Armored Core VI: Fires of Rubicon es la más reciente entrega en la saga Armored Core. A pesar de ser la sexta entrega numerada, existen más de quince entregas en la saga. El quinto juego numerado se remonta a 2012, con una expansión independiente que nos llegó en 2013, por lo que han pasado unos cuantos años desde la última entrega.
FromSoftware y robots, buena mezcla
Para aquellos que nunca hayan oído hablar de ningún videojuego de la saga, la primera entrega data de 1997. Eran otros tiempos, pero ya se disfrutaba de lo lindo en la grisácea PlayStation (incluso sin los controles Dual Shock). Si creéis que estáis ante un juego del género souls estáis más que equivocados, ya que Armored Core VI: Fires of Rubicon no se parece lo más mínimo al planteamiento de moda de FromSoftware.
Sin entrar en demasiados detalles de la historia, nos encontramos en Rubicón 3, un planeta en el que se libra una guerra. Esta guerra tiene como principal motivo la obtención de Coral, una sustancia valiosísima por la que todas las megacorporaciones están dispuestas a luchar. Tras infiltrarnos de manera ilegal en el planeta en cuestión, nos ofreceremos como mercenarios al mejor postor.
Un buen planteamiento que mejora lo presente
Es verdad que no nos hacen falta demasiados motivos para subirnos a los mandos de un robot a reventar cosas. Sin embargo, los giros argumentales y la toma de decisiones definirán nuestra ruta argumental. Casi siempre la historia se nos presentará mediante conversaciones durante el juego, no esperéis extensas cinemáticas donde podamos relajarnos. Si sois ratas de biblioteca y os gusta la ciencia ficción estáis de enhorabuena, porque el trasfondo de Armored Core VI: Fires of Rubicon es mucho más que interesante.
Entrando un poco en lo jugable
Las misiones que debemos ir superando son individuales y aunque tengan correlación, no están conectadas directamente entre sí. La finalidad es arrasar con todo lo que podamos, conseguir recursos para mejorar nuestro robot, y estar abiertos a nuevas combinaciones. Esto es muy importante, ya que en Armored Core VI: Fires of Rubicon no podemos relajarnos en cuanto a una única manera de jugar.
La mayoría de las misiones duran alrededor de 15 minutos a un ritmo normal, pero si tomamos velocidad podremos reducir bastante ese tiempo. Las misiones son bastante lineales, ya que la exploración no es algo importante (aunque la hay). Sin embargo, esto