Si te dicen que ‘BAC Nord’ (Netflix) entró en la sección oficial (fuera de concurso) del último Festival de Cannes, no te lo crees. Nada en ella la hace, a priori, merecedora de tal honor. Aunque, siendo honestos, tampoco es una película mal hecha o censurable en alguna de sus facetas: entretiene con la adrenalina de sus persecuciones, divierte con sus escenas de colegas y hasta puede llegar a indignar con su retrato de la delincuencia. Pero hasta aquí.
De hecho, esto no es ni más ni menos de lo que han ofrecido, y seguirán ofreciendo, otras tantas películas. Ni siquiera su ambientación en Marsella sorprende ya. En los últimos tiempos, la ciudad francesa se ha convertido en escenario predilecto a la hora de hacer este tipo de películas. Entonces, si no es original, te preguntarás, ¿por qué debería verla? Francamente, no tengo ni idea.
‘BAC Nord’ cumple entreteniendo, pero poco más
A mí su argumento, excesivamente manido, me ha parecido incluso hiperbólico en su retrato de la “barriada” como una ciudad sin ley o en su inclusión de la “política” como un factor exclusivamente condicionante del trabajo policial; como si no hubiese nada fuera de la voluntad e interés electoral del “prefecto”.
Incluso los policías acaban pareciendo gente sin margen para su trabajo, en permanente dilema sobre si ser peleles al servicio de otros o si ser delincuentes corruptos. En este punto intermedio, que la película intenta aprovechar, presentando a los policías como dignos y comprometidos servidores públicos a pesar de todo, es dónde se muestra la peor cara del filme. Y no porque no sea cierto, sino porque su forma de intentarlo naufraga, precisamente, por lo caricaturesco que parece todo.
Los momentos “videoclipescos” son harto innecesarios y, si alguna escena de lucha policía-delincuencia sí merece mucho la pena (una especialmente, pasada la mitad del metraje), en el conjunto una cosa no compensa a la otra. Todo es demasiado impostado, exagerado y ridículo para tomárselo en serio. Tanto que el mérito en la gestión de la acción y el drama se malogra por carecer esta película de un necesario sentido del ridículo.
‘BAC Nord’ (Netflix) cumple entreteniendo, pero poco más. Su mensaje de fondo defendiendo el compromiso cívico y público policial es loable, pero no convence por lo artificial que parece. Y eso que está basado en hechos reales, no necesitarían de muchas de las licencias humorísticas y dramáticas que, exageradísimas, hacen de esta película más un drama de tarde que una proclama por el justo reconocimiento a la policía y su trabajo. Lástima.