Para millones de personas con alergias estacionales, la primavera significa secreción nasal, estornudos excesivos y picazón en los ojos. Y, como ocurre con muchas cosas, el cambio climático parece empeorar aún más la temporada de alergias. Los investigadores que informan en ACS Earth and Space Chemistry han demostrado que las plantas productoras de alérgenos comunes, el pasto ryegrass y la ambrosía, emiten «partículas de subpolen» (SPP) más pequeñas de lo que se pensaba, sin embargo, es probable que el clima se vea más afectado por sus granos de polen intactos, que pueden aumentar la formación de nubes.
Además de ocasionar molestas inflamaciones de los senos paranasales, el polen funciona naturalmente como una forma de que las plantas intercambien material genético y se reproduzcan. Cuando se exponen a la humedad, estos granos de polen pueden estallar en pequeñas partículas de subpolen de menos de una micra de largo. Su tamaño más pequeño les permite llegar al sistema respiratorio inferior, donde pueden durar más y causar más inflamación que sus contrapartes más grandes.
El grupo evaluó la cantidad de partículas de subpolen por grano de polen, así como la capacidad de ambos para nuclear hielo
También se cree que tanto las SPP como los granos de polen entero actúan como sitios de nucleación de hielo, puntos de partida en miniatura para las nubes. Pero en comparación con las nubes normales, las partículas de subpolen y el polen forman nubes más pequeñas y numerosas que tienden a retener su precipitación, lo que ayuda a atrapar el calor radiante y contribuye al cambio climático. A su vez, las temperaturas más altas pueden prolongar los períodos de liberación de polen, lo que agrava aún más el problema.
Anteriormente, Brianna Matthews, Alyssa Alsante y Sarah Brooks estudiaron cómo los robles emiten SPP a diferentes niveles de humedad. Pero esta vez, el equipo quería investigar cómo otras dos plantas productoras de alérgenos comunes, la ambrosía y el ryegrass, liberan estas partículas de subpolen en condiciones húmedas y cómo esas partículas podrían afectar la formación de nubes de hielo.
Una cámara especializada
Los investigadores recolectaron muestras de ryegrass y ambrosía, luego las colocaron en una «cámara de polen» especializada. Allí, las muestras se expusieron a diferentes niveles de humedad y ráfagas de viento durante varias horas para simular las condiciones del mundo real.
El grupo evaluó la cantidad de partículas de subpolen por grano de polen, así como la capacidad de ambos para nuclear hielo. Sorprendentemente, el equipo descubrió que los experimentos anteriores en los mismos tipos de plantas subestimaron la cantidad de SPP en un factor de 10 a 100. Esto probablemente se debió a que los otros experimentos utilizaron un medio menos realista para esparcir el polen y generar los SPP, según los investigadores.
Actualización de los modelos climáticos existentes
Sin embargo, las partículas de subpolen de ambrosía y ryegrass fueron sitios de nucleación de hielo muy pobres, apenas mejores que el agua corriente, mientras que los granos enteros de polen facilitaron el crecimiento de las nubes. Los investigadores afirman que estos parámetros actualizados y la cantidad de granos y partículas de polen emitidos podrían usarse en última instancia para crear modelos climáticos más precisos.
Fuente: ACS Earth and Space Chemistry.