Se viene observando en las redes sociales que cada vez más niños, y cada vez más pequeños, empiezan a estar cansados de tanto encierro forzoso en sus casas. Cansancio que manifiestan abiertamente en vídeos que cuelgan sus padres y hermanos mayores en Instagram, YouTube, Facebook… y que difunden por Twitter o WhatsApp. Se está fraguando, como ha dicho un famoso periodista radiofónico en tono irónico, la “revolución de los españolitos”.
Cómo entretener a los hijos durante el confinamiento se está convirtiendo en un problema que trasciende del ámbito meramente familiar. Después de tanto tiempo de confinamiento, hasta las autoridades se plantean dar un respiro a los más pequeños de la casa y permitir alguna salida a los parques y calles, a jugar y tomar el sol, aunque sea por un tiempo breve. Pero también hay que ofrecerles más alternativas de entretenimientos y juegos.
Existen métodos y opciones para hacer que la forzosa permanencia en casa sea más llevadera para los pequeños del hogar. Además de los videojuegos y el uso de terminales tecnológicos, se pueden rescatar pasatiempos, juegos y juguetes más tradicionales, como una pista de Scalextric, cuyo indudable valor quizás hayamos dejado aparte, al permitir que nuestros hijos se queden fascinados, casi hipnotizados por la atracción tecnológica que sienten ante otros juegos sofisticados a través de una pantalla.
Juegos más creativos
La tecnología es muy importante y forma parte indisoluble de nuestras vidas. De esto no hay duda. Pero la tecnología hace al niño un sujeto pasivo del juego, más que activo. Quizás sea el momento de recuperar otros juegos tecnológicos más tradicionales, que en tiempos fueron los primeros en salir al mercado, menos sofisticados, pero más creativos y que enseñan al niño, jugando, unas destrezas y habilidades que sin ellos podrían pasar desapercibidas.
Por esto, aunque estas formas de entretenimiento sean más clásicas, pueden ser incluso más divertidas que los avanzados juegos informáticos o robotizados.
Un ejemplo claro son los circuitos slot, basados en el modelismo. Se trata de maquetas de autopistas en miniatura, que conformaban circuitos en los que se desarrollan competiciones de lo que se dio en llamar “fórmula de salón” y que llegó a ser considerado como un deporte competitivo. Los circuitos slot se pueden ensamblar y configurar de diferentes maneras, para que el circuito adopte diferentes recorridos y formatos. Son piezas como las que se pueden encontrar en https://slot4ever.com/10-coches-de-scalextric.
Maquetas a escala
En los circuitos slot se disponen maquetas a escala de toda clase de coches de competición, equipados con motores eléctricos en miniatura, capaces de alcanzar altas velocidades por las pistas (circuito slot), que presentaban unas ranuras especialmente diseñadas para alimentar de electricidad a los bólidos. De ahí su nombre de circuito slot, palabra inglesa que significa ranura.
Los elementos de un circuito slot son una pista, al menos un coche en miniatura, un transformador o fuente de alimentación eléctrica y un mando controlador.
Jugando, los chavales aprenden a manejar a distancia sus coches, tratando de que corran lo más rápido posible sin que se salga del carril o ranura (slot) por excesiva velocidad y no cont5rolar al coche en cambios de rasante o en las curvas.
Para todas las edades
Los pequeños se divierten a lo grande con estos juegos, a la par que desarrollan buenos reflejos y capacidades de cálculo espacio-temporal. Se trata de un juego que tuvo un importante éxito en los años sesenta del siglo pasado en España, aunque en otros países su uso se remontaba al año 1952.
Tienen la ventaja de que son juegos para todas las edades, y que los niños pueden competir con sus hermanos mayores y con sus padres, que se lo pasarán igualmente bien y que además recordaran sus tiempos de infancia.