Así que, básicamente, nos encontraremos con las historias de grandes mujeres –muchas de ellas grandes desconocidas- como Clementine Delait, la mujer barbuda, que se negó a ser un espectáculo circense, aceptó su peculiaridad y tuvo una vida plena y notoria como actriz de variedades y empresaria; o Agnodice, mujer griega que, pese a las prohibiciones imperantes, estudió medicina y ejerció disfrazada de hombre, por lo que fue condenada a muerte e indultada merced al buen oficio desempeñado que hizo que el resto de mujeres atenienses se lanzasen en su favor; Nzinga, reina angoleña que, con su astucia ambición, supo mantener la autonomía de su gente ante el impulso colonizador de holandeses y portugueses; Lozen, guerrillera apache de la tribu de Victoria y que, luego, continuó unida a la de Jerónimo, que tenía también poderes chamánicos; Annette Kellerman, reivindicadora de la belleza y muestra del cuerpo femenino a la par que la diseñadora del primer traje de baño moderno y pionera de lo que hoy día es la natación sincronizada; Leymah Gbowee, trabajadora social liberiana, que fue de las primeras en reivindicar y luchar contra el maltrato contra la mujer; Giorgina Reid, una mujer que salvó a su comunidad de los efectos de la erosión marina y que fue llamada “guardiana de faros”; Josephina van Gorkum, una mujer católica que, casado con un protestante, luchó contra las barreras religiosas de los pilares de esa peculiar comunidad; o Christie Jorgensen, la primera mujer transexual, que luchó en contra de ser considerada un mero espectáculo excéntrico.
Son historias serias, sentidas, que llegan a tocarnos en lo más profundo en el sentido de que llegamos a sentir la vida de estas mujeres muy de cerca, y no sólo porque la autora deja mucho espacio para plasmar sus propias emociones, sino también por la cantidad de guiños contemporáneos y toques de humor que consiguen establecer la conexión con el lector, que logra, así, empatizar con las experiencias vitales plasmadas en el cómic. Además, se notan las ganas por parte de la autora, que deja un poco de sí misma en cada minirelato. Minirelatos que nos muestran mujeres fuertes reales de todas las épocas, orígenes y países… y lo que queda, puesto que ese “Vol. 1” presagia más.
Pero eso no daña lo esencial: siempre me han gustado las propuestas e iniciativas valientes, y estamos ante una de ellas. Atrevida y divulgativa. Además, editada en un formato muy atractivo, con una ilustración doble de vistoso colorido temática con respecto a la historia precedente que separa las historias entre sí. Y nos sumergiremos en ellas gracias a la gran diversidad temática y su fluida narrativa, que nos permitirá retener en nuestra memoria los detalles más significativos de la trayectoria vital y los logros de estas grandes mujeres. Un ejemplo de cómo aprender de manera didáctica y agradable.
Y, pese a que nos quedamos con ganas de saber más, y que es uno de los puntos más flojitos de esta obra, Penelope Bagieu hace un notable ejercicio de síntesis y consigue un difícil equilibrio entre el texto y los dibujos para ofrecernos una lectura dinámica y agradable, y no exenta de emoción y encanto.
Además, nos animará a reflexionar sobre la igualdad entre hombres y mujeres y sobre el lugar de estas últimas en la Historia, cada una en su contexto histórico. Una obra entrañable diseñada con muy loables intenciones que, espero, sirva para fomentar la comprensión del papel que juega la mujer en nuestra sociedad.
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