La industria del videojuego, al contrario de sus homónimas como el cine, tiende a tomarse un pequeño paroncillo en las épocas navideñas para permitir a los jugadores adquirir los juegos que han sido lanzados en las temporadas previas a la época estival. En unas fechas donde los jugones ansían títulos para llenar el tiempo libre y las estanterías escasean de obras destacadas, es de agradecer un título de las características del Override que nos ha preparado Modus Games, un doble AA de mechas muy desenfadado especialmente enfocado para disfrutar en compañía de familia o amigos, enfrascados en mamporrazos por ver quién se convierte en el nuevo rey de la ciudad.

La primera vez que escuché hablar de Override: Mech City Brawl data de mediados de julio, un título desconocido que llamó de inmediato mi atención por la premisa que ofrecía: un título de peleas en tres dimensiones en las que los jugadores tomarán el control de unos mechas gigantes que deberán enfrentarse entre ellos en una gran ciudad. Pudiendo jugar online, en pantalla dividida, individualmente, por equipos, o incluso ¡controlando un mismo mecha entre varios jugadores! Si has nacido en los ya lejanos ochenta o noventa cómo yo, y has entendido la referencia del subtítulo del análisis, por supuesto que comprenderás la ilusión que me levantó este título. Por fin podría controlar un Megazord junto a mis amigos, y con un sabor un tanto agridulce, esa oportunidad por fin ha llegado a nuestras consolas.

Antes de entrar a hablar de sus modalidades, o de las bondades y carencias del juego, conviene comenzar explicando el curioso sistema de juego de Override. Cómo ya os he adelantado, en este juego tomaremos el control de sendos y variados mechas, que se enfrentarán en peleas tridimensionales de hasta cuatro robots gigantes, en escenarios formados por una ciudad del mundo real, pero lo que hace especial a Override es su sistema de juego. En la obra de Modus Games, cada uno de los botones superiores de nuestro pad tomará el control de una de las extremidades de nuestro mecha, a ser: las piernas con los dos gatillos y los brazos con los botones superiores. Este sistema de control tendremos que tenerlo en cuenta tanto para atacar como para defender, y aunque tiene su cierta gracia, el sistema no llega a explotarse en su totalidad debido al ritmo del juego.

Los mechas tendrán un golpe predeterminado con cada una de sus extremidades, que será completamente único en el caso de la pierna izquierda. Todos estos ataques se podrán mantener pulsados para hacer golpes más poderosos que lanzarán por los aires a nuestro adversario, y para aumentar aún más la diferenciación entre personajes, tendremos a nuestra disposición un ataque especial con cada una de las extremidades al coste de una barra de energía, sumados al ataque final que podremos realizar cuando nuestra barra de vida esté próxima a agotarse. En cuanto a la defensa, si pulsamos cualquiera de los botones de extremidad mientras bloqueamos ejecutaremos una contra en el caso de que nuestro rival ataque con dicha parte del cuerpo. Una forma de fomentar que variemos la manera de atacar y de que observemos la parte del cuerpo con la que atacará el rival.

El campo de juego estará plagado de diferentes objetos que podremos agarrar y que tendremos que distribuir en nuestras extremidades de manera inteligente, ya que dicha parte del cuerpo se convertirá en el uso de dicho objeto en lugar de hacer su ataque convencional. Los objetos son muy versátiles, y van desde enormes lanzas, un escudo para bloquearnos o incluso armas a distancia con las que tendremos que apuntar y disparar como si se tratara de un shooter en tercera persona, una verdadera locura que aporta gran variedad a los enfrentamientos. Todo lo mencionado suena genial, sin embargo, el problema viene con el ritmo de juego. Los controles no son demasiado precisos y en las batallas entre varios jugadores, el caos puede hacerse tan grande que acabarás aporreando todos los botones y esquivando en lugar de concentrarte y sacar partido al sistema de juego. Por otro lado, en los 1 vs 1, el sistema funciona bastante mejor y cuando se juega con cabeza, el resultado es altamente satisfactorio. Sin embargo, el rey de la corona del sistema de juego llega cuándo se controla un mecha entre varios jugadores.

