Hemos jugado a The Guise, un metroidvania desarrollado por el estudio independiente Rasul Mono y que bebe claramente de reyes del género como Hollow Knight.
El juego gira en torno a Ogden, un joven huérfano que, desobedeciendo las órdenes de la directora del orfanato en el que se encuentra, decide entrar en la única habitación cerrada del centro. La curiosidad del chico es tal que, sin pensárselo, se pone una máscara que encuentra en dicha habitación. ¿El problema?, la máscara está maldita, lo que hace que Ogden se convierta en una extraña criatura con forma de insecto que nos ha recordado muchísimo a algunos enemigos que encontramos a lo largo de Hallownest en Hollow Knight. Las comparaciones a primera vista son algo inevitable, ya que el uso de la máscara, así como su propia apariencia, está algo más que inspirado en el título oringalmente mencionado.
Es un juego de apariencia distinguida. En el mundo donde apareceremos al ponernos la máscara no hay luz ni esperanzas. Lo que abundan son los asentamientos moribundos, los bosques oscuros, las mazmorras sinuosas y los valles mortales llenos de demonios.
«La curiosidad mató al gato», como dice el refrán, y aunque en The Guise no hayamos muerto, tendremos que adaptarnos a nuestro nuevo cuerpo y dominar todas las habilidades que se nos presentan (las cuales iremos desbloqueando durante la aventura) para poder recuperar nuestro cuerpo humano.
Un estilo que funciona
The Guise nos cuenta su historia a través de 35 niveles muy diferenciados, con sus desafíos propios y sus enemigos específicos. Como buen metroidvania tanto los ataques como las demás habilidades las iremos desbloqueando poco a poco. Conforme avancemos en nuestra aventura aprenderemos los patrones de los enemigos, así como a manejar a Ogden a la perfección para afrontar los peligros que se nos planteen.
El abanico de habilidades es bastante bueno, con técnicas que calzan a la perfección. Podremos convertirnos en diferentes personajes, cada uno con habilidades únicas que pueden ser bastante útiles dependiendo de la situación. Por ejemplo, podremos utilizar la habilidad del murciélago, con la cual podremos volar. Con la habilidad zombie, nuestro protagonista tendrá la capacidad de romper muros para acceder a nuevas zonas. La que más nos gusta, la de hombre lobo, nos permite justamente eso, transformarnos en hombre lobo para ganar velocidad y aumentar nuestro rango de salto. Por último, con la de araña, podremos trepar por paredes y techos, permitiéndonos acceder a lugares secretos que inicialmente son inaccesibles de otra manera, pero gracias a esta habilidad podremos acceder sin mayor problema.
Luz y oscuridad: un arte conceptual precioso
The Guise cuenta con un estilo de animación hecho a mano que, pese a ser desarrollado por un estudio indie pequeño, es bastante fluido. Avanzaremos por una inmensidad de escenarios oscuros e inquietantes que nos han recordado a los usados en películas clásicas de terror y, válgame la redundancia, a Hollow Knight.
La paleta de colores contrasta a la perfección la poca luz de sus escenarios con la inmensa oscuridad que nos embriagará en todo momento, como si esta fuera la única esperanza a la que agarrarnos. The Guise tiene esos tintes oscuros que nos recuerda a otras obras monocromáticas tales como Limbo, Inside, o los más recientes Trek to Yomi o Silt.
Respecto a la banda sonora y al apartado sonoro, se adecuan al estilo del juego perfectamente, con giros musicales dependiendo del momento en el que nos encontremos. La música triste y melancólica nos acompañará durante casi toda la aventura. Por otro lado, cada personaje tendrá su propia melodía, un detalle que no tardarás en apreciar, ya que se trata de una característica cuanto menos interesante. En definitiva, la banda sonora se adapta a cada nivel, creando una atmósfera triste (como mencionamos anteriormente) aunque posee toques tétricos y espeluznantes cuando tenemos que enfrentar a cada enemigo.
¿Os recomendamos The Guise?
Si comparamos a The Guise con otros títulos del género, siendo objetivos, quizás se quede corto en algunos aspectos, por ejemplo en los movimientos, que aunque no son del todo malos, son un poco toscos. Aun así, sin dudas, nosotros os recomendamos que le deis la oportunidad porque su apartado artístico es precioso y su historia, aunque corta, te enganchará desde el primer minuto de juego.
Al igual que ocurre con los géneros más aclamados, la falta de entregas de las sagas principales hacen que el ingenio de terceros se despierte. Lo hemos podido ver anteriormente con el género souls, y tristemente todavía desconocemos la fecha de lanzamiento para Hollow Knight: Silksong, así que mientras continuamos esperando con ganas uno de los lanzamientos más aclamados, esta es una buena opción para los fans del género.
La industria indie en los últimos años ha aumentado en cantidades estratosféricas, por lo que quizás sea un poco difícil encontrar títulos competentes entre tanta oferta disponible, pero con The Guise estamos ante una de esas joyitas.