La emblemática saga de Nintendo ha ido bajando el listón de la saga con cada entrega desde hace un tiempo, siendo Escarlata y Púrpura un punto negativo en la historia de la franquicia. ¿Qué está pasando con Pokémon?
La saga de los monstruos de bolsillo está, sin duda alguna, en una situación bastante curiosa. A pesar de las cifras colosales que consigue en ventas, podemos afirmar que la gran mayoría de sus seguidores está en descontento desde hace tiempo con Pokémon. Con cada nuevo tráiler y con cada nueva entrega, una oleada de fans ponen el grito en el cielo. Que si los de Game Freak son demasiado conservadores en lo jugable, que si los gráficos no están a la altura, animaciones reutilizadas…
Pokémon Púrpura y Escarlata son tal vez la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de muchos. Y es que, aunque ha hecho muchas cosas bien, parece que Game Freak no termina de dar con la tecla correcta con su saga más famosa. De aquí nos surgen varias dudas, ¿acaso la saga no ha sabido adaptarse a las tres dimensiones aún, y debería volver a las 2D? ¿O será que el poco empeño de la desarrolladora es algo intencionado? Estos temas son los que intentaremos abarcar en este artículo.
¿Quién mueve los hilos de Pokémon?
Antes de empezar, tenemos que aclarar quienes son los autores de esta saga. Unos pensarán que es Nintendo, otros, The Pokémon Company… Los más avispados dirán que Game Freak. Lo cierto es que es más complicado.
La saga Pokémon, marca que nació con los videojuegos Pokémon Rojo y Verde en Japón en el año 96, fueron desarrollados por Game Freak, una compañía que por aquellos tiempos empezaba en el desarrollo de los videojuegos. Así es, Pokémon fue su primer trabajo. Por supuesto, una idea así fue difícil de concebir en aquellos años, pero por suerte la idea caló entre la gente de Nintendo, los cuales ayudaron a que el proyecto saliese adelante. A cambio, Pokémon saldría para la portátil de la compañía, Game Boy. Con Nintendo como distribuidor el juego tuvo un éxito tan arrollador, que con el tiempo tuvieron que gestionar todo lo relacionado con la saga de Pikachu y compañía mediante tres empresas.
Por un lado tenemos a Game Freak, que sería la encargada de desarrollar nuevas entregas de videojuegos, Creatures inc., que se dedicaría a gestionar todo lo relacionado con los juegos de cartas, y por último Nintendo, la distribuidora de todos los juegos.
Estas tres empresas mantienen los derechos de Pokémon a partes iguales, y en colaboración formarían una cuarta compañía: The Pokémon Company, dedicada a la gestión de todo el merchandising de la franquicia.
Pokémon no son solo los juegos
Esto deja bastante clara la magnitud de toda la saga, y la gran cantidad de decisiones que han de tomarse antes de ni siquiera presentar un título nuevo. Un lanzamiento de un videojuego de Pokémon no es un lanzamiento cualquiera. Para otros juegos, el lanzamiento de un juego puede ser un evento más o menos importante. Si es un triple A, llevará probablemente una gran campaña de marketing de por medio, pero al final, se lanza el juego al mercado y a otra cosa. Sin embargo, con Pokémon la cosa cambia.
Una nueva generación de la saga suele suponer, a parte de una gran campaña de marketing, el lanzamiento de nuevas cartas, merchandising de todo tipo o incluso nuevas temporadas para el anime. Por lo tanto, cada una de las decisiones que conlleva una nueva entrega, que van desde el diseño de los Pokémon iniciales, la fecha de lanzamiento, o los tiempos de desarrollo, tienen que ir perfectamente calculados para que las cuatro empresas estén acordes y satisfechos.
