Llevamos algo más de una generación esperando a que Ubisoft decida dar el paso y rescatar a Prince of Persia del congelador pero, aunque últimamente Assassin´s Creed se ha distanciado bastante de las acrobacias típicas de la otra saga de Ubisoft, por ahora a los fans no nos queda otra que esperar algún anuncio al respecto.
Quizás sea ahora cuando conozcas está serie de juegos, pero las aventuras del desventurado príncipe comenzaron hace ya unos años, concretamente en 1989 cuando a un tal Jordan Mechner se le ocurrió filmar a su hermano corriendo, saltando, y haciendo movimientos… que precisamente fueron los que se le puso al protagonista del juego.
Jordan Mechner y el rotoscopio
Para las animaciones usadas en Prince of Persia, Mechner se pasó días estudiando vídeos y fotografías de su hermano David corriendo y saltando para después replicar las acciones en el juego. Las animaciones hasta entonces usadas en los videojuegos prácticamente no eran realistas.
El truco estaba en usar una técnica llamada “Rotoscopio”, que consiste en colocar dos imágenes sobre una placa circular oscura, cada una a un lado, y hacer rotar el círculo mediante dos cordeles situados en ambos costados. El rápido giro produce que, ópticamente, la ilusión de que ambas imágenes están juntas. Básicamente puede ser considerado como el precursor de la técnica de captura de movimientos.
Realmente, si se ve un juego anterior al primer Prince of Persia las animaciones no eran realistas. Ahora solo podemos imaginar la sensación de ver correr al príncipe con una gran fluidez en 1989; para esa época parecía que realmente estabas viendo una persona moverse.
La primera aventura del príncipe
El primer Prince of Persia se lanzó originalmente en 1989 y llego prácticamente a todos los ordenadores y consolas. Originalmente salió para el modelo Apple II, pero fue portado a Amiga, IBM PC, MasterSystem, NES, Game Boy…
La mejor versión fue para SNES, realmente una versión con más niveles y unos gráficos geniales, aparte de una dificultad endiablada claro, pero eso es otro tema…
El argumento del juego era el siguiente: el sultán, líder del país, está fuera ocupado con temas de guerra, en ese momento el visir, uno de sus consejeros, trata de hacerse con el poder. La princesa e hija del sultán es encarcelada y dispone de una hora para decidir si muere o si se casa con el visir. No obstante, un joven aventurero, amor verdadero de la princesa, andaba por allí y se entera de todo, cosa que el visir soluciona dejándola prisionera en las mazmorras. Pero claro, nosotros, manejando al joven aventurero, nos dispondremos a escapar y a recuperar a nuestra princesa.
El juego tiene una perspectiva en dos dimensiones. La acción se desarrolla desde una vista lateral, no obstante no existe desplazamiento de pantalla (scrolling), es decir, la pantalla no avanza con nosotros, si no que las pantallas son independientes las unas de las otras.
El protagonista debe sortear las trampas de cada «pantalla» para pasar a la siguiente, aunque no siempre en orden, dado que muchos niveles estaban diseñados como un laberinto.
No es posible salvar la partida, pero, por suerte existen puntos de control. Cuando el personaje muere, simplemente retorna a un punto preestablecido. No obstante, el tiempo que se haya consumido en el intento fallido no se recupera. El juego termina si transcurre una hora de tiempo real de juego sin que se haya liberado a la princesa. Es decir, que es bastante complicado pasárselo a a la primera, pero una vez ya te conoces los niveles es mucho más sencillo.
El protagonista comienza sin armas y con unos pocos puntos de vida. A lo largo del juego podrá equiparse con una espada y obtener mejoras de vida, que le servirán para enfrentarse a los enemigos del juego, que serán espadachines a las ordenes del malvado visir.
A destacar las ya famosas trampas que se crearon para la ocasión: los pinchos, las guillotinas que había que pasar corriendo o las salas que terminaban en un precipicio.
La versión de SNES disponía además de varios jefes finales excelentes. Quien no recuerda al gordo, a la mujer, al monstruo de 4 brazos o a tu propia sombra, en un combate realmente que daba que pensar…
La sombra y la llama
Nada menos que en 1994 apareció la segunda parte del juego, titulada Prince of Persia “The Shadow and the Flame”. En ella se nos explicaba que el príncipe, tras su luna de miel, es arrestado por…. ¡el príncipe de Persia!. Pues bien, resulta que el visir usando su magia negra, se transformo en el príncipe y convenció a todo el mundo que quien se fue de viaje con la princesa era un impostor. Es evidente que a nosotros nos tocará resolver el entuerto…
En el juego se daba un notable cambio a la ambientación, dado que la mayoría de los niveles transcurrían al aire libre, dejando a un lado los claustrofóbicos niveles de la primera parte del juego. Aparte, las fases eran más largas que en su antecesor y se podía grabar partida cuando y donde quisiéramos.
