La novela es una historia coral, situada en un pequeño pueblo polaco: Lipowo. Todo empieza cuando la psicóloga Weronica Nowakowska llega al pueblo después de su divorcio y de haber vivido en la gran ciudad toda su vida. Lipowo parece un pueblo tranquilo, pero eso cambia cuando el cadáver de una monja aparece en medio de la carretera. Lo que al principio parece un simple atropello, se convierte en el caso más difícil al que se han tenido que enfrentar sus habitantes.
Daniel Podgórski, el comisario de Lipowo, será el encargado de resolver este caso con su pequeño equipo de policías; pero cuando vea que este caso abarca más de lo que parece, la comisaria Klementyna Kopp viajará al pueblo a ayudarle.
Entre los personajes encontraremos personas de todo tipo, desde ricas y camellos hasta curas y peluqueras… Todos tendrán algo que decir en la historia y todos tendrán algo que aportar al caso. Por eso esta es una novela coral, no solo hay un protagonista, hay varios, ya que todos los personajes encuentran su momento de protagonismo en el libro.
La trama central, la criminal, es sólida y mantiene el misterio hasta el tramo final del libro. Las historias personales de los personajes también encuentran su hueco, pero en ningún momento le restan protagonismo al caso y a la búsqueda del culpable. El caso no solo abarca la actualidad, sino que también está relacionado con crímenes del pasado.
“Mariposas heladas” es una novela negra que recuerda mucho a sus hermanas escandinavas. Muy en la línea de las novelas de Camilla Läckberg (“Los crímenes de Fjällbacka”) y Mari Jungstedt (“Gotland”) publicadas en la misma editorial. Tienen en común que se sitúan en un pueblo, que hasta el comienzo de la serie, no han sufrido grandes crímenes.
Además, a pesar de tener claros protagonistas se centra en el resto de gente del pueblo, convirtiéndolos en personajes secundarios en el resto de la serie. Esto último parece que también va a ser así con la saga criminal de Lipowo.
La única pega que le saco a esta novela, es el personaje de Klementyna Kopp. Lo veo un personaje demasiado forzado, al que la autora ha querido dar un toque único con sus muletillas y problemas sociales, pero al que ha terminado convirtiendo en un personaje esperpéntico. Espero que esto cambie, o al menos se suavice un poco, en las siguientes entregas.
Katarzyna Puzynska es una escritora polaca, graduada en psicología y ha trabajado en una universidad como profesora durante años, hasta que se convirtió en escritora profesional. “Mariposas heladas” es su debut literario y la primera novela de serie de suspense psicológico que ya ha cosechado en la crítica.
La traducción ha sido realizada por Francisco Javier Villaverde González.
Puedes leer aquí el primer fragmento.
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