El análisis que hoy nos atañe es el de Dynasty Warriors 9: Empires, la versión más estratégica del conocido musou. Recordamos que esta es la versión Empires, no la normal. Lo que diferencia a esta entrega de la numerada es el componente estratégico que la abraza. Si bien es verdad que esta diferenciación hace de esta una entrega más exigente, también la hace más compleja a la hora de jugar.
Pero también podemos aporrear enemigos, ¿verdad?
Y tan verdad, el componente musou sigue activo en estas entregas. La vertiente Empires tiene matices de estrategia y toma de decisiones para prosperar en las batallas. La dificultad reside en gestionar nuestros recursos, afianzar las relaciones con distintos territorios o prosperar en nuestra caballería. Por supuesto la versión Empires es más exigente en su planificación, por lo que es recomendado tener conocimientos en la saga, aunque esta entrega es muy buena para iniciarse.
Esto no significa que alguien que no haya jugado anteriormente no tenga la posibilidad de disfrutarlo, pero la primera toma de contacto va a ser compleja. Hay que tener muchas cosas en cuenta para salir victoriosos en nuestra aventura, sobre todo a largo plazo. Podremos ir pasando sin pena ni gloria las primeras horas de juego, pero como no tengamos una buena base en nuestro imperio, las cosas se pondrán tremendamente difíciles.
La gran diferencia entre la versión numerada y Empires
Dynasty Warriors 9: Empires se caracteriza por tener que gestionar nuestro propio imperio. Para ello necesitaremos contar con comida y oro como recursos principales. Entrenar a nuestras tropas, firmar tratados y acuerdos para evitar conflictos, fortalecer nuestros asentamientos o invadir nuevos serán algunas de las cosas a realizar. Para ello tenemos que tener en cuenta a los oficiales, los cuales debemos reclutar, sobornar o hermanarnos con ellos.
Además de tener en cuenta la diplomacia, también hay que prestar atención a la historia. Por lo general siempre estamos en desventaja y las cosas son difíciles, pero cuando varias facciones colaboran en nuestra contra, hace que algunas batallas sean prácticamente imposibles de ganar. La pérdida de recursos es algo que tenemos que gestionar, por lo que debemos saber cuándo arriesgar y cuándo descubrir que no merece la pena.
Es cierto que la historia se basa en el Romance de los Tres Reinos, conocida novela que cuenta la unificación de todos los territorios de China, pero eso no significa que no se pueda alterar. A pesar de tener esta novela como referencia a los acontecimientos históricos, podemos jugar la historia a nuestro antojo. Sin embargo debería servirnos de guía sobre cómo se fueron planteando los acontecimientos, y aprender de sus entradas en la enciclopedia que se nos ofrece.
Conquistar siendo un héroe o un tirano depende de tu forma de jugar
No tenemos por qué ser de los buenos, ya eso depende de la manera en la que queramos jugar. Sin embargo, independientemente de nuestra elección debemos seguir el calendario, en el que cada seis meses tendremos un consejo de guerra. Llegando a este punto tendremos una serie de objetivos que tendremos que cumplir si queremos prosperar como reino. Esto puede ser bastante confuso, sobre todo si no se ha tenido contacto con otras entregas.
Entre consejo y consejo, tenemos disponibles acciones que duran un mes cada una, por lo que son seis cada vez. Completar objetivos nos ofrecerá experiencia para aumentar el nivel de nuestro personaje principal, y aunque no existe una forma inequívoca de avanzar, algunas acciones nos serán más útiles que otras. También dependerá nuestra manera de jugar, si optamos por ser más ofensivos o conseguir unidad entre nuestros vecinos.
Podremos plantarle cara a nuestro líder para relevarlo en el poder y ser nosotros mismos los que tomemos las grandes decisiones. Sin embargo, conquistar no será tarea fácil ya que dependemos de recursos, acuerdos y otras variantes a tener en cuenta. Además existe el peligro de recibir emboscadas antes del consejo de guerra, por lo que la gestión de estos valiosos recursos es vital para prosperar.
