, teniendo modelados con poca calidad de texturas. Es en el apartado artístico donde destaca, mostrando una interfaz muy acorde a la temática del juego, por ejemplo. Las presentaciones de personajes y el arte, en general, es muy espectacular con unas puestas en escena dignas de las grandes producciones de animación niponas.
El sonido cumple. Hay muchos temas que se reutilizan del primero, pero la gran mayoría son adaptaciones, remixes o versiones revisadas, por lo que la sensación no es tanto de reciclaje. El audio de las voces están en japonés y brillan por su ausencia en la mayoría de las veces. Los diálogos casi siempre son escritos y en contadas ocasiones se apoyan con audio propio.
Lo mejor de Digimon Story Cyber Sleuth: Hacker’s Memory, sin duda, es la historia. Capítulo a capítulo nos mantiene enganchados. Las mecánicas son algo repetitivas con el tiempo, aunque un jugador de RPG que venga a este juego sabiendo lo que busca no va a encontrar nada de lo que extrañarse. Aunque es divertido e interesante, la sensación que da es que a la larga estamos alargando la experiencia jugable del anterior, con pocas novedades y demasiados elementos reciclados. Tampoco ayuda la nula traducción a nuestro idioma, ni en textos ni en audio, ni a ningún nivel de interfaz, pero en general, Digimon Story Cyber Sleuth: Hacker’s Memory es una genial opción para los amantes de los RPG’s por turnos y el mundo digital. Desde que el mundo cambió…