Drogas
Drogas (Jeremy Bishop en Unsplash).

El título de este libro quizás sea el mejor resumen posible sobre este monumental trabajo de Carlos García Wagner. A él podemos añadir que la perspectiva es la etnobotánica, o sea, la de la búsqueda de las relaciones entre los distintos grupos humanos (culturales y religiosos) y el uso que ellos hacían/hacen de las distintas plantas. En este caso, claro, el uso es el estrictamente religioso, y las plantas son aquellas calificadas como enteógenos, esto es, con propiedades psicoactivas capaces, por sí mismas o en preparación junto a otras plantas, de modificar el estado de la consciencia.

El trabajo de García Wagner advierte desde el principio de las dificultades, esperadas e inesperadas, de esta investigación. Entre las esperadas está, claro, el rastreo de las fuentes arqueológicas y documentales: escasas, muchas veces mediadas por una metodología poco rigurosa y que, interpretadas con miradas actuales, pueden dar lugar a conclusiones excesivamente optimistas o infundadas o, directamente, falsas.

Por esto, el autor de ‘Las drogas sagradas en la Antigüedad’ nos cuida muy mucho de ello: previniéndonos de las lecturas incorrectas y yendo siempre con pies de plomo a la hora de hacer afirmaciones o exponer hechos

Portada de Las drogas sagradas en la AntigüedadEste cuidado extremo resulta obligado en una buena investigación histórica y aquí se suplementa, además, con un recurso constante a las fuentes originales que es muy de agradecer: cuando se realizan afirmaciones hipotéticas éstas se acompañan de imágenes arqueológicas que las sostienen, de referencias a otras investigaciones sólidas que las reafirman, y de fragmentos de textos clásicos de la Antigüedad que ya las apuntaban.

Haciendo así, tenemos siempre la seguridad de estar pisando terreno firme, si bien a veces nos hace la lectura algo más farragosa de lo que sería de esperar en un texto divulgativo; si bien sarna con gusto no pica.

Y esto nos lleva a las consecuencias inesperadas a las que nos referíamos. Entre ellas está, claro, la manipulación a la que algunas tendencias de pensamiento, y especialmente las corrientes new age, han llevado algunas de las especulaciones o hechos que aquí se tratan. A la hora de defender su visión del mundo e interpretación de la realidad, a los new age no se les han caído los anillos para arrimar el ascua a su sardina y ver algunos de los hechos o indicios presentes en este trabajo como pruebas confirmatorias de su perspectiva.

Clichés y tabús en las investigaciones

También García Wagner nos advierte de ello, poniendo las cosas en su sitio a la hora de exigir seriedad en el tratamiento de la Historia.

Porque el uso de las drogas, aunque en la actualidad hay menos reparos a la hora de afrontarlo desde posturas racionales y razonables, aún tiene a cuestas innumerables clichés y tabús a los que, investigaciones como la que tenemos aquí, han debido de enfrentarse. Y si bien es cierto que algunas de estas interferencias están desapareciendo, otras nuevas surgen en su lugar también con fuerza: aquellas vinculadas a los intereses de su explotación comercial.

Si antaño la tendencia era a demonizar los efectos de las plantas de este tipo y de sus componentes enteógenos, en la actualidad identificamos una tendencia inversa a la relajación y/o trivialización de sus efectos.

El ensayo camina siempre con pies de plomo

‘Las drogas sagradas en la Antigüedad’ (Alianza; 2022) está escrito desde el rigor y por eso camina siempre con pies de plomo, también, sobre estas cuestiones.

Se habla de las plantas y de sus componentes, de sus posibles efectos, de sus formulaciones y elaboraciones, de sus usos en distintos tiempos y culturas y religiones, del chamanismo, de mitología, de rituales y oraciones y sortilegios dónde estas plantas tenían un uso fundamental en la definición antropológica de los distintos grupos humanos… los temas son amplios y el uso estricto de la información en lo contrastado y cierto es más que de agradecer.

Si un pequeño pero se puede poner es el del excesivo peso que las culturas mediterráneas semejan tener en el conjunto del texto; especialmente las culturas grecolatinas. Se echan de menos, especialmente, más referencias a las culturas africanas y americanas dónde sabemos que, también, estas plantas han sido importantes (en algunos casos, aún lo siguen siendo) a la hora de definir su mitología y sus ritos sagrados.

Una obra monumental, ambiciosa y rigurosa

Por lo demás, ‘Las drogas sagradas de la Antigüedad’ (Alianza bolsillo, 2022) es una obra monumental, ambiciosa y rigurosa que, aunque a veces exija una lectura más denodada de lo habitual en los demás libros de esta colección de Alianza, sí devuelve con creces la atención que piden sus numerosos fragmentos de autores clásicos.

Un conocimiento profundo necesita de lectores con una curiosidad profunda. En este caso, aquellos interesados por la historia de las religiones, la antropología, la arqueología, la etnobotánica y la historia antigua, tienen en este libro una obra de referencia con la que saciar su necesidad de huroneo sobre un tema apasionante, bien explicado y sólidamente fundamentado.

Si os interesa, estáis tardando en haceros con él.

Fco. Martínez Hidalgo
Filólogo, politólogo y proyecto de psicólogo. Crítico literario. Lector empedernido. Mourinhista de la vida.

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