League of legends, o el LoL para los amigos. Si no has estado viviendo en un búnker subterráneo durante la última década sabrás de lo que hablamos. Desde su lanzamiento, el 27 de octubre de 2009, cada personaje del juego se ha lanzado con un poco de historia. Normalmente algunos datos relacionados con dicho personaje y sobre las relaciones que tenía con otros.
No es hasta hace unos pocos años que Riot decidió dar un golpe sobre la mesa y aumentar el lore que contenía su juego. Poco a poco, empezó a convertirse en todo un mundo. Runaterra, con sus gentes, sus leyendas y sus regiones. Tanta fama llegó a adquirir el universo de League of legends, que no tardaron en anunciar “Arcane”, la serie animada que nos conduce hasta las regiones de Piltover y Zaun.
“Arcane” y su multitrama de crítica social
La historia de “Arcane” se centra en una serie de personajes pertenecientes a las dos regiones comentadas anteriormente. Piltover es la ciudad del progreso. Un lugar donde los inventores y progresistas distribuyen el poder y la riqueza a su antojo. En el otro lado de la moneda está Zaun, la ciudad que recibe los desechos de Piltover y cuyos habitantes luchan por sobrevivir día a día.
Las relaciones entre ambas ciudades no son nada buenas y esto lleva a un enfrentamiento militar entre ambas. Piltover arrasa una buena parte de Zaun. Cosa que sólo empeora la mala calidad de vida de Zaun y su descontento con la ciudad del progreso. Es en este punto donde comienza el desarrollo de los personajes de esta historia.
“Arcane” no tiene protagonista como tal. Su narrativa da vueltas a través de algunos de los campeones de League of legends como Vi, Caitlin, Jayce, Jinx, Heimerdinger, y algunos más. También se presentan personajes nuevos que no habían aparecido hasta el momento en los productos de Riot, como es el caso de Vander o Silco, quienes dan una soberbia profundidad a la obra.
Pero ¿Cómo me va a gustar si no he jugado a League of Legends?
Precisamente es aquí donde “Arcane” pisa fuerte. Cuenta su historia a la perfección sin el soporte de que hayas jugado al LoL. No te hace falta saber que Jinx está mal de la azotea para comprenderla. Arcane te lo desarrolla para que empatices con ella y comprendas el porqué de su locura. Esto pasa con absolutamente todos sus personajes.
No os voy a engañar, soy jugador de League of legends y ver a algunos de mis campeones favoritos actuar es una verdadera gozada. Así que, antes de ver la serie, me conecté a Netflix con cautela. Para comprobar que no fuera un simple caramelillo para los jugadores, pero nada de valor para aquellos que no han jugado al MOBA. Creedme si os digo que es una serie con la que merece la pena empezar a empaparse de las historias de “Runaterra”.
Lo que “Arcane” cuenta es una historia de fantasía fantástica. Su narrativa es brillante. Te ofrece un pastelito y, cuando le has dado un bocado y saboreado su exquisito contenido, te lo quita y te pregunta: “¿Ah, querías más?”. Así es hasta el final durante los tres arcos que tiene la serie. Si terminas esta primera temporada posiblemente estarás deseando que llegue la segunda.
La animación más puntera está en Runeterra
Muchos videojuegos, muchas películas y muchos cortos o series nos muestran a diario animaciones que nos dejan boquiabiertos. Recientemente hemos visto buenas obras como “Death, Love & Robots” o la aclamada “What If…?” de Marvel. “Arcane” es una serie de nueve capítulos de cuarenta minutos cada uno. Estamos hablando de más de 6 horas de animación dibujada. Y sí, habéis leído bien, “Arcane” está dibujada. Cuando me planteé hacer esta crítica quise informarme. ¿Sería cell shading? ¿3D ordinario? Simplemente no podía creerlo. El resultado es un deleite para la vista. Cada minúsculo fotograma está cuidado con el mismo mimo que el bizcocho de tu abuela. Consiguen empaparte del ambiente de Piltover y de Zaun con sólo ver imágenes sueltas.
Los personajes son tan carismáticos, tan diversos y tienen tanta personalidad que hasta el más secundario de los personajes terciarios podría ser el nuevo personaje de la grieta del invocador.
Ya la animación os podéis imaginar cómo viene. “Arcane” sabe ser paciente cuando toca, te permite fijarte en los pequeños movimientos y tics de los personajes cuando están pensativos o mantienen una conversación pacífica. Sabe relajarte, hacer que te fijes en los efectos mágicos, en la caída de la nieve o del agua, incluso en el aleteo de las mariposas, que las hay.
Luego está la otra cara de la moneda. “Arcane” es una explosión de espectacularidad cuando necesita serlo. Los combates dejan huella en tu memoria. Sólo me vienen a la cabeza para poder explicar esto esas batallas de anime de alta calidad, en las que los estudios se dejan todo el presupuesto que les queda, porque la escena lo merece. Pues esto es una constante en “Arcane”. Explosiones de movimiento que a veces creerías apenas haber saboreado.
Cuando juntamos dibujo y animación, sólo queda decir que estamos ante una de las mayores obras de arte que se ha hecho en mucho tiempo. Un diamante visual que deleita a jugadores y no jugadores de League of Legends por igual. Si te gusta la buena animación, deja de pensártelo y ponte a verla.
No te muevas, la banda sonora intenta dispararte
Toda obra de alta gama necesita destacar en todo, incluso en lo sonoro. Cuando llega Imagine Dragons a presentarte una serie y te dice que van a hacer una canción para la intro de ésta, la cosa sólo puede mejorar.
La intro no te la puedes saltar, cuadra tan bien con la estética y la historia de «Arcane» que he llegado a levantarme del sofá por miedo a que Netflix me la saltara. Cuando entramos en la propia serie la música te ambienta como es debido cada escena y detalle de ambas ciudades. Llega a tener incluso momentos en los que pasa a ser la protagonista de la escena, convirtiendo las escenas en auténticos videoclips musicales.
De la misma manera que ocurre con la animación, la música sabe cuándo ser tranquila y movidita, y, esto es importantísimo. No hay nada peor que el que te rompan una escena con una canción que no toca o unos efectos mal colocados.
El doblaje es tremendamente profesional. Se nota que los actores y actrices de doblaje tenían ganas de hacer sincronía labial con sus personajes en cosas que no fueran frases de un videojuego. Se les escucha la naturalidad y la diversión de hacer esta obra desde la primera hasta la última frase.
Metemos todo en la coctelera, girar, agitar, mezclar…
…y como resultado tenemos la promesa de Riot de lanzar una serie destinada a cualquiera que quiera dejarse llevar por lo genuino. Pueden gritarle al cielo que han materializado un contenido soberbio, sin fallas ni agujeros.
En un futuro muchos fans continuarán con su segunda temporada y, posiblemente se una un gran séquito de gente que antes no era fan. Tienen mucho por explicar y mostrar todavía. Se vienen auténticos duelos y batallas que muchos esperan, revelaciones de nuevos personajes, leyendas y viajes a otras regiones. Riot tiene mucho que mostrarnos todavía ¿Podrán mantener el nivel?
Como fan, sé que falta mucho para que pueda ver a mi main, Veigar, en acción, pero ¿y el tuyo, lo has visto ya en «Arcane»?
