Pablo Vázquez Regueiro es físico de partículas, y trabaja en la Facultad de Física de la Universidad de Santiago de Compostela, y en el Instituto Gallego de Física de Altas Energías (IGFAE). Actualmente, desarrolla detectores para experimentos de física de partículas que se llevan a cabo en el CERN, entre ellos en el LHC, el Colisionador de Hadrones.
En la presente entrevista nos describe su trabajo diario y las condiciones en las que desarrollan su actividad los investigadores españoles.
Alejandro Serrano: La pasión por la ciencia, y más concretamente, por la Física, es para muchos vocacional, ligada a una curiosidad extrema por el mundo que nos rodea y sus leyes. ¿Cómo nació en Pablo Vázquez Regueiro esta pasión?
«España abandona la liga de productores con alto valor añadido, y condena a las siguientes generaciones a servir cafés y poner hamacas en la playa.»
Pablo Vázquez: Nunca me he considerado un apasionado de la ciencia, si bien es cierto que desde pequeño siempre tuve curiosidad por entender como funcionaban las cosas, destripando los aparatos que caían en mis manos y cosas de esas. En la escuela además de dárseme mejor las ciencias que las letras, las consideraba más amenas. Lo de estudiar física fue casual ya que en Santiago no se ofertaban ni ingeniería ni arquitectura, que eran mis opciones, más orientadas al mundo laboral. Como no había la opción estudiar fuera y tenía un hermano estudiando física, seguí sus pasos. Con el paso del tiempo le cogí el gusto a la libertad de horario, aunque al final sea más esclavo, a conocer gente brillante, a viajar, a saber un poco más cada día.
Alejandro Serrano: Trabajó en Suiza antes de volver a España, gracias a los incentivos que la Xunta de Galicia dio para recuperar la ciencia en esta comunidad. Las condiciones laborales allí eran mucho mejores, ¿por qué se decidió a cambiar de aires? ¿se arrepiente de haberlo hecho dada la paralización por parte de la Xunta de las investigaciones?
Pablo Vázquez: Creo que a la vuelta a casa está siempre en la cabeza de todos los que nos dedicamos a la ciencia en el extranjero de una forma más o menos latente. A pesar de las mejores condiciones laborales: salario, recursos, valoración social, etc., siempre me he sentido un extraño en tierra ajena, un extranjero. Un emigrante de mejor nivel que los de los años 60, pero un emigrante a fin de cuentas, y todos querían volver dejando atrás media vida. Otro factor que no había ponderado antes fue el hecho de poder devolver a la sociedad la formación adquirida. Pero sin duda el motivo más importante fue poder formar una familia, en cuanto mi mujer encontró trabajo en casa lo tuve claro. La Xunta buscaba reforzar su plantilla de investigadores posibilitando una plaza estable al cabo de 5 años de prueba y me vine. Si me arrepiento? Difícil valoración. Si al final no consigo la estabilización laboralmente sí, pero no ya de la vuelta a casa si no de haber escogido la investigación como medio de vida.
Alejandro Serrano: Desde hace algunos años nos enfrentamos a un paulatino deterioro en las condiciones en las que deben trabajar nuestros científicos, así como a un aumento en su edad media. El presupuesto en I+D se ha visto sensiblemente reducido en los últimos Presupuestos Generales del Estado… ¿Cuáles son los males del sistema de investigaciones y becas español, y cómo podríamos solucionarlos? ¿No hay más remedio que cercenar la investigación en España dada la coyuntura o hay caminos alternativos, como incentivar la iniciativa privada?
Pablo Vázquez: Yo creo que lo que falla de base es el modelo productivo. Aunque los dos grandes partidos políticos hablan del “modelo de crecimiento basado en el conocimiento” no lo llevan a la práctica. Y si lo hacen, no se coordinan como sucede por ejemplo en EE.UU., donde la clase política escucha a los científicos y aún mejor, les hace caso. Sin dinero no hay política que valga, y mientras el porcentaje del PIB que dedique España a I+D diste tanto de los países desarrollados o en vías de desarrollo todo lo que se diga cae en saco roto. Eso sin mencionar que la mitad de ese porcentaje se dedica en realidad a la compra de material militar que nada tiene que ver con la I+D.
