Entre septiembre y noviembre Norma Editorial publicaba los dos tomos de “Color recipe”, una de las obras más representativas de Harada. Y con ella regresaba, tras diez años, al BL, género hasta ahora considerado algo tabú y en el que solo se aventuraban (con mucho acierto) editoriales como Milky Way o Tomodomo.
Pero la gran acogida que ha tenido en los últimos años ha conseguido que poco a poco más editoriales se atrevan a incorporar a su catálogo nuevos yaoi o shonen-ai, respondiendo a la gran acogida de un público cada vez más amplio.
Un BL cuanto menos atrevido
Norma Editorial ha entrado por la puerta grande con un manga que no dejará indiferente a nadie. En sus dos tomos se nos presenta a Shôkichi, un talentoso estilista cuyos problemas para socializar le suponen una tara a la hora de tratar con los clientes de la peluquería en la que trabaja. La llegada de Fukusuke, un chico con mucha labia que entra a trabajar en el mismo salón, no le pondrá las cosas más fáciles, pues no deja de tener experiencias desagradables con él. Pero cuando Fuku le ayuda en un momento de necesidad, la distancia entre ellos se irá acortando.
Puede que esta premisa aparentemente inocente os lleve a pensar en el clásico yaoi en el que chico conoce a chico y terminan queriéndose con brillos y corazoncitos de fondo, pero nada más lejos de la realidad. Tras unos primeros capítulos introductorios, la historia empieza a retorcerse y mostrar los primeros tonos de una oscuridad que se revela perturbadora cara al final del primer tomo. Y es que la de Fuku y Shô no es una relación bonita precisamente, sino un drama psicológico que lleva al lector a un viaje emocional en el que es difícil distinguir dónde está el límite.
“Color recipe” muestra sin tapujos, en toda su crudeza, un amor tóxico y retorcido. Explora y se recrea en las formas más dañinas del romance, y cuestiona sin posicionarse dónde están los límites del mismo.
Poco más puedo decir para no estropearos una trama cargada de giros y sorpresas como bofetadas. Personalmente me hubiese gustado un final más justo, pero el que nos brinda la autora es acorde con el tono del manga.
Los colores opuestos se atraen
Harada nos presenta a unos protagonistas sólidos, cuya personalidad gira en torno a una característica dominante que encuentra su opuesto en el otro. La silenciosa calma de Shô choca constantemente con el carisma magnético de Fuku, y es arrastrado una y otra vez por él en una espiral hipnótica para el lector. En este sentido, los colores de las portadas (que Norma ha mantenido de las originales) reflejan bien la esencia de ambos personajes.
Su desarrollo resulta así mismo interesante, pues en este manga no encontraremos blancos y negros, sino una amplia gama de grises en la que no es sencillo discernir el bien del mal. El resto del elenco se adapta también a esta pauta. Aunque algo más simples, los secundarios nos darán alguna que otra sorpresa.
Erótica y explícita
Así es “Color recipe”. Harada no se corta un pelo en mostrar escenas subidas de tono con todo lujo de detalles y, gracias a la cuidada edición de Norma, sin censura e incluso con algunas páginas a color. Así que los amantes del lemon pueden frotarse las manos, pues en este manga encontrarán sexo en abundancia y más que variado: del tierno y romántico, pero también del más duro y perturbador. De hecho, algunos de estos encuentros sexuales no serán del gusto de todo el mundo.
No apto para todos los públicos
Norma Editorial regresa con fuerza al panorama yaoi, con un manga oscuro y crudo, que no pasará desapercibido para los fans del género y que no dejará indiferente a nadie. “Color recipe” apuesta por el desarrollo de sus personajes, y huye de los temas trillados del BL para mostrarnos un drama psicológico y una relación tóxica como pocas.
Un manga que vale la pena leer si eres veterano en esto del yaoi. No obstante, como lectura de iniciación recomendaría alguna historia más suave. A menos, claro, que se busque este tipo de trama específicamente. En ese caso, adelante. Pero cuidado, porque en esta peluquería no todos los tintes son a gusto del cliente.