Aquí tenemos a este buen señor haciéndose cargo de esta prestigiosa cabecera que revela la razón por la que Romita llegó a finales de 2014 a DC. Ya tuvo un primer contacto con el hombre murciélago con ese spin-off de The Dark Knight que dibujó, y que no llego a satisfacer a nadie. Sin embargo, en esta serie parece que se maneja un poco mejor, pero aún está lejos de alcanzar su mejor nivel. Seguiremos informando conforme vayamos leyendo.
Para empezar, le han puesto como pareja de baile a todo un veterano guionista: Scott Snyder que, además, está de moda. Así que sólo depende de su trabajo como dibujante con ese estilo “amerimanga” que le caracteriza. ¿Será capaz de mantener el ritmo de una publicación mensual? Yo no lo tengo muy claro, a menos que vaya decreciendo paulatinamente la calidad del dibujo. Pero vamos a concederle el beneficio de la duda. De todas maneras, para empezar, en estos dos primeros números vemos un estilo resultón, pero apresurado. Puede hacerlo mejor. A ver si con el buen compañero que le han puesto, hace un buen trabajo.
En fin, parece que de momento nos muestra resultados solventes: no tenemos el resultado a medio terminar que vimos en su Superman, sino que tenemos caras y cuerpos definidos, posturas bien hechas en las escenas de acción, fondos… todo con trazo fino. La trama, a la que contribuye muy positivamente el guión de Snyder, consigue meternos en harina con facilidad, porque estamos ante una Road Movie con un extraño compañero de viaje. Además, con todos sus elementos: inicio en un café de carretera, el cambo de cereal, el granero… y los coleguitas de viaje, que son Batman y Dos Caras. ¿Qué os parece? ¡Saltarán chispas!
Pero Snyder no se detiene ahí: nos ofrece una historia “a lo Tarantino”, es decir: con saltos argumentales adelante y atrás, algo a lo que no nos tiene habituados, pero que resuelve con singular maestría. Logra, así, que podamos hacernos una idea concreta y completa de la situación y los objetivos y motivaciones de los personajes.
El punto clave de la trama viene en el momento en el que Dos Caras descubre su juego: pone precio a la cabeza de Batman y, a partir de allí, tanto gente de la calle como los más delirantes héroes y villanos intentarán derrotar al hombre murciélago. Incluso os sorprenderíais de quiénes llegan a probar suerte. ¡Batman no está a salvo en ninguna parte! Dos Caras parece haberse salido con la suya. Os sorprenderán las dos últimas páginas. Quizá os parezca un planteamiento un tanto extremo, pero os recomiendo relajaros y disfrutar: acción, acción y más acción, y sólo desearéis saber qué clase de extraño rival será el siguiente.
No deja de ser curioso, también, el ver a Scott Snyder haciendo algo tan diferente a los pretenciosos y grandilocuentes guiones que tiende a hacer. Ahora le vemos capacitado para narrarnos una historia rápida y ligerita en la que juega con los personajes sin preocuparse demasiado con lo que pasará después. Además, han conseguido poner de nuevo a Dos Caras en su sitio, aunque sea con un toque “jokeresco”, ya que últimamente iba de capa caída.
Si acaso, el suspense inicial, con Jim Gordon descubriendo la Batcueva, quizá no era el más idóneo para enganchar a los lectores, pro poco a poco se va viendo la relación que tiene con esta curiosa y peculiar Road Movie.
Sin embargo, el segundo número no aporta nada nuevo, aparte de la acción trepidante de la road movie llena de obstáculos, pero tiene un punto interesante: Snyder aprovecha el escenario para volver a sacar a la palestra personajes que estaban en desuso. ¿Quizá como tanteo para ver la reacción del público y recuperarlos? Incluso veremos al cruzado nocturno haciendo frente a un equipo supervillano de auténtico lujo, al menos en lo que a músculo se refiere: Amygdala, White Shark y Killer Croc.
¡Se aproxima pelea de la buena! Pero… ay, amigos míos, que Romita empieza a perder fuelle, y una pelea que se suponía épica y llena de mamporros, tenemos más bien una reyerta poco vistosa en la que se han visto envueltos tres matones de bar. Además, Snyder pretende adornar esa lucha con chanzas poco afortunadas más propias de Spiderman que de Batman. No, no funciona. Posiblemente porque Romita no ha sido capaz en esta ocasión de amoldarse a lo que buscaba Snyder. Sí, amigos lectores, es difícil cargarse una lucha como esa, que prometía mucho, pero lo ha hecho. Aun así, le seguiremos dando un voto de confianza a Romita.
Por lo demás, continúa con otra escena no demasiado bien resuelta en la que Batman se las apaña para incapacitar a Dos Caras y que no se le escape, a la par que se libra de dos nuevas cazadoras que pretenden hacerse con él. Es una escena un poco forzada, pero que parece una excusa ideal para presentar el subsiguiente flashback, en el que veremos a Harvey Dent.
Y la lucha final, que es lo que debéis de descubrir. Una combinación que ni siquiera Romita Jr. sería capaz de arruinar. ¿O sí? Descubridlo y nos contáis.
Insisto, amigos lectores: de momento, mantiene un buen ritmo narrativo, Romita Jr. parece tener algo de ganas de trabajar, un socio al guión que le tiene un tanto atado en corto con una historia fluida y dinámica, un equipo en tinta y color que ensalza la obra con un buen trabajo (Danny Miki y Dean White) y una cabecera atractiva. ¿Qué tiene en contra? Ante todo, la tendencia de John Romita Jr. a fastidiar las cosas.
Además, en pocas ocasiones veréis tantos villanos juntos. Como he dicho ya en un par de ocasiones, le concedo el beneficio de la duda. Dos grapitas de 48 páginas que, de momento, merecen la pena.
