Pero ¿qué es “Viejos Descubridores”? Pues es una desternillante obra que junta ya en su senectud a algunas de las figuras más famosas de la historia del descubrimiento de América. Todo comienza cuando en la isla de la Hispaniola, Cristóbal Colón (descubridor de la propia isla) y el gran guerrero Alonso de Ojeda (codescubridor de Colombia y Venezuela y compañero de Colón en el segundo viaje a la Américas, con el que no acabó muy bien por cierto). Gracias al trazo claramente cartoon de Navarro, nos da la sensación de estar viendo alguna de las actuales series romperecords como “Rick y Morty” o “Steven Universe”, un estilo superdeformed que utiliza un coloreado digital muy vivaz que ayudará a la lectura para que los más pequeños de la casa puedan familiarizarse con esta parte de nuestra historia, así Colón es un anciano achacoso y quejicoso mientras que Alonso de Ojeda es un retaco calvo y borrachín encantado con que le hayan dedicado una canción a sus famosas dos espadas.
El caso es que Ojeda quiere seguir los pasos del loco Juan Ponce de León, que lleva dos años muerto y quiso encontrar la Fuente de la Juventud, según la leyenda tribal del jefe arahuaco, Sequene (aquí los autores demuestran un gran trabajo de documentación porque es más leyenda y folclore lo de la Fuente, pero sí que está documentado que León solicitó permiso para hacer una expedición a la isla de Bimini donde transcurrirán las desternillantes aventuras de esta tropa de carcamales viejas glorias. Para lograr agitar aún más el cóctel nada mejor que meter a Américo Vespucci, la persona a la que Colón tiene más tirria de toda la creación y creedme que los duelos a pullas, dimes y diretes están asegurados.
A partir de aquí nuestro particular “inserso” de aventureros llegará a Bimini, descubrirá que las leyendas sobre la muerte de Ponce de León a lo mejor fueron algo exageradas pero no su estado mental. Se las tendrán que ver con una tribu de caribes comehombre, un templo lleno de trampas, acertijos, laberintos, misterios y por supuesto loas.
Un gran acierto del divertido guión de Tinent junto con la caracterización y exageración paródica de los personajes, es la utilización de la mitología del Caribe y los diferentes Loas, de hecho no os perdáis el recadito que un chaman le hace a nuestros católicos descubridores cuando de nuevo se da el choque de religiones sobre lo que “tiene sentido o no”.
Los roles de los personajes están muy claros, Vespucci es un genio de la orientación que no se pierde nunca lo que será un problema para Kalfú, De León tiene una imaginación desbordante, Ojeda es el más bravo guerrero que nunca se ha conocido y Colón es el más taimado y astuto de los cobardes, que demuestra que sabe más por viejo y por diablo que el mismísimo rey de loas y es que hay que tener cuidado con la puntualización en el lenguaje y las trampas verbales si haces un trato que puede condenar el alma de un portugués.
Esta es una historia rápida, llena de giros dramáticos y que bien podría haber sido una película de animación, casi podemos ver fotogramas en movimiento, Navarro sorprende con unos entornos peciosos, secuencias llenas de iluminación y efectos y sobretodo una gran expresividad de todos los personajes que meustra en viñeta, lo que refuerza y ayuda a los constantes gags que ha ido metiendo Tinent a lo largo de la obra, sus 70 páginas de historia se pasan volando, gracias a su ritmo imparable de comedia de situación y aventura sin fin.
Panini ha decidido cuidar la edición de esta obra y por ello se incluyen varios extras que elevan el valor de esta obra. Primero todos los diseños de personajes de Lourdes Navarro, después unas pequeñas biografías de nuestros crepusculares exploradores y por último todo el proceso de creación de la portada.
Una compra imprescindible si queremos acercar la historia de una forma amena y divertida a los pequeños y no tan pequeños de la casa. Una historia tierna, pero de la que se pueden aprender detalles y anécdotas de la historia y unos positivos valores de trabajo en equipo, ideal para dar clases de historia de una forma amena y diferente. Sin duda una gran y divertida apuesta por parte de Panini que esperemos siga colaborando con el concurso del Carnet Jove Conneta´t al cómic, pues sin duda Tinent y Navarro son un claro ejemplo del gran talento que hay entre nuestros jóvenes autores.