Una puesta en valor de nuestro origen latino a través de expresiones de actualidad y etimologías que jamás hubiéramos sospechado.
–¿Y a cambio, los romanos, qué nos han dado?
–El acueducto.
–Sí, sí, eso sí nos lo han dado, eso es cierto, sí.
–Y el alcantarillado.
–Oh, sí, el alcantarillado, ¿te acuerdas cómo olía antes la ciudad?
–Sí, de acuerdo, reconozco que el acueducto y el alcantarillado nos lo han dado los romanos. (…) Bueno, pero aparte del alcantarillado, la sanidad, la enseñanza, el vino, el orden público, la irrigación, las carreteras y los baños públicos, ¿qué han hecho los romanos por nosotros?
–Nos han dado la paz…
–¿La paz? ¡Que te folle un pez!
La vida de Brian.
El latín es nuestra lengua madre y lo que hablamos actualmente deriva en una proporción enorme de esta lengua clásica que muchos consideran muerta pero sin duda, sigue muy viva en nuestro idioma. Qué duda cabe que la evolución de los idiomas ha dado hijos espléndidos e internacionales como el español y que las lenguas están en constante cambio por mucho que se intente anquilosar desde las instituciones. Pero siempre encontraremos vestigios de la madre dentro de nuestra lengua actual y si conocemos nuestro pasado o el porqué de nuestras expresiones, será más fácil expresarse correctamente.
Emilio del Río es un profesor logroñés de 55 años, licenciado en Filología Clásica por la Universidad C
“Latín lovers. La lengua que hablamos aunque no nos demos cuenta” es un libro diseccionado en capítulos que unen palabras y expresiones bajo una misma raíz latina. En él encontramos títulos como “Al pan, pan y al vino, vino”, “La liga de Campeones”, “De Espartaco a Grease” o “La guerra de las galaxias” que ya nos permiten entrever el tono informal y didáctico del mismo. Porque si algo tiene este libro es que nos cuenta algo que ya sabíamos, que todos seguimos hablando latín, pero de una manera entretenida, divertida y humorística que consigue que el libro enganche desde un primer momento.
Dentro del mismo, además, encontramos una crítica necesaria al sistema educativo actual, puesto que nuestra lengua madre está siendo desplazada desde hace tiempo por otras asignaturas y denostada por personas que menosprecian un idioma que es la base de nuestra cultura y cuyo conocimiento, además de por mero divertimento o erudición, nos ayuda a comprender mejor nuestras raíces, a hablar con mayor corrección o incluso a aprender mejor otros idiomas (tanto por la comprensión de las declinaciones como por la posibilidad de encontrar raíces comunes en las palabras que necesitamos aprender).
Se trata pues de un libro entretenido, educativo y de fácil lectura para cualquier nivel que nos hará un poco más sabios tanto para nuestro yo interior como para contar chascarrillos a nuestros amigos o llamar a las cosas con propiedad. ¿Quién, medianamente inquieto, no querría saber que las gambas, el jamón, el camarlengo y los camareros proceden de una única raíz común latina? El latín, este muerto, está muy vivo y con este libro, Emilio del Río, nos propone volver a unos orígenes que jamás debimos olvidar.
La foto de Emilio del Río es de su Twitter, podéis seguir su cuenta en: @emilio_delrio