Si funciona, no lo cambies
Pokémon es ya parte de la cultura pop y símbolo de los videojuegos. Puedes elegir una persona al azar de cualquier punto del mundo y es muy probable que sepa quién es Pikachu. El último año fiscal generó un total de 1600 millones de dólares, todo esto sin incluir las ventas de Escarlata y Púrpura. Lo lógico sabiendo esto es que la saga fuera cada vez más y más buena, de mayor calidad, que fuera una referencia dentro del medio… Pero si esto fuera así, no estaríais leyendo esto. Pokémon lleva años estancada, no solo en lo jugable, sino también en lo técnico. Puede que con las últimas entregas estén siendo algo más atrevidos a la innovación de la saga, pero es innegable que, si comparamos la evolución de esta franquicia con otras, Pokémon es demasiado conservadora.
Todo parece indicar que Pokémon sigue a rajatabla lo de “Si funciona, no lo cambies”. Desde la primera entrega, el desarrollo de la saga ha sido el mismo: Un niño o niña que acaba de llegar a una nueva ciudad, y que con el objetivo de convertirse en campeón Pokémon, marcha hacia una aventura con su primer amiguito Pokémon. A lo largo de la aventura, consigue todo un equipo de Pokémon equilibrado, y con ellos vence a los líderes de los gimnasios para, finalmente, hacerse con la victoria en la Liga Pokémon.
Este esquema se puede aplicar a cualquiera de las entregas troncales de la saga, lo cual deja muy claro lo tradicionales y la posición tan cómoda en la que se encuentra la saga. La pregunta es… ¿Por qué? Bueno, para esto hay varias teorías, y aunque nunca lo sabremos con certeza, podemos apuntar nuevamente al refrán anterior: “Si funciona bien, no lo cambies”. ¿Para qué experimentar con ideas nuevas que cambien la base de la saga, si eso puede suponer un fracaso en ventas?, ¿para qué hacer grandes cambios si, con cada entrega anual, consigues millones y millones en beneficios?
La lenta evolución de la saga Pokémon
Pero como adelantábamos al comienzo de este texto, parece que las señales de agotamiento de la saga son cada vez más evidentes, y es por ello que los fans están más sensibles que nunca con esta saga.
Unos fans que, por cierto, suelen ser adultos que comenzaron a jugar la saga de pequeños y siguen disfrutando de Pokémon como el primer día, a pesar de que Nintendo intente dirigir el marketing a los más pequeños.
Decir que Game Freak no intenta cambiar nada sería injusto realmente. Con cada entrega, la saga va probando nuevas mecánicas. Lo suficientemente grandes para que den algo de variedad, pero sin mover demasiado la base de sus cimientos. Desde las formas regionales, los movimientos Z, o las teraincursiones, estos añadidos vienen como una especie de ensayo y error de la compañía. Si los fans responden positivamente, se suelen quedar, mientras que si no gustan, o no terminan de encajar, se eliminan en la siguiente entrega.
Con Leyendas Pokémon: Arceus se atrevieron a experimentar bastante, probablemente por no ser un juego troncal de la saga. No solo juguetearon con el mundo abierto, si no que cambiaron otros elementos, como el sistema de captura, o la interacción de los Pokémon con el entorno. Gracias a ello, Pokémon Escarlata y Púrpura se vio beneficiada, adaptando parte de las nuevas mecánicas a la saga troncal de manera bastante satisfactoria, y marcando una ruta a seguir para la saga.
La otra cara de la moneda es el apartado técnico de la saga. Desde sus inicios, Pokémon fue una saga bastante puntera en lo técnico, ya que poseía una enorme cantidad de criaturas, entornos y personajes. Con cada entrega, su dirección artística mejoraba, dándonos un pixel art más detallado y bonito, con gran cantidad de efectos y animaciones en los combates. Pero parece que con el salto a las tres dimensiones la cosa se fue estancando.
El salto a la tercera dimensión
Pokémon X e Y fue el cambio a las tres dimensiones de la saga, al menos en sus entregas troncales. Un título que recibimos en 2013 para Nintendo 3DS, por lo que aprovecharon la ocasión para utilizar las funcionalidades de visión estereoscópica de la consola (aunque solo en combates y cinemáticas). Contaba con modelados 3D de buena calidad para la portátil, aunque la perspectiva seguía siendo, a grandes rasgos, la de siempre, manteniendo la cámara fija.
