Con Metal: Hellsinger estamos ante un videojuego de acción frenética basado en el ritmo. Concretamente, la música metal es la anfitriona del juego, como su nombre bien indica. Se trata de un juego muy esperado por el público más heavy, tanto por su cruda jugabilidad como por los artistas invitados. Quizás la historia no es la más elaborada, pero tampoco necesitamos mucho más para ponernos en marcha.
Demonios, fuego y muchos disparos
Como podemos imaginar, Metal: Hellsinger nos va a dejar poco tiempo para aburrirnos. La historia trata sobre cómo nuestro personaje, La Extraña, pierde su voz. O más bien, La Inquisidora Roja nos la roba, como buen enemigo que se precie. Nuestra finalidad en el viaje es la de atravesar los 8 infiernos para recuperar nuestro bien más preciado.
Para ello, contaremos con un arsenal de armas bastante modesto que desbloquearemos a lo largo de nuestra aventura. Es cierto que no es muy amplio, pero tendremos la posibilidad de portar dos armas diferentes en cada nivel. Esto es vital según elijamos la manera de finalizar los niveles, ya que no podemos andarnos con chiquitas.
Entonces disparo a todo lo que se mueva, ¿no?
En teoría sí, pero en la práctica es algo más complejo. Digamos que estamos frente a un juego FPS donde la finalidad es coser a tiros a nuestros enemigos. El ritmo juega un papel importantísimo en nuestra aventura, ya que potenciará nuestro daño y nos hará letales.
Para conseguir el máximo daño posible tendremos que encadenar nuestros movimientos al ritmo de los temas que nos ofrece su banda sonora. Si conseguimos encadenar varias acciones a tiempo, el multiplicador denominado Furia aumentará. Conforme subamos la Furia seremos más letales, llegando hasta un máximo de x16.
Al alcanzar este máximo escucharemos las voces y los coros de la canción, y esto es un detalle que me gusta muchísimo. Según empezamos podremos intuir la base de los temas, y a medida que aumentemos la Furia se sumarán más detalles musicales. Es importante hacernos con el ritmo de cada tema antes de empezar por derecho los niveles, para poder afrontar bien las oleadas enemigas.
Pero además de ritmo hay violencia
Las comparaciones con juegos más viscerales son evidentes, ya que las eliminaciones de DOOM están más que presentes. Sin embargo, compartir género y características no le hacen daño a Metal: Hellsinger, sino más bien al contrario. Quizás te llame la atención la visceralidad y le des una oportunidad; quizás te vaya el metal y, aunque no disfrutes de los FPS, también le darás una oportunidad.
Por eso es tan importante que se haya pensado en la accesibilidad. El ritmo es importante, pero si no lo llevamos bien, las ayudas visuales son un plus en la jugabilidad. Alrededor de nuestra mirilla tenemos indicadores que nos sirven para saber cuándo ejecutar las acciones al más puro estilo metrónomo. Si esto no fuera suficiente, la interacción con el entorno también nos ayuda a captar el ritmo.
Dependiendo de nuestro grado de exigencia, podemos elegir entre tres dificultades diferentes. Una vez que superemos cada nivel, podemos elegir los Tormentos, que desbloquean tareas específicas que debemos completar para activar habilidades pasivas.
El juego está plagado de detalles
No solo la estética de Metal: Hellsinger es buena, sino que además tenemos un gran puñado de inclusiones que fascinarán a los más detallistas. Por ejemplo, las cinemáticas estilo cómic son un punto interesante, y los menús de selección de nivel como si de vinilos se tratasen es todo un acierto. En estos aspectos sentimos cierta nostalgia por Brütal Legend.
Los enemigos están creados con esmero, siendo bastante diferentes entre sí. Obviamente la temática infernal es más que necesaria, pero sin duda han sabido respetar los estándares. Otro de los aspectos a tener en cuenta es la variedad en los escenarios, en los distintos infiernos, muy diferentes entre sí, pero todos cautivadores a su manera.
¿Podré jugar si no capto bien la mecánica del ritmo?
Es bastante complicado no habituarse a la mecánica rítmica que nos ofrece. Ya sea por repetición, por reconocimiento de los temas o por simple cabezonería, acabas cogiéndole el truco. El metrónomo de nuestra mirilla es tu mejor aliado, y nuestra zona de disparo es bastante más que generosa, así que necesitas cuidar más tu ritmo que tener una puntería certera.
También es verdad que estamos ante un FPS de la vieja escuela, donde movernos mientras disparamos no es que sea la mejor idea, es que es la principal. El ya mencionado DOOM, junto al frenesí de Unreal Tournament o las emboscadas de Quake son tus aliados, y si en algún momento has coqueteado con alguno, el que tuvo retuvo.
Los artistas invitados son una delicia
Para comenzar, nuestro narrador es Troy Baker, actor de voz en inglés de Joel (The Last of Us) y de Higgs (Death Stranding). A pesar de que lamentablemente no existe una opción (por el momento) para comprar su banda sonora como DLC, podemos disfrutarla a través de esta lista.
- The Hellsinger (Main Theme) by Two Feathers
- Through You ft. Mikael Stanne from Dark Tranquillity
- This is the End ft. Mikael Stanne from Dark Tranquillity
- Blood and Law ft. Mikael Stanne from Dark Tranquillity
- Stygia ft Alissa White-Gluz from Arch Enemy
- Infernal Invocation 1: Hopes and Fears ft. Mikael Stanne from Dark Tranquillity
- Burial at Night ft. Tatiana Shmayluk of Jinjer
- Infernal Invocation 2: Defiance ft. Mikael Stanne from Dark Tranquillity
- This Devastation ft. Matt Heafy of Trivium
- Infernal Invocation 3: Dreaming In Distortion ft. Mikael Stanne from Dark Tranquillity
- Poetry of Cinder ft. James Dorton of Black Crown Initiate
- Dissolution ft. Bjorn “Speed” Strid from Soilwork
- Acheron ft. Randy Blythe of Lamb of God
- Silent No More ft. Dennis Lyxzen of Refused and Invsn
- No Tomorrow ft. Serj Tankian from System of a Down
Por si esto todavía te pareciera poco, los mods en PC son una realidad. Como podemos leer en su anuncio, con una herramienta y unas guías tanto en vídeo como en imágenes podemos añadir nuestras propias canciones. Citando las propias palabras del anuncio oficial: K-pop, country, EDM, disco, clásica, rap, reggae… ¡La lista es interminable!
Conclusión
Metal: Hellsinger es un caramelito para los fans más heavies de los videojuegos. Ya sea por su música o su agresividad, estamos ante una apuesta sólida que te entra por los ojos. Si bien es verdad que tiene un planteamiento similar a BPM, Metal: Hellsinger se diferencia a su manera.
A mi modo de ver, esto no le penaliza en absoluto, al igual que las comparaciones con DOOM. Es verdad que podría ser más largo o tener alguna característica extra, o quizás más variedad de jefes, pero para mí está bien como está. El juego logra aunar la temática rítmica con una visceralidad digna de elogiar, convirtiéndose en un indispensable. No teníamos un juego con características musicales que me llamase tanto la atención desde Karmaflow, por lo que lo recomiendo encarecidamente.