Nuts es muy característico, sobre todo si empezamos a fijarnos en todos los detalles. El ambiente colorido y misterioso nos entra por los ojos nada más ver unas imágenes. Si nos gustan los walking simulator, esta entrega nos mantendrá entretenidos unas cuantas horas. El bosque nos ofrece una profundidad vasta, por lo que tendremos bastantes ganas de explorar los diferentes rincones.
Una idea «original», fotografiar cosas
Si bien es cierto que tenemos otros referentes a la hora de tomar fotos (el ejemplo más similar es Pokémon Snap, pero si nos vamos un poco más allá tenemos clásicos como Project Zero o esas misiones de reconocimiento en el barco de Metal Gear Solid 2), es cierto que no tenemos una oferta tan desorbitada como para no probarlo.
Nuts es muy bonito a la vista, ese contraste de colores en un mundo que parece estar vacío de otras personas, pero en todo momento vivo por la naturaleza, enamora. Nuestro trabajo en medio de este idílico paraje es el de conseguir pruebas que demuestren que el bosque Melmoth está siendo atacado por las empresas. En concreto, la empresa Panorama tiene planes urbanísticos para destruir este bosque, fruto de miles de años de crecimiento. Después de un intento fallido para construir una presa, el nuevo intento es el de construir un complejo residencial a gran escala, una aberración a la naturaleza.
Qué es lo que nosotros podemos hacer
Nuestra finalidad en Nuts es la de documentar mediante una investigación científica que el bosque está plagado de vida. Para ello tenemos cámaras de fotos y de seguridad, mucha paciencia y una buena tarea de seguimiento, para conseguir pruebas veraces de las ardillas. La finalidad es demostrar que estas ardillas de una especie protegida habita en el bosque, y la acción de Panorama sería perjudicial, por lo que se hará llegar a las autoridades pertinentes para luchar por ellas.
Tenemos algo más que nuestras cámaras, pero tampoco demasiado. Resguardándonos en una caravana que ha visto mejores días, tendremos acceso a un teléfono con fax, un tablón de corcho y el sistema de vigilancia. Nuestra misión es encontrar a esas ardillas, y procurando causar el menor impacto posible, documentar su existencia y sus hábitos. Tendremos que seguir su rastro para dar con ellas, para poder conocer hacia dónde se dirigen cuando se va el sol, dar a conocer el lugar en el que guardan sus provisiones y en general, observar su estilo de vida.
Sin prisas, sin ataduras, disfrutando de la rutina
Nuts es muy claro en su finalidad, que es la de documentar a las ardillas. El problema radica en que quizás se nos haga un poco cansino repetir una y otra vez lo mismo, revisando las cintas y buscando mejores zonas para filmar. Durante los 6 capítulos que lo componen iremos mejorando nuestra técnica y aprenderemos a observar para emplazar nuestras cámaras. Las ardillas tienen un recorrido marcado, por lo que la dificultad una vez encontremos el patrón es bastante reducida, si bien es cierto que los obstáculos de la naturaleza nos harán jugar con los ángulos de grabación.
Si eres un poco avispado sabrás interpretar los movimientos de las ardillas, pero también podemos ir de listos y emplazar una cámara apuntando hacia la nada. La observación y la exploración es importante, pero como ya digo la falta de variedad en la ruta hace que sea algo triste de documentar. Si nos la pegamos bien, podremos completar cada capítulo en una noche, aunque como dijimos arriba no tenemos ningún tiempo límite, por lo que emplearemos las noches que nos hagan falta.
Existen nidos muy rebuscados, unos escondites bien posicionados que nos pueden llegar a hacer sudar si no estamos al loro. El entorno abierto juega a su favor, aunque el rastro de las ardillas no se aleja demasiado desde nuestra posición (obviamente el mapeado no es Skyrim, sino menuda locura). Como punto negativo, la rejugabilidad es casi nula si recuerdas los puntos concretos, ya que la conducta de las ardillas no se modifica. Podremos rejugarlo por placer, pero sin esperar sorpresas nuevas.
¿A qué me suena esto?
Pues sí, estás en lo correcto si piensas que esto ya lo has visto porque Nuts es muy similar a ciertos juegos, los cuales toma de inspiración, añadiéndolos en un ambiente minimalista. Obviamente a todos nos viene a la mente las similitudes con Firewatch, tanto en entornos como por la investigación. Referente a la investigación, tenemos unos agradecimientos a Lucas Pope, mente detrás de Return of the Obra Dinn.
Y es que el plantel que se junta para Nuts es muy interesante, dentro del panorama de lo indie. Tenemos a Pol Clarissou (artista de Orchids to Dusk), Charlene Putney (Divinity Original Sin 2), Almut Schwacke (encargado de sonido de The Curious Expedition) y un diseño de niveles de Torfi Ásgeirsson (Triple Agent). Su director principal es Joon Van Hove, y esta es su obra materializada.
Apartado artístico
Nuts es muy cuidadoso en su apartado artístico, ofreciendo una belleza minimalista difícil de ver hoy en día. Soy un fiel defensor del pixel-art, pero esa sensación de simpleza también me enamora. Incluso en su página web oficial podemos esa sensación minimalista que lo caracteriza. La paleta de colores que maneja el juego va cambiando conforme avanzamos en los días, y las noches se viven a través de las cámaras. Esto es muy interesante porque los colores pasan a estar en negativo, dando una mayor sensación de oscuridad.
Además de recibir llamadas de teléfono, tenemos la posibilidad de oír cintas de la propia autoría de Nina Scholz, que ya realizó expediciones por ahí. Hasta las texturas de esas cintas está mimada, así como el aspecto sonoro del juego (solo escuchamos su voz, ni siquiera la nuestra). También es digno de mencionar la animación de las ardillas, el sonido ambiental de la naturaleza y como ya hemos dicho con anterioridad, la contraposición de los colores. El contraste entre minimalismo y detalle es hipnótico.
Conclusiones
Nuts es bonito, una delicia visual. Su apartado minimalista en la naturaleza hace que estés deseando de jugar. Por desgracia, las mecánicas del primer minuto son todas las que encontrarás, aportando más bien poco conforme pasan los días. Espiar a las ardillas mola, pero su recorrido no cambia, por lo que se hace repetitivo una vez conozcas el truco. Esto es un punto muy negativo a la hora de su rejugabilidad, siendo prácticamente nula en cuanto a desafíos, solo lo rejugaremos por placer visual.
La historia la verdad es que no es muy buena, y tendremos que tener cuidado con los guardados ya que no respeta el dejar un capítulo a medias. Es bonito, es diferente, es minimalista y es genial poder explorar sin presiones. ¿Es para ti?