La osteoartritis es la principal causa de dolor y discapacidad en todo el mundo. No existe cura, sólo alivio del dolor. Las articulaciones de los pacientes se inflaman y se sienten crujientes y rígidas por la mañana. Algunas personas usan analgésicos y ejercicio como tratamiento. Otros tienen que recurrir a cirugías y prótesis. Aproximadamente 300 millones de personas en todo el mundo padecen actualmente osteoartritis.
Ahora, un grupo de investigadores ha concluido el estudio más grande jamás realizado en el mundo entero. Examinaron muestras de más de 800.000 personas. La gran mayoría eran de Europa, pero un buen número eran de Asia. Poco menos de 200.000 de los encuestados tenían osteoartritis.
«El camino hacia los medicamentos que pueden ralentizar la osteoartritis es más corto en este caso. Este trabajo ayudará a facilitar los estudios clínicos«
En total, 155 investigadores de nueve países diferentes colaboraron en el estudio. Sus hallazgos arrojaron muchas respuestas. Varios de los hallazgos se compartieron en todas las variantes de osteoartritis estudiadas.
«Descubrimos qué genes están involucrados en las personas con osteoartritis. Esto, a su vez, se puede utilizar para desarrollar medicamentos que pueden ralentizar la enfermedad en una etapa temprana«, afirma la investigadora Anne Heidi Skogholt.
Skogholt desarrolla su trabajo en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU), en el Centro Jebsen de Epidemiología Genética, y es una figura clave en la colaboración internacional.
Los investigadores también encontraron factores de riesgo especiales que existen para las mujeres y para las articulaciones que soportan peso, como nuestras rodillas.
Algunos medicamentos ya están en uso
Aparte de este descubrimiento, hay una buena noticia más. Algunos medicamentos que se dirigen a estos genes relevantes ya están en uso, pero para otras enfermedades. «Esto significa que el camino hacia los medicamentos que pueden ralentizar la osteoartritis es más corto en este caso. Este trabajo ayudará a facilitar los estudios clínicos«, agrega Skogholt.
Los genes en cuestión son esenciales para el desarrollo del tejido óseo y cartilaginoso. «Ahora tenemos que ir más allá e incluir también muestras de países africanos«, comenta Skogholt.
Vínculo encontrado entre el dolor y la osteoartritis
La investigadora asegura que los hallazgos anteriores muestran un vínculo por separado entre la obesidad y la diabetes con la osteoartritis. «Ahora, por primera vez, también hemos identificado genes que muestran una correlación con la osteoartritis y el dolor«, añade Skogholt.
El dolor de la osteoartritis puede ser paralizante y en sí mismo una causa de discapacidad. «Estamos muy contentos de haber logrado grandes avances en la dirección correcta para este grupo de pacientes«, concluye la investigadora noruega.
La investigación se publicó en Cell.