El simple nombre de Alicia Vikander me hizo acercarme a ‘Irma Vep’ (HBO Max), la miniserie con la que Olivier Assayas regresaba, desde otro formato y perspectiva, a su ya clásica película homónima de 1996.
La base argumental de ambos productos es la misma: Mira (Alicia Vikander) es una estrella del celuloide que, por interés al personaje que debe representar, acepta interpretar a una ladrona embutida en terciopelo negro de misterioso nombre: Irma Vep. Esta ladrona es protagonista de una extraña y rocambolesca historia de extraños vampiros y enloquecidos humanos que, en apariencia, está alejada de la realidad, pero que en la práctica la lleva a ella y a otros miembros del elenco de rodaje a reflexionar sobre sí mismos.
‘Irma Vep’ propone una reflexión sobre el arte y la vida con fines más expositivos y reflexivo-analíticos que propios del entretenimiento
La película funciona entonces como una excusa, un motor a partir del cual los personajes, de forma más coral de la que al principio parece sugerirse, nos muestran todo lo que detrás de un rodaje puede esconderse: la neurosis del director, la inseguridad de los actores, las discusiones de producción con otros departamentos, el absurdo de muchos aspectos del guion -o la idea de dirección- y las luchas por reconducirlas a algo más lógico…
Un encomiable ejercicio de metacine que, sin embargo, no acaba de funcionar del todo bien. Varios problemas hacen que el esfuerzo no acabe cuajando. El primero es que hacer metacine desde el formato televisivo exige un encaje de tono y ritmo que difícilmente se consiguen aquí, aún cuando la elección del formato de miniserie parece haber tenido como objetivo acercar ambos lenguajes; con clara preminencia del cine sobre la televisión.
El estilo narrativo no funciona
Tampoco funciona el estilo narrativo de la miniserie, epilépticamente cambiante desde la reflexión filosófica a la sátira, pasando por el absurdo y la comedia más física, sin que estas transiciones encuentren muchas veces equilibrio o justificación o, por lo menos, no sin hacer parecer lo contado como fuera de lo razonablemente posible. Lo que hace esto es sacarnos de la historia, dándonos la sensación, a veces, de que estamos ante historias diferentes.
Ni funcionan algunos de los personajes y sus interpretaciones, poniendo a Alicia Vikander como ejemplo del poco partido que se le saca a un enorme potencial como el suyo.
Lejos de ser un producto notable, pero con puntos positivos
‘Irma Vep’ (HBO) propone una reflexión sobre el arte y la vida con fines más expositivos y reflexivo-analíticos que propios del entretenimiento, así que cuidado los que os acerquéis a la miniserie. Para los que queráis lo que ofrece, aunque está lejos de ser un producto notable, sí propone cierto humor y juego de espejos, con momentos hilarantes y otros intensísimos, que hacen que merezca la pena. Pero como conjunto adolece de desequilibrios importantes que hacen que la experiencia de disfrute sea menos gratificante de lo que sería deseable.