De un tiempo a esta parte, los juegos han ido dejado a un lado las opciones de multijugador local para centrarse en el online y, aunque ha dado lugar a partidas divertidísimas con nuestros amigos desde cualquier rincón del mundo, se echa en falta juegos que permitan pasar la tarde jugando en el mismo sofá. Por suerte, propuestas como los de la franquicia LEGO o fenómenos como Overcooked están devolviendo a la vida el multijugador a pantalla dividida.

Estos últimos años, Overcooked ha conseguido abrir un hueco en las bibliotecas de muchos jugadores gracias a su propuesta cooperativa para un máximo de cuatro jugadores. El título nos ofrece la oportunidad de preparar todo tipo de recetas que debemos entregar en el menor tiempo posible mientras superamos obstáculos y trampas en escenarios sorprendentes y Moving Out nos ofrece exactamente eso, pero sustituyendo los fogones por un camión de mudanzas.

Fulanos Adiestrados en la Reubicación de Trastos

Aunque Moving Out puede jugarse en solitario, el título está especialmente pensado para que un grupo de entre dos y cuatro jugadores colaboren entre sí para sacar adelante los encargos de la empresa Fulanos Adiestrados en la Reubicación de Trastos (F.A.R.T). En la práctica, Moving Out nos ofrece 50 niveles de dificultad creciente en el que tendremos que trasladar muebles en el menor tiempo posible para conseguir una medalla de oro, plata o bronce.

En cada uno de los niveles tendremos que trasladar un número determinado de objetos y hacer frente a una serie de problemas que al principio resultarán sencillos pero que, con el paso del tiempo, nos obligarán a tirar de ingenio y habilidad si queremos superar el nivel con éxito. Así, por ejemplo, uno de los primeros niveles tendremos que hacer la mudanza de una casa con una gran piscina y tendremos que lanzar los objetos de una parte a otra evitando que caigan al agua para que no nos penalicen. Poco después, tendremos que terminar la mudanza de una casa con un pasillo muy estrecho en el que mover los objetos grandes será terriblemente complicado y tendremos que coordinarnos a la perfección con nuestros compañeros para llevarlos hasta el camión.

Los objetos y muebles que tenemos que trasladar pueden ir desde una pequeña tostadora, una lampara de noche o una pelota de fútbol hasta un sofa de cuatro plazas, un frigorifico o una cama de matrimonio. Dependiendo del peso y del tamaño del objeto lo podremos mover con mayor o menor facilidad y, en el caso de los más pesados, necesitaremos la ayuda de un segundo jugador para poder moverlo hasta el camión.

Pero lo más divertido de toda la propuesta de Moving Out no consiste en mover los objetos hasta el camión, si no destruir el escenario a nuestro alrededor para hacerlo en el menor tiempo posible. Por ejemplo, si tenemos que hacer la mudanza de los objetos de un segundo piso, podemos optar por bajarlos uno a uno por las escaleras o romper la ventana y lanzarlos directamente desde la habitación hasta el camión. En algunos casos, podremos ayudarnos de un segundo jugador para lanzar con muebles con más fuerza y hacer que vuelen varios metros hasta caer en la zona que nos interese y, es que, como ya dice el dueño de la empresa “Nos pagan por transportar muebles, pero nadie dijo que tuvieran que estar perfectos”.

Cuando empezamos a dominar las herramientas que nos ofrece el juego, seremos conscientes del potencial que tiene Moving Out. Coordinarse con otros jugadores para sacar por una puerta estrecha un mueble gigantesco, lanzar objetos frágiles por la ventana mientras otro jugador intenta atraparlos al vuelo mientras caen hacia el jardín o arrancar la puerta de la entrada para que otros jugadores puedan moverse con más facilidad es tremendamente divertido.

En lo que respecta a la duración y rejugabilidad del título, cada uno de los 50 niveles cuenta con una clasificación que va de bronce a oro y, además, cada nivel cuenta con tres misiones secundarias que solo podremos ver una vez que completemos el nivel por primera vez, por lo que tendremos que repetir cada fase varias veces si queremos completar el juego al 100%. Además, con cada objetivo secundario completado recibiremos una moneda que podremos canjear en unas máquinas arcade para acceder a desafíos y niveles especialmente complicados, por lo que hay juego para rato.

Moving Out también bebe del editor de personajes de Overcooked. Desde el primer momento desbloquearemos todo tipo de skins que van desde niños adorables hasta extraterrestres, monstruos o mapaches. Tendremos toda una colección de personajes con los que podremos destruir los objetos personales y más valiosos de nuestros clientes.

A nivel visual, Moving Out nos ha sorprendido para bien. En Fantasymundo hemos podido jugarlo en una Nintendo Switch y el rendimiento se mantiene estable en todo momento incluso jugando cuatro personas de forma simultánea, algo fundamental en juegos de este estilo en los que la habilidad y la precisión juegan un papel clave cuando buscamos obtener las mejores marcas en el cronómetro.

El diseño de los escenarios está medido al milímetro para que la experiencia de juego sea la mejor y la variedad de zonas por las que pasaremos nos ha sorprendido gratamente. Durante las primeras horas pensamos que nos limitaríamos a pasar de una casa a otra, pero con el paso del tiempo el juego nos ha presentado todo tipo de escenarios que no desvelaremos para no entrar en el terreno del spoiler pero adelantamos que hay mucha más variedad de la que pueda parecer.

En lo que respecta a la banda sonora, Moving Out cuenta con una selección de temas alegres y dinámicos que se adaptan a la perfección a la temática del juego. Además, todos los textos del juego han sido traducidos al castellano, por lo que todos podrán seguir las líneas de dialogo sin ningún problema.

Conclusiones sobre Moving Out

Moving Out nos ha sorprendido gratamente. Comenzamos a jugar con una ceja levantada ante su gran parecido con Overcooked, pero lo cierto es que sus mecánicas son los suficientemente variadas y divertidas como para convertirse en un auténtico éxito.

Su modo multijugador es tremendamente adictivo y la rejugabilidad de sus niveles permitirán que pasemos muchas horas luchando para completar el juego al 100% mientras gritamos y nos peleamos con nuestros amigos en la misma habitación.

Luis Collado
Director de la sección de videojuegos. Economista especializado en marketing. Hablo de videojuegos, cine y libros siempre que puedo.

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