Desde su publicación original como webcómic en 2016, “Mi experiencia lesbiana con la soledad”, manga autobiográfico de Kabi Nagata, ganó una gran popularidad tanto en Japón como en Occidente. Finalmente fue licenciado en España por la editorial Fandogamia (quienes también se han hecho con los derechos de publicación de su secuela) y publicado el pasado mes de febrero. Fue entonces cuando tuve la oportunidad de hacerme con él… y su lectura ha sido toda una experiencia.

En primer lugar, porque tras leer su premisa (una joven japonesa que trata de enfrentarse a sus problemas psicológicos contratando a una escort lesbiana) y ver algunas imágenes coloridas y cálidas, me esperaba un manga tipo shojo, donde la protagonista y la escort terminasen enamorándose. Sí, lo sé, mi cerebro debió suprimir la palabra “autobiográfico” al imaginarse semejante desenlace. Pero el caso es que mis expectativas eran muy distintas a la realidad. Y creo que lo serán para cualquiera.

Este tomo único y autoconclusivo narrado y dibujado por Kabi Nagata cuenta las vivencias de la autora quien, tras terminar la educación obligatoria, se dio cuenta de que no tenía más propósito en la vida. Esto, aunado a su obsesión con cumplir las expectativas de sus padres, la llevó a caer en una depresión y a desarrollar múltiples problemas mentales como la ansiedad, trastornos alimentarios, falta de autoestima o tricotilomanía (necesidad de arrancarse el pelo). Incapaz de solucionarlo por sus propios medios, y considerándose a sí misma una inútil, Nagata llegó al extremo de autolesionarse e incluso pensó en suicidarse. Hasta que, investigando en internet, llega a la conclusión de que sus problemas tienen raíz en alguna tara en su desarrollo sexual, así que se atreve a contratar a una escort lesbiana para suplir su necesidad de afecto.

El manga se centra en cómo fue ese momento, lo que significó para ella y qué la llevó a decantarse por este tipo de experiencia.

Lo que más impacta de este tomo es la dureza de la historia (pues los problemas mentales y emocionales de Nagata destrozaron su vida durante mucho tiempo) en contraste con la forma en la que está contada, con total naturalidad y hasta despreocupación. La autora se permite tirar de humor, pero sobre todo de total y rotunda honestidad. Y es que hay que ser muy valiente para abrirse de esa forma al mundo cuando la tendencia es la contraria, la de esconder nuestros problemas. Así es como el lector empatiza enseguida con la protagonista, pues en el manga no hay nada idealizado. Nagata se relata como es, un enorme caos. Y aquí debo aplaudir también la descripción de su encuentro con la escort, una escena cargada de torpeza, inseguridad y disertaciones filosóficas que por un lado te saca una sonrisa mientras que por el otro te da un bofetón de realidad.

Y creo que ahí radica la gran fuerza de “Mi experiencia lesbiana con la soledad”, en la capacidad de la autora para llegar a quien la lee sin hacer de su historia un enorme drama.

El estilo de este manga es bastante particular, con un dibujo aniñado y poco definido, que a veces parece mal garabateado, pero que encaja a la perfección con la personalidad de la autora y con el tipo de historia que cuenta. Se trata de un estilo muy expresivo y eficaz, lleno de notas, apuntes y otros elementos visuales que refuerzan su carácter de anecdotario. Por otra parte, su bitono en rosa contribuye a dulcificar la crudeza del manga y a darle ese tono de despreocupación y normalidad.

En definitiva, “Mi experiencia lesbiana con la soledad” es un tomo que sorprende e impacta a partes iguales. Que cuenta una historia muy dura por momentos, pero narrada de una forma magistral para que luzca como algo natural, como un fragmento de vida que a todos nos podría tocar afrontar. Que trata temas como la enfermedad mental o la sexualidad con total desparpajo y hasta humor; y cuyo mensaje subyacente es que del abismo también se sale, de una forma u otra.

Un manga único, valiente y muy empático que puede ayudar a comprender y a acercarnos más a los problemas psicológicos y que, por lo tanto, no puedo dejar de recomendar. Una de esas historias que me alegro de no haber pasado por alto.

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Cris Carou
Profundamente enamorada de las historias y de cualquier formato que sirva para contarlas (especialmente el papel). Cuando no estoy creando mis propios mundos de fantasía, analizo y reseño los de los demás. Admito dragón como animal de compañía.

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