Arc System nos trae una nueva entrega de su veterana saga de luchas, dejando a Strive como la más espectacular, potente y a la vez accesible de todas.
El equipo de Arc System Works lleva años siendo sobre todo conocidos por sus geniales títulos de lucha, siendo algunos de los más recientes Blazblue Central Fiction, Dragon Ball FighterZ o Granblue Fantasy Versus. La última entrega de Guilty Gear, su saga quizás más conocida, la recibimos en 2017 con Xrd Rev2, la cual saltó de los sprites 2D a unos increíbles gráficos 3D en Playstation 3, 4 y PC. Ahora, y con la experiencia ganada con Dragon Ball y Granblue, nos presentan Strive, una nueva entrega de la saga de Sol Badguy y compañía que intenta acercarse a nuevos jugadores a la vez que se mantiene interesante para los habituales. Todo ello envuelto en un apartado audiovisual increíble.
Puliendo un trabajo impecable
Para conseguir esa accesibilidad, los combates de Guilty Gear se han visto modificados ligeramente, acercándose a lo que podemos ver actualmente en Street Fighter: Se dejan a un lado los combos largos y complicados y se sustituyen por golpes que hacen más daño y tienen más peso, haciendo que ya no sea necesario conocer al dedillo los combos de los personajes para tener una mínima oportunidad contra la CPU en niveles altos o contra jugadores online. Una vez más se utiliza el mantra de “fácil de aprender, difícil de dominar”
Por otro lado, esta nueva entrega muestra un estilo totalmente espectacular, y esto se deja ver en cada elemento del juego: Desde los menús e interfaces a los diseños de enorme personalidad de cada personaje. Animaciones de intro muy detalladas, ataques medidos con precisión, efectos especiales… Sin olvidarnos de la potentísima banda sonora a ritmo de heavy metal que se han marcado y que desde ya advertimos que nos ha enamorado.
What do you fight for
Volviendo al sistema de combate, el sistema base de juego no ha cambiado mucho. Contamos con golpes rápidos y lentos, patadas, y los clásicos Supers y Overdrives que se realizan mediante medias lunas y pueden cambiar por completo el resultado del combate en un momento. Tendremos un total de 15 personajes para elegir, con Nagoriyuki y Giovanna como los recién incorporados. El primero es un samurai cuya katana le permite absorber la sangre del adversario, mientras que la segunda es la escolta del presidente de EEUU y cuenta con la ayuda de un espíritu lobo. En general todos los luchadores tienen un estilo muy diferenciado, lo que permite que podamos ir probándolos hasta que encontremos el que más se adecúe a nuestros gustos. Los luchadores están categorizados dependiendo de si son más o menos fáciles de dominar, así como del estilo de combate con el que cuentan. De esta manera sabremos cual puede ser más de nuestro estilo.
Strive cuenta con un puñado de modos de juego que, si bien no son muchos, suplen las necesidades de todo tipo de jugador: Destaca el modo Misiones, clave para que los jugadores recién llegados puedan aprender no sólo las bases del juego, si no las técnicas avanzadas de manera cómodo. De esta manera, una tarea que podría llevarnos mucho tiempo la resolveremos en unas horas de juego. El número de misiones es abrumador, y están divididos por zonas por las que iremos “viajando” para aprender técnicas cada vez más complejas, como el Roman Cancel, los contraataques, o las cancelaciones. Podremos practicar todas estas técnicas posteriormente en el modo Entrenamiento, obligatorio en un juego de luchas.
Modos de juego algo escasos
Por supuesto también tendremos el modo Arcade, en el que participaremos en combates relacionados con la historia y cuyos oponentes varían dependiendo de nuestro rendimiento en los combates. Algo que por cierto, nos ha sorprendido. El juego analiza tu forma de jugar de cada combate y lo evalúa, haciendo que veas tus puntos fuertes y débiles mediante una gráfica.
El modo Supervivencia es otro modo veterano que vuelve, el cual nos permite combatir en encuentros ilimitados cuyo fin será cuando la barra de vitalidad de nuestro luchador quede a cero. Perfecto para practicar contra la CPU.
Respecto al Online, cuenta con un sistema de salas mediante avatares controlables, como ya viene siendo habitual con los títulos Arc System. En esta ocasión podremos crear un avatar pixel-art para retar a otros jugadores. El matchmaking suele funcionar correctamente y los enfrentamientos suelen estar nivelados, y respecto al lag, no hemos notado aparentemente problemas. Esto se debe en gran parte al nuevo rollback netcode, un sistema que puede predecir algunos de nuestros movimientos para reducir lag.
