Los fans de los juegos de puzles están viviendo una época dorada. Desde que Valve lanzó Portal en el ya lejano año 2007, muchos estudios han adaptado la formula del videojuego de portales para dar rienda suelta a su creatividad creando mundos en los que es necesario resolver un puzle a cada paso.
Juegos como Q.U.B.E. y su secuela, The Witness o The Turing Test on solo algunos ejemplos de experiencias que han sabido llevar la resolución de puzles a un nuevo nivel. Ahora, siguiendo la tónica de todas estas propuestas, el estudio valenciano Mighty Polygon trae Relicta a Xbox One, PlayStation 4 y PC para demostrar que aun queda espacio para seguir innovando dentro del género.
Terraformando la Luna
Lo primero que destaca en Relicta es que, a diferencia de otros muchos títulos del género, aquí seremos participes de una historia más compleja que va mucho más allá de una voz en off que nos acompaña mientras resolvemos puzles. El juego está ambientando en el año 2120 y, para entonces, los humanos han sido capaces de terraformar la Luna creando grandes bosques, praderas, desiertos y otros biomas que son completamente compatibles con la vida humana. Nuestra protagonista es Angelica Patel, una científica que trabaja para la empresa que se ha encargado de la terraformación y que, al comenzar el juego, descubre que hay varios secretos oscuros que debe investigar.
Aunque la trama no es sobresaliente, lo cierto es que es lo suficientemente interesante como para mantenernos enganchados durante las 10 – 12 horas que tardaremos en completar Relicta. Los giros de guion y los lazos familiares son dos de las piezas clave que aprovecha el juego para seguir introduciendo nuevos elementos a la trama.
Jugando con cubos
Dejando a un lado la historia, Relicta se caracteriza por ser un juego en primera persona en el que, al igual que Q.U.B.E., nos ofrece unos guantes con tecnología avanzada que podemos utilizar para manipular unos cubos con los que podremos ir resolviendo todo tipo de puzles.
Poco tiempo después de empezar a jugar, descubriremos que los guantes nos permiten manipular la polaridad de los guantes y jugar con el concepto de que los polos iguales se repelen y los distintos se atraen. Así, teniendo siempre visible la polaridad de cada cubo, tendremos que cambiar la polaridad de los mismos para lanzarlos en direcciones contrarias o atraerlos hacia zonas a las que no podemos llegar a pie.
Junto a la capacidad de cambiar la polaridad de los cubos tenemos otras opciones como modificar su gravedad para hacerlos flotar o utilizar robots para activar mecanismos concretos del escenario. El juego continúa introduciendo nuevas mecánicas durante todo su desarrollo, pero la finalidad siempre es la misma: abrirnos paso hasta el siguiente puzle siguiendo un desarrollo lineal de principio a fin.
Desafíos originales
Aunque pueda parecer que esto ya lo hemos visto en otros juegos, lo cierto es que la combinación de todas estas mecánicas nos mantiene atrapados durante todo el juego. Jugar con la gravedad y la polaridad de los cubos para crear ascensores con los que llegar a zonas más altas, lanzar un cubo a toda velocidad por encima de varios obstáculos y, en definitiva, resolver pruebas que parecían imposibles cuando las vimos por primera vez, es tan satisfactorio como debería serlo.
El único problema que hemos encontrado tiene que ver con la dificultad de las pruebas en el último tercio del juego. Llegados a un momento concreto de la aventura, empezaremos a encontrar puzles muy complicados junto a otros extremadamente sencillos. Esto provoca que la sensación de progresión y de aprendizaje que sentíamos durante las primeras horas de juego se desvanezca por completo hacia el final y se sustituya por frustración en algunos momentos en los que parece que la prueba no tiene una solución viable.
Explora la Luna
A nivel técnico, tenemos que aplaudir la decisión de Mighty Polygon de alejarse por completo de los laboratorios asépticos que hemos podido ver en Portal, Q.U.B.E. y otros tantos juegos similares. En su lugar, exploraremos varios biomas distintos que, sin sorprender en ningún momento, al menos nos ofrecen un escenario más vistoso y variado que el de otras propuestas similares. Los escenarios siguen limitados a pequeños pasillos por los que movernos y se alejan de la completa libertad de la que disfrutamos en The Witness pero, aun así, se agradece el cambio.
En lo que respecta al aparado sonoro, Relicta cuenta con voces en inglés y textos en completo castellano, por lo que nadie tendrá problemas a la hora de seguir la historia. En lo que respecta a la banda sonora, el juego dispone de varios temas ambientales relajantes que se adaptan a la perfección a la jugabilidad pausada del título y acompañan a la perfección en todo momento.
Conclusiones de Relicta
Relicta ha demostrado ser capaz de codearse con otros referentes del género como The Turing Test o Q.U.B.E. La variedad de puzles y lo divertido de sus mecánicas consiguen que las 12 horas que puede llegar a durar el juego no se hagan pesadas ni repetitivas en ningún momento.
Si estabas buscando un juego con el que pasar estas últimas tardes de verano, aquí tienes una opción perfecta.