Otro problema es la falta de definición de la carrera investigadora, un estudiante que se quiera dedicar a la investigación sólo tiene claro que el camino va a ser duro. Por ejemplo, en universidades como la de Santiago se capta personal por necesidades investigadoras, como en mi caso, pero su estabilización en el sistema depende de necesidades docentes, esto crea conflictos internos que dificultan el proceso. Lo que se está haciendo con los recortes en educación e investigación es un suicidio colectivo, y esto no lo digo yo, lo dicen voces relevantes en el panorama mundial. España abandona la liga de productores con alto valor añadido, y condena a las siguientes generaciones a servir cafés y poner hamacas en la playa.
Necesitamos convencer a la sociedad española y a sus políticos de que ciencia e investigación son el futuro. En especial a sus empresarios que son los que salen peor parados, si se compara lo que invierten sus homónimos europeos. Sin olvidarnos de potenciar al emprendedor, al investigador que quiere dar el salto al sector privado, los escasos 30 años que llevamos investigando en este país no han sido suficientes para madurar el sector de la transferencia de tecnología.
Alejandro Serrano: Trabaja en el Instituto Gallego de Física de Altas Energías (IGFAE), diseñando detectores para experimentos de física de partículas, que más tarde se utilizarán, por ejemplo, en el CERN (Consejo Europeo para la Investigación Nuclear), el mayor laboratorio de investigación en física de partículas del mundo, cuyo proyecto más ambicioso es sin duda el LHC, el Gran Colisionador de Hadrones. ¿Puede describirnos su trabajo y qué aporta a los experimentos del CERN?
Pablo Vázquez: El trabajo de los físicos de partículas experimentales consiste en diseñar y construir experimentos que pongan a prueba las teorías físicas en vigor. En mi caso estoy especializado en detectores que miden la posición por la que pasan las partículas en experimentos de física de partículas. Cada experimento tiene características y requerimientos diferentes que hay que optimizar y mejorar, a veces durante décadas. Ésta es la razón por la que normalmente se trabaje en varios proyectos a la vez, mientras instalas un detector en un experimento que va a empezar a tomar datos en breve, desarrollas la tecnología para otro que está en fase de diseño.
Alejandro Serrano: En el experimento LHCb ha observado por primera vez de forma directa la ruptura de la simetría CP en las desintegraciones del mesón Bs, tras la predicción de Kobayashi y Maskawa (ambos Premio Nobel de Física en 2008), lo que podría abrir la puerta para explicar por qué, tras el Big Bang, se rompió la simetría entre materia y antimateria y la primera predominó sobre la segunda. ¿Cree que las medidas realizadas encajarán bien dentro del Modelo Estándar de Física de Partículas o estamos ante un nuevo camino?
Pablo Vázquez: El análisis de los datos adquiridos en LHCb muestra que las medidas son compatibles con el Modelo Estándar y no hemos encontrado evidencia de violación de simetría que pueda romper el modelo. El LHC busca Nueva Física a través de indicios indirectos en las escalas más altas de energías. LHCb lo hace esencialmente a través del estudio del canal Bs -> mu mu, altamente suprimido en el Modelo Estándar.
Este estudio explora indirectamente una escala de masas un orden de magnitud superior a la accesible directamente con las colisiones de protones. Este método ha permitido en el pasado tener indicios de los quarks c y de los bosones W y Z mucho antes de su observación directa. Las medidas no han mostrado todavía la existencia de partículas supersimétricas que aumentasen la anchura parcial de ese canal significativamente. A día de hoy no descartamos la presencia de Nueva Física pero tampoco podemos confirmarla.
Alejandro Serrano: ¿Qué puede contarnos sobre el montaje e instalación del Inner Tracker y su trabajo en el, fundamental en el LHCb?
Pablo Vázquez: Estoy involucrado en este proyecto desde hace diez años y he sido responsable de la contribución española durante 5. Para la construcción e instalación del detector la universidad de Santiago ha desplazado a un grupo de trabajo y su equipamiento al CERN durante 6 años. El detector cubre una superficie de 11 m2 y está basado en tecnología de silicio. Sus 250.000 canales de lectura, un cuarto del experimento, son muestreados 40 millones de veces por segundo. Forma parte del sistema de detección de trazas midiendo la posición de las partículas con una precisión de 60 micras.
Santiago tuvo la responsabilidad en los sistemas de alimentación de alto y bajo voltaje, software y hardware de control, control de calidad, microsoldadura, montaje de módulos, cableado, integración, cajas de aislamiento.
Alejandro Serrano: Finalmente, parece que los neutrinos no tienen una velocidad superlumínica… ¿Qué dificultades se presentan a la hora de realizar mediciones tan precisas al trabajar con partículas elementales? ¿cómo pueden prevenirse fallos como los que dieron pie a las primeras conclusiones del experimento sobre la velocidad de los neutrinos?
