Teníamos muchas ganas de jugar a R-Type Final 2, la secuela de la entrega que pudimos disfrutar en PS2 en 2004. 17 años hemos esperado para este momento, así que algo de ganas sí que le teníamos. Desde su página web tenemos acceso a una buena galería que nos sirve para ir abriendo boca.
Entrando un poco en los detalles, el estudio independiente que lleva a cabo esta obra es Granzella. Varios de los integrantes de este estudio son personal que trabajaba en Irem, creadores originales de R-Type, por lo que la nostalgia se acrecienta. Gracias a una más que satisfactoria iniciativa en kickstarter, se consiguió recaudar más del doble de la meta, llegando a superar los 900.000$. Eso significa que existe más de uno como yo que tenía ganas de volver a pilotar.
Hemos tenido pocas entregas buenas después de Sine Mora, Aegis Wing o Super Hydorah si barremos hacia el territorio nacional, por lo que se agradece la vuelta de uno de los grandes del género. Personalmente sigo esperando una buena recopilación de viejas glorias, porque dudo muchísimo que se lance un nuevo Gradius o un glorioso Parodius. Si los números acompañan a esta entrega quizás lleguen a planteárselo, ahora que la nostalgia pega fuerte.
Pero qué es R-Type
No todos hemos tenido la suerte de poder disfrutar de una de estas entregas, ya sea por desconocimiento o porque no les atrae. El género en cuestión es un shoot’em up de desplazamiento lateral, coloquialmente acortado como shmup. Dentro de esta categoría existe una más extrema denominada bullet hell, y aunque seguro que existen muchas entregas más extremas a mí siempre me gusta recordar con cariño Ikaruga. Quizás no sea el más fácil, ni el más difícil, pero esa polaridad de colores hace que sea difícil de olvidar.
Por lo general, los niveles de estos juegos comienzan siendo algo más benévolos, pero cualquier error por mínimo que sea acaba pagándose caro. La curva de aprendizaje es bastante buena, pero es cierto que tenemos que estar bien dotados de reflejos y a veces tener un poquito de suerte para evitar nuestra explosión.
Su apartado gráfico se ve espectacular
Hay que elogiar el trabajo que han llevado a cabo los chicos de Granzella. El juego se ve de una manera increíble, además de sorprendernos con una intro muy cuidada. Obviamente es el juego más currado en cuanto a producción, gracias a los tiempos que corren, y se nota en cada uno de los detalles: efectos lumínicos, explosiones, partículas, la fluidez con que se mueve todo en pantalla… Además de contar con un apartado sonoro espléndido, el cual intuíamos que obviamente la banda sonora iba a destacar, pero los efectos sonoros tampoco se quedan atrás.
Para comenzar nuestra aventura tenemos a nuestra disposición tres naves diferentes, cada una de ellas pensada para actuar de una manera singular. Las armas que podemos portar y algunas de sus características modificarán nuestra forma de jugar, por lo que debemos manejarnos bien con cada una de ellas dependiendo del nivel. Según vamos avanzando, desbloquearemos una ingente cantidad de naves para pilotar, personalizables a su medida.
Así que dispara y a correr, ¿no?
Algunos te dirán que lo más importante es acabar con todo lo que se mueve en pantalla. Personalmente creo que no es una buena opción, ya que nuestra finalidad es sobrevivir, no necesitamos destruir todos los peligros. Obviamente tendremos que acabar con lo que se nos ponga en nuestro camino, pero no debemos olvidar el alto grado de dificultad que R-Type Final 2 nos ofrece. Es verdad que podemos elegir entre distintas opciones de dificultad, pero aunque elijas la más baja deberás estar atento y con los reflejos al máximo.
Para acabar con todas las amenazas tenemos un arsenal muy variado, como rayos láser que pueden rebotar, misiles, pequeños satélites que nos ofrecen fuego secundario, y por supuesto la funcionalidad de la Fuerza. Esta función es muy útil ya que podemos elegir varias opciones de ayuda, tales como dejarlo suelto por la pantalla, acoplarlo a nuestra nave para potenciar nuestros disparos o disparar hacia atrás, y por supuesto utilizarlo como escudo.
La opción de la Fuerza es muy versátil y se debe usar de una manera inteligente, ya que desaprovechar estas ocasiones puede ser la diferencia entre terminar un nivel o explotar por el camino. Ese punto táctico es muy importante y a veces tendremos que reconocer el nivel para elegir dónde y cómo usarlo.
La rejugabilidad es abrumadora
Para terminar el título tendremos que superar varias rutas, y según decidamos nuestro camino tendremos que volver para habilitar todas las variantes. Esto son muchas horas de disparos y explosiones, pero es que desde Granzella se comprometen a sacar más contenido durante los próximos dos años. Tendremos R-Type Final 2 para rato, y yo que me alegro.
En total tenemos 101 naves distintas, que incluyen modelos clásicos y versiones especiales que provienen de los distintos juegos de la saga. Sí que es cierto que de los 99 modelos algunos son imposibles de desbloquear si no participamos en su kickstarter, pero quizás con el tiempo ese detalle se remedie. Hablando de la rejugabilidad, para desbloquear las naves necesitaremos materiales, por lo que más te vale sentirte cómodo en la mayoría de los niveles para recolectar todos los posibles.
Conclusiones
R-Type Final 2 es lo que esperaba más de uno como yo. Su jugabilidad es muy exigente, pero antaño también lo era. La fluidez de movimiento y la belleza que emana su aspecto gráfico son una delicia que acompaña a su aspecto sonoro. La rejugabilidad es algo esencial, teniendo diferentes rutas para explorar, que se ampliarán durante los próximos 2 años desde su lanzamiento.
Puede que los jefes no sean tan impresionantes como en otros juegos, pero a mí es un detalle que no me molesta. La curva de dificultad es buena aunque severa, y los puntos de control tienen la pega de dejarnos expuestos sin mejoras en el centro de la batalla. Personalmente creo que el juego se ve genial, se mueve genial y ofrece un buen puñado de horas jugables, sobre todo contando todas las muertes que tendremos que afrontar por el camino.