Los enemigos también suponían un notable cambio, podía haber muchos más enemigos por pantalla y añadiendo además enemigos que no eran los típicos espadachines y que no podíamos vencer por métodos “normales”.
Se incluyeron además elementos que distanciaban el juego de su antecesor, como convertirse en sombra, más transportes, un caballo, ambientación totalmente distinta entre niveles…
A título personal, prefiero la primera parte, al menos en su versión SNES, dado que me gustaba más la ambientación de mazmorras y demás, aparte, esta segunda parte no tenía una dificultad tan elevada, que demonios, me gustan duros.
El salto, más bien caída, a las 3D
En 1999, 10 años después del lanzamiento de la primera entrega, se lanzó Prince of Persia 3D y se produce el salto a las 3D de la saga con un estrepitoso fracaso.
En resumen: el juego no convence a nadie, así de simple. No debido a sus gráficos, sino a su desastrosa jugabilidad, tenía una cámara horrible, el control no respondía bien y, para colmo, era un juego muy fácil, cosa que no gustó a los admiradores de la saga.
La verdad es que tenía buenas ideas, como incluir varias armas, incluso un arco, y el hecho de ser un juego más violento, con decapitaciones y trampas más sangrientas.
Lo mejor del juego, la portada, ya que la contraportada nos ofrecía una mujer de muy buenas aptitudes, y que lo mejor del juego sea eso, pues bueno, imagínate.
¡Kakolukiya!
En 2003 y de la mano de Ubisoft, y con la colaboración de Jordan Mechner nos llegó el que muchos consideran el mejor juego de la saga: Las Arenas del Tiempo.
La historia comienza cuando un rey y su hijo (el príncipe) derrotan al Maharajah, el líder de un gran país, gracias a la traición de su visir. Entre los exóticos tesoros del Maharajah se encuentra un enorme reloj de arena (las arenas del tiempo) y una daga. Solamente el visir conoce el terrible poder de estos objetos, quien engaña al protagonista para que libere las arenas del tiempo.
Este acto convierte en criaturas de arena a casi todos los presentes, incluido el rey, padre del protagonista. La cosa no sale bien del todo para el visir, dado que el príncipe no se ve afectado por poseer la daga mágica, y la hija del Maharajah, Farah, tampoco, por poseer un amuleto mágico. Así que manos a la obra, ambos se ponen a deshacer el entuerto.
Observad que menciono a una mujer. Esa Farah será muy importante a lo largo de la aventura. Nos ayudará con su arco, nos dará pistas y, por encima de todo, influirá en el príncipe. Por cierto, jamás mataron a Farah jugando conmigo, no se si era inmortal, o es que tenía mucha vida, pero vamos…
Lo mejor de este Prince of Persiasin duda era la personalidad del príncipe. Continuamente estaba pensando y hablando “con nosotros”, mostrándonos sus sentimientos, desde la venganza hasta el amor y la pasión. Además, muchos momentos de humor en el juego, por las alocadas, para él, “opiniones liberales” de su compañera Farah.
Los movimientos del príncipe estuvieron influenciados por la película “Matrix”, el príncipe puede correr por las paredes y hacer mil y una acrobacias
La gran novedad del juego radica en la capacidad de manejar el tiempo, podemos volver hacía atrás, por si caemos en una trampa, hacer que vaya más rápido o usar poderosos ataques especiales. Esta manipulación viene dada por las conocidas arenas, las cuales obteníamos al eliminar enemigos, que solo podían ser eliminados mediante un “fatality” para clavar la daga mágica en ellos. Los combates por cierto fueron mejorados, dado que nuestro príncipe disponía de más ataques y variedad de combinaciones.
Lo que sí es cierto, el único poder útil era el de volver hacia atrás en el tiempo, el resto, sin contar los ataques especiales, sirven de poco, ¿de que vale mover al enemigo más lentos si yo también me muevo más lento?.
La banda sonora del juego, así como todo el apartado sonoro, era sobresaliente. La B.S.O., de corte arábiga, así como un genial doblaje al castellano, hicieron de este juego una sensacional experiencia para los oídos.
La gente considera este juego como el verdadero salto a las 3D de la saga, y no es para menos, por que el juego es excelente en todos sus aspectos.
Por cierto, si queréis saber que significa “Kakolukiya”, vais a tener que jugarlo.
Prince “Rolling Stones” Persia
Tras el éxito (tremendo éxito) de Las Arenas del Tiempo, Ubisoft se animó a lanzar, la digamos “segunda parte” de la saga. Esta fue Warrior Within, llamado aquí en España “El alma del guerrero”.