Pablo Vázquez: Cuanto más cerca queremos mirar más grande tiene que ser el aparato de medida. Ésta es la máxima dificultad de la física de partículas actual. El tamaño y la energía de los aceleradores necesarios para acceder a los misterios del universo microscópico son tan grandes y costosos que cada vez se necesitan más años y más dinero para acceder al siguiente escalón del conocimiento.
Por otro lado el método científico se encarga de garantizar la veracidad de los resultados. La comunidad científica no habría aceptado partículas superlumínicas hasta que se hubiesen reproducido en otro experimento independiente. De hecho los científicos ya tenían evidencias de otros experimentos con neutrinos extraterrestres de que ese resultado era discordante, por eso pocos creían en la veracidad de esos resultados.
Otra cosa es el la sociedad y los periodistas ávidos de titulares, viniéndome a la mente un hecho similar hace pocos años donde se afirmaba en todos los medios que el mundo sería engullido por un agujero negro producido al encender el LHC. Este tipo de noticias sensacionalistas ponen el foco en nuestro campo, lo que en principio es bueno, pero restan credibilidad a nuestro trabajo. La forma de prevenir fallos es realizar el trabajo con profesionalidad.
Pablo Vázquez: Claro que hay límites al conocimiento humano, el trabajo de los científicos es echarlos abajo. Decía Newton «Si he logrado ver más lejos, ha sido porque he subido a hombros de gigantes«. La ciencia se basa en el conocimiento distribuido, apoyarnos en el trabajo precedente de nuestros colegas hace que podamos ir más allá. Mientras nos mantengamos vivos como especie y no destruyamos el equilibrio que mantenemos con nuestro planeta el conocimiento humano no dejará de crecer sin límite físico conocido.
Alejandro Serrano: El conjunto de la sociedad española no puede ver una implicación directa entre investigaciones como la suya y otras en el ámbito de la física teórica o experimental, y sus beneficios en la vida diaria, pese a los evidentes ejemplos. ¿Cree que hay poca pedagogía al respecto, que carecen de una tribuna adecuada o en parte es responsabilidad de los investigadores, al no tener figuras divulgativas que al mismo tiempo sean científicos en activo, como ocurre en otros países?
Pablo Vázquez: Estoy de acuerdo con ambas afirmaciones. Los científicos no estamos acostumbrados a divulgar fuera de nuestro entorno, quizás estamos demasiado centramos en nuestras investigaciones y descuidamos nuestra proyección a la sociedad. Incluso los que tenemos labores docentes nos dirigirnos a estudiantes universitarios con conocimientos previos y no siempre es fácil ajustar el discurso a otros foros.
Tampoco ayuda la falta de valoración de esta faceta en nuestro colectivo. Es tarea pendiente informar a la sociedad para que se convenza de que ciencia básica no sólo es útil si no imprescindible para el avance de la sociedad. Esta tarea no es sólo de los científicos, también de los periodistas, comunicadores, educadores, responsables políticos…
Alejandro Serrano: ¿Ha asistido a la XL edición del Encuentro Internacional en Física Fundamental, que se celebró recientemente en Huesca? De ser así, ¿qué conclusiones ha sacado de la experiencia? ¿son útiles estos simposios?
Pablo Vázquez: En esta ocasión no he asistido, aunque hace años ya fue la primera reunión científica a la que asistí, pero mis experiencia me dice que son una herramienta muy importante para el desarrollo de la investigación. En ellas los estudiantes de doctorado y los investigadores séniores pueden presentar sus resultados, socializar, conocer el estado de otros proyectos, establecer contactos, discutir cara a cara y establecer nuevas líneas de trabajo.
Alejandro Serrano: ¿Podría facilitarnos el acceso a la documentación básica necesaria para aquellos de nuestros lectores interesados en informarse sobre los proyectos desarrollados en el IGFAE, y recomendarnos algunos libros publicados en España sobre física de partículas, para aquellos que desean iniciarse?
Pablo Vázquez: En la web del instituto y en la del Grupo de Altas Energías de Santiago existen referencias a los temas tratados en la entrevista. Algunos libros: «Universos ocultos: Un viaje a las dimensiones extras del cosmos», de Lisa Randall, «Biografía de la física», de George Gamow, «El universo elegante«, de Brian Greene o «Quarks o Leptons and the Big Bang», de Jonathan Allday.
Alejandro Serrano: Nos gustaría agradecerle su predisposición para esta entrevista, y el hueco que nos ha hecho en su apretada agenda.