So Blonde nos traslada a un Madrid plagado de sombras, planes con miles de años anotados al fondo del cráneo y el deseo de una apuesta atrevida: La Tríada – Canto Primero: Tierra. Publicado por Dolmen Editorial, se trata del primer título de la trilogía.
La acción se desarrolla a través de esquinas y callejones, para mostrarnos secretos que ningún folleto turístico conoce. Algo que solo se consigue callejeando, y que nos permitirá ser partícipes de una lucha entre arcángeles y demonios, capaces de usar todo para ganar el conflicto, ya sea magia o fuego, espadas o pistolas.
Advertencia: pueden desorientarte en las primeras páginas. Principalmente porque caes de bruces en un mundo que poco tiene que ver con lo que verdaderamente conoces, aunque parezca idéntico, y no hay contexto ninguno al que aferrarte para darle sentido a las cosas. La lógica sólo aparece con el avance de la historia, cuando los diálogos y los sucesos llenen los huecos pertinentes. El proceso puede ser agotador por el desarrollo lento de la historia, al menos hasta la mitad que es cuando coge carrerilla y todas las opciones parecen trenes a punto de chocar: lo que viene siendo un apocalipsis bien armado.
Blonde crea un panorama en el que las Nenas Malas no son tan malas ni los Chicos Buenos son tan buenos. Podría ser el clásico truco de darle la vuelta a la moneda y convertir a los villanos en héroes y viceversa, pero Blonde va un paso más allá. Los colores se entremezclan y todo se baña en una amplia escala de grises. O quizás todo el mundo se dedica a pringarse bien en el lodo, pero hay quienes lo reconocen y los que prefieren sacudirle la porquería a otro. Todas las piezas cobran forma según interactúan con el trío protagonista, Luz, Bel y Santi, quienes hábilmente van mostrando distintas caras de ellas según la historia evoluciona.
Una constante a la hora de poner en situación a las tres protagonistas está en la descripción del vestuario. Una decisión que va más allá de información de moda exhaustiva y que me mantuvo googleando durante toda la novela. No es solo dar más información sobre la personalidad de cada una de ellas a través de las prendas de ropa y los accesorios, que sí, se usan para eso. No, son armaduras. La descripción de cada prenda tiene la misma fortaleza que cuando se describe la armadura de una guerrera que va a enfrentarse al temible dragón que intenta tocarle las narices.
So Blonde aprovecha la ficción, la guerra milenaria entre sus personajes, para analizar algo más allá que sus batallas. Escribe una historia cruda, dolorosa y capaz de arrebatarle la respiración de un puñetazo a cualquiera que preste atención a sus palabras. Hay una violencia escalofriante en los seres sobrenaturales que describe, pero aún más horrendo es el horror cotidiano que se relata en cada página como eventos de fondo.
La primera parte de La Tríada reúne todas las piezas para contar un relato único en su especie, terrorífico en todas sus maneras y sazonado con una dosis de humor ácido nada común. Todo un reto para aquel lector que tenga ganas de algo diferente.