Las relaciones son tan importantes como las victorias
En Dynasty Warriors 9: Empires no todo es luchar y conquistar: una buena opción para prosperar es la de tener buenas relaciones entre los pueblos. La hermandad con nuestros vecinos o incluso la continuación de nuestro legado mediante uniones maritales hará que prosperemos de una manera más acertada. Además de atacar, también tendremos que saber defendernos e incluso retirarnos, ya que como mencionamos anteriormente, nuestros recursos son valiosos y limitados.
La finalidad de los consejos de guerra es la de asaltar castillos al más puro estilo musou al que tan acostumbrados estamos. Con nuestra infantería, caballería y arqueros, debemos hacer frente a oleadas enemigas por el poder de la zona. Podemos ayudarnos con arietes o catapultas para facilitar el asedio, mientras capturamos puntos estratégicos de cada fortaleza.
En estas batallas tenemos objetivos secundarios que nos otorgarán ciertos beneficios, los cuales si no cumplimos nos perjudicarán ampliamente. Para ayudarnos en estos asedios podremos utilizar cartas consumibles que nos darán ventaja. Gracias al sabio empleo de estas cartas podemos dar la vuelta a enfrentamientos que parecían perdidos, por lo que utilizarlas con cabeza nos dará mucho juego.
Muchas cosas, pero también malas
Antes de empezar a sacarle pegas a Dynasty Warriors 9: Empires, me gustaría hacer hincapié en dos detalles que me parecen muy interesantes. Desde el día 15 de febrero están disponibles las traducciones de textos e interfaz en castellano. Con tantas opciones que pueden encumbrarnos o destruirnos, me parece vital entender (que no comprender) todas las opciones de las que disponemos. También una mención al modo foto, que cada vez es más común su inclusión en los videojuegos, y yo que me alegro.
A pesar de la buena inclusión del modo Pasear, y el mundo abierto tan amplio que nos ofrece, este nos parece en su mayoría, muerto. Se siente bastante vacío, a pesar de que tenemos un buen puñado de cosas por hacer. Quizás limitar su grandiosidad habría ensalzado su magnificencia. No siempre grandes extensiones significan grandes opciones, y esta frase habría que recordársela a muchos estudios de videojuegos.
Entre lo peor que tiene que ofrecernos, las bajadas de rendimiento en las batallas hace que sea molesto pelear cuando hay muchos enemigos. Es incomprensible como en otras entregas no se observen tantos tirones, si bien aunque no lo hace injugable, es muy molesto. Los gráficos no lo son todo en estos juegos, pero es absurdo ver la poca calidad de detalle en ciertos aspectos (como por ejemplo algunos terrenos o vegetación). Otro de los problemas más notables es el popping, apareciendo de la nada soldados a los que derrotar, y en otras ocasiones faltan enemigos a los que vencer, teniendo que dar vueltas para que se generen más. Finalmente, las pantallas de carga son a veces exasperantes, pudiendo ser sinónimo de una falta de optimización.
Conclusión
Dynasty Warriors 9: Empires es otra entrega más en la larga historia de la saga. Su vertiente musou sigue siendo exigente, a veces totalmente desequilibrada. Las opciones estratégicas de Empires son enrevesadas y puede costar hacernos con algunas de ellas si no las manejamos. El modo Pasear se siente muy vacío, y aunque es una buena inclusión habría que mejorar su implementación. Otros problemas de rendimiento como las largas pantallas de carga, ralentizaciones o el popping hace que a veces perdamos los papeles.
La traducción del juego y los añadidos como el modo foto o el uso de las cartas hacen que sea más interesante y accesible. Si nunca has tocado la franquicia Empires, es un buen punto de partida. Si buscas simplemente un musou, no es recomendable por su alto componente estratégico.