Como si de los Power Rangers se tratará, Override: Mech City Brawl otorga la posibilidad de controlar a un solo personaje entre varios jugadores. Permitiéndonos enfrentarnos de manera cooperativa contra la máquina u otros jugadores de manera online. Suena descabellado, pero os aseguramos que es el mayor acierto de todo el programa. Dependiendo de la cantidad de pilotos que controlen el mecha, cada jugador controlará una o dos extremidades, así como de diversos controles elementales, como andar y esquivar en caso de controlar el tronco inferior, o protegerse y apuntar con la cámara en el caso de usar el tronco superior. Requiere de mucha coordinación y comunicación, pero controlar un solo robot entre varios jugadores en la misma consola es una experiencia que ningún título ha ofrecido hasta la fecha y que realmente esperamos que se le saque mayor provecho en el futuro.

En cuanto a las modalidades de juego disponibles, no son demasiadas, pero cumplen en su justa medida para tratar de ofrecer contenido para todo tipo de jugadores. Para los fanáticos del juego online, tendremos disponible juego competitivo, peleas 1 vs 1 o peleas amistosas de hasta cuatro jugadores todos contra todos o por equipos. Hasta el momento no hay demasiados jugadores y puede costar encontrar partida, lo que es una verdadera lástima, pero el juego ofrece una alternativa que hará las delicias de los jugadores old school, el juego local. Tendremos la posibilidad de jugar partidas en local, con otros tres jugadores o contra la máquina, siendo esta un grandísimo desafío en el modo de dificultad más alto.

El jugador individual también encontrará una especie de modo campaña para satisfacer sus necesidades videojueguiles, aunque lo hace con aprobado raspado. Tendremos a nuestra disposición una modalidad en la que cumpliremos misiones en varias localizaciones del juego, dónde nos enfrentaremos a oleadas de pequeños enemigos o a grandes jefes finales. Entre cada misión tendremos una conversación a modo de texto entre el piloto de nuestro mecha y otros personajes, con la mera excusa de darle un argumento a cumplir dichas misiones y unas ilustraciones que dejan un poco que desear. La premisa de construir nuestro propio mecha se queda en la posibilidad de mejorar sus stats con objetos que recibiremos como recompensas de las misiones y nada más, toda una decepción. No era la mejor oferta para un jugador, pero dada la posibilidad de jugar las misiones junto a otro jugador, siempre es una buena excusa para echar unas partidas contra la máquina con cierta variedad entre ellas. Cumple su función.

Para dar sensación de progresión el juego ofrece diferentes skins que se pueden adquirir con dinero del juego en la tienda digital. La mayoría de ellos son simples recolores, pero algunos de ellos no están mal, y nos permitirán personalizar un poco los ya de por sí característicos diseños que ofrecen los numerosos personajes del título. También dispondremos de una buena cantidad de mapas basados en las ciudades más famosas del mundo, y todos ellos están bien diferenciados entre ellos y están llenos de edificaciones que podremos destruir durante nuestra batalla para sentirnos verdaderos colosos.

El apartado técnico del título, teniendo en cuenta que estamos hablando de un juego independiente, es bastante agradable y destaca por su dirección artística. Todos los personajes y escenarios tienen un aspecto muy atractivo que cumple con las expectativas esperadas. El mayor fallo a nivel técnico es la ya mencionada ralentización en los controles del juego. Con un mejor ritmo de juego el título habría sido más disfrutable. El apartado sonoro del título cumple al igual que el apartado técnico, con melodías animadas para las enormes peleas que se reproducen en pantalla.

Conclusión 

Override: Mech City Brawl es un título que esperaba con curiosidad. Teniendo en cuenta sus limitaciones por la capacidad del estudio, el título cumple sobradamente con las expectativas depositadas en él. Da lástima pensar lo que podía haber llegado a ser con el presupuesto y equipo necesario, pero lo logrado por Modus Games es tremendamente elogiable y admirable. Sin dejar de lado las divertidas batallas todos contra todos o dos contra dos, la palma se la llevan las peleas con varios jugadores controlando un mecha. Una experiencia difícil de ver en un videojuego y que te devuelve a los lejanos noventa, dónde fantaseabas con tus amigos con poder controlar un Megazord entre todos.

Override: Mech City Brawl está disponible en PlayStation 4, Xbox One y PC.

Ramón Panduro
Ingeniero, médico, escritor, diseñador gráfico y profesor, pero sobre todo, amante incondicional del mundo de los videojuegos.

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