Guilty Gear: La serie animada
No nos olvidamos de la historia. Al igual que en la anterior entrega, el modo Historia se deshace de todo tipo de combate para ser simplemente una gran cinemática dividida en capítulos, como si estuviéramos viendo una serie de Netflix. Algo que choca bastante con lo habitual en el género, pero que permite a los interesados en el argumento que disfruten sin tener que detenerse a combatir. Arc System ha vuelto a pensar una vez más en los recién llegados con esto, ya que si no conocemos la historia o el lore basta con que nos pasemos por la zona de Glosario en el que, como si fuera una Wiki, podemos leer información sobre cada personaje, localización, acontecimiento, etc. Algo que si sois recién llegados a la saga os avisamos que os va a hacer falta, porque estaréis bastante perdidos.
Un trabajo de artesanía en lo audiovisual
Dejamos el apartado audiovisual para lo último, aunque es lo primero que entra por los ojos (y los oídos) en este título. Para empezar, vuelve a utilizar la técnica de uso de modelados 3D que simula un juego 2D que ya estrenaron en 2014 y hemos visto en otros juegos de la compañía. La cuestión es que ahora luce mejor que nunca. Tanto que los primeros minutos de juego realmente te rompen la cabeza con la intros y ataques especiales de cada luchador, que parecen sacadas de un anime de gran calidad. Esto se debe al magistral uso de shaders y al cuidadisimo modelado de personajes. Si os interesa podéis saber más gracias a este video de la Games Developer Conference (aunque es de la anterior entrega, pero la técnica es la misma) y que personalmente a mí, como artista 3D, me dejó alucinado.
El caso es que gracias a ello, todo luce con un nivel de detalle y calidad asombroso. Desde el diseño de los personajes a sus animaciones, tanto fuera como dentro del combate. Ya que en el modo historia, como decíamos, podremos ver prácticamente una serie con el mismo motor, modelados e incluso escenarios del juego. Y por cierto, no nos olvidamos de estos últimos, los escenarios: Muestran unos colores muy bien elegidos y con gran cantidad de elementos, animaciones y detalles de la historia para que resulten muy vivos.
Daisuke Ishiwatari se vuelve a lucir con la banda sonora
Por otro lado tenemos la banda sonora, que para un servidor es desde ya la mejor de 2021, y eso que tenemos a Nier Replicant por ahí. Cada uno de los luchadores cuenta con su propio tema, que en a grandes rasgos son metaleros y rockeros llenos de energía, con las voces de Naoki Hashimoto y AISHA, ambos artistas con unas voces increíbles que sientan genial con el estilo de la música y con la estética del juego. Por su puesto todo ha sido compuesto por el gran Daisuke Ishiwatari, que por si no lo conocéis, no sólo es el compositor de la música, sino que también es el director del juego, creador de la historia y diseñador de personajes de toda la saga. ¡Poca broma!
Lo recibimos tanto con voces en inglés como en japonés, y con textos perfectamente traducidos al castellano.
Guilty Gear Strive – Conclusiones
Guilty Gear Strive aterriza fuerte en el panorama de los juegos de lucha. A pesar de contar con un plantel de luchadores algo pequeño (normal en un título de luchas recién lanzado) sus personajes son muy variados y carismáticos, el modo Online funciona bastante bien y cuenta con herramientas para que los novatos se puedan integrar fácilmente.
Por desgracia no todo es bueno. Se echan en falta muchos luchadores clásicos como Dizzy o Johnny que probablemente vuelvan en forma de DLC dentro de unos meses, una jugada que ya es clásica con Arc System Works y que no nos parece para nada bonita. Además, no hubiera estado mal algún modo de juego extra, ya que los que hay se antojan escasos también. También tenemos que dar otro tirón de orejas a Strive por los tiempos de carga al iniciar el juego. Suele llegar a tardar unos dos minutos en conectar con los servidores, algo incomprensible en un título actual y que ya ha sido carne de mofa en internet.
Aún con esas, el sistema de lucha es tan profundo y pulido, y su apartado audiovisual es tan brutal que no podemos hacer otra cosa que recomendarlo muy fuertemente. Sin duda uno de los mejores trabajos de la compañía, sino el mejor.