A partir de ahí, la saga fue dando pequeños pasos para mejorar. Unos pasos tímidos, yendo siempre a lo seguro, y sobre todo reutilizando mucho material. Por ejemplo, la mayoría de modelos de los Pokémon de generaciones pasadas se suelen reutilizar entre entregas, ya sea dándoles un acabado diferente o añadiendo texturas algo más detalladas.
Por otro lado está el tema de las animaciones. Dar animaciones personalizadas de cada ataque a cada uno de los Pokémon es una tarea titánica, eso está claro. Pero es que las animaciones de la saga actualmente parecen en su mayoría sacadas de un juego de hace 20 años. Muchos de los ataques que realizamos con los bichos suelen ser animaciones muy genéricas, en las que el Pokémon entero se mueve como una sola pieza.
Este recurso podría servir en tiempos de Game Boy Advance o Nintendo DS, pero a día de hoy se ve pobre, de bajo presupuesto y perezoso sabiendo que viene de una compañía multimillonaria.
El caso más reciente: Pokémon Escarlata y Púrpura
Ya hablando concretamente de Pokémon Escarlata y Púrpura, aunque detallamos los problemas que tenía en nuestro análisis, aquí aprovecharemos para detallar un poco más este tema. Es sorprendente como un título del calibre de la saga Pokémon, y con Nintendo detrás de ella, ha permitido lanzar el juego en semejante estado. Sin llegar a lo desastroso, el título cuenta con una fluidez mediocre, que no está a la altura de la calidad que debería tener una entrega troncal de la saga.
Pero es que no es solo la fluidez el problema de Púrpura y Escarlata: bugs gráficos, texturas pobres en los escenarios, carga de modelos de Pokémon muy lenta… La lista es bastante larga, y aunque que justificar que muchos de los bugs que se hicieron virales en redes eran debido a la emulación del juego, podemos aseguraros de primera mano que los bugs existen y son habituales, ya que los hemos sufrido en nuestras propias carnes.
Esto ha dejado la imagen de la compañía peor que nunca, y aunque ya hay un parche en preparación que promete reparar todo el rendimiento del juego, el daño ya está hecho. ¿Qué está pasando con Pokémon?, ¿a que ha llevado a la saga a llegar a tal punto que, una nueva entrega supone miedo para sus fans por la calidad que vaya a traer bajo el brazo?
Pues bien, esto es algo que probablemente nunca sabremos de forma 100% fiable, pero lo más lógico es pensar en lo más sencillo: Pokémon y Game Freak están en una posición tan cómoda, que pueden invertir un esfuerzo mínimo y seguir recibiendo montañas y montañas de dinero gracias a todo el conglomerado que cuenta a su alrededor.
Un futuro incierto para Pokémon
Lo cierto es que hacer el Pokémon con el que todo fan sueña, un título sandbox que rinda correctamente en la portátil de Nintendo, con una calidad similar a Xenoblade o Breath of the Wild, con animaciones detalladas para cada bicho y un aspecto visual perfecto, no solo lleva una inversión monetaria mucho más grande que la de Escarlata y Púrpura, sino que los tiempos de desarrollo serían de varios años. Recordemos que entre Pokémon Arceus y Escarlata / Púrpura hay menos de un año de diferencia.
Para lograrlo, las entregas principales de la saga tendrían una separación de, aproximadamente, tres o cuatro años, algo que las cuatro compañías tras la marca no se pueden permitir… o más bien no quieren. Para ello, se tendría que parar todo el circo de productos derivados de la saga que tanto dinero generan en su conjunto. Y parece que les conviene un lanzamiento constante de entregas para que esta rueda siga girando constantemente.
Si Pokémon quiere volver a ser lo que era antes, debería tomar una decisión: O contratar más personal y hacer a Game Freak una empresa mucho más grande, a nivel de Blizzard o Riot Games, para poder abarcar proyectos más potentes, o dar mayor espacio entre lanzamientos. De esta manera se podrían hacer las cosas bien, y al mismo tiempo se conseguiría refrescar con un lavado de cara en mecánicas y jugabilidad. El tiempo nos dará la respuesta… Pero lo que es seguro es que, hagan lo que hagan la saga seguirá vendiendo como rosquillas.