Tenerlo claro: el juego no me gusta nada, pero ni a mí, ni a muchos fans de la saga, incluso no gustó a quienes se engancharon a la saga con “Las Arenas del Tiempo”. Pero ojo, el juego no es malo, ni mucho menos, pero se establecieron una serie de cambios que no gusto a nadie, si bien es cierto que tenía detalles buenos.
Lo primero: la música. La B.S.O. era Heavy Metal, obviando toda la genial, impresionante y sublime banda sonora de la primera parte, la cual se adaptaba mucho más a la ambientación del juego.
Lo segundo: el doblaje. La voz del príncipe cambió, si bien, a mi juicio, fue para bien, dado que se le dio un tono más “adulto”, más acorde con su edad. Eso sí, podían haberle puesto más frases, porque solo tiene 3 o 4. La VOZ, en mayúsculas, es la de cierto personaje del juego, la emperatriz del tiempo, la cual goza de uno de los doblajes más mediocres que nunca se han visto. ¿Que nos revela su malvado plan?, pues nada, como si estuviera leyendo un periódico.
El apartado sonoro era realmente decepcionante, muy decepcionante, y es una lástima por que un juego que entraba tan bien por los oídos de uno como Las Arenas del tiempo.
En cuanto al juego, la importancia de las trampas y las plataformas era menor, ahora tenía más importancia los combates, con nuevas y abrumadoras posibilidades, así como más uso de los poderes del tiempo. Los combates estaban realmente muy mejorados, eso tenemos que reconocerlo.
Pero claro, el juego perdió su esencia, dado que se convirtió en un beat’em up, y no se parecía tanto a las anteriores entregas de la saga.
El argumento tiene relación con Prince of Persia: Las arenas del Tiempo. El protagonista es perseguido por el Dahaka, el guardián de la línea del tiempo, por culpa de su desliz con las arenas del tiempo el destino del príncipe es morir; algo normal, dado que realmente los sucesos del primer juego no tendrían que haber pasado, pero los viajes temporales ya se saben, trastocan el universo y eso… El príncipe viaja a una isla en la cual se supone, debería de estar su solución.
A rey muerto rey puesto
Los viajes temporales son un cachondeo, sí, imaginaos el careto que se le queda al príncipe cuando vuelve de la isla de la segunda parte para darse cuenta de que su ciudad está en ruinas y un poderoso enemigo a regresado… claro, él tendría que estar muerto, pero como creó las arenas, como derrotó al Dahaka, como hizo X cosa pues… en fin, el lío ya está hecho, personajes que deberían estar muertos vuelven a la vida, o al revés… esto pasa en Las Dos Coronas, la última entrega que cierra la trilogía del embrollo de las arenas del tiempo.
La mayor novedad de este juego era la capacidad del príncipe de transformarse en una versión oscura, corrupta y más mortal que sí mismo. Esto sucede a raíz de un giro argumental al principio de la aventura. Este “príncipe oscuro” nos acompaña, a veces dando consejos o a veces insultando. A destacar los grandes momentos de humor del juego, todos protagonizados por esta versión del príncipe.
El juego, gracias a dios, combinó lo mejor de Las Arenas del Tiempo con El Alma del Guerrero, es decir, muchas plataformas y menos combates, pero estos combates eran excelentes, con multitud de posibilidades y el añadido del alter-ego del príncipe, que podía manejar un látigo mucho más efectivo que las armas del príncipe. Eso sí, la versión oscura del protagonista se iba muriendo a no ser que matáramos enemigos.
En el juego aparecía de nuevo Farah, la cual nos ayudaba de nuevo en la aventura, y presentaba además un aspecto más propio de juegos como Dead or Alive, no se si me entendéis. Además introducía las carreras de caballos, bastante duras por cierto, pero muy divertidas, así como enormes jefes finales duros de pelar.
El apartado sonoro volvía a ser excelente, como en la primera parte, con un doblaje y unos efectos geniales.
Las batallas de un príncipe
En 2005 apareció un curioso juego para Nintendo DS basado en Prince of Persia: un juego de cartas. La trama se centra en el Príncipe, quien tratando de liberarse a sí mismo del Dahaka, accidentalmente detona una guerra entre Persia y la India al dejar libre un antiguo mal que ha dejado mucha muerte y destrucción. Los jugadores no sólo podrán jugar desde la perspectiva del Príncipe, sino también desde la de diversos generales que tienen diferentes funciones en los conflictos de las naciones.
Este juego pasó sin pena ni gloria por nuestras consolas.
A guantazo limpio
Rival Swords, una versión con añadidos “extra” de Las Dos Coronas, ha llegado ahora en PSP y Wii. Evidentemente, lo mejor es sin duda las posibilidades del mando de Wii, con el cual podremos realizar todos los ataques del príncipe con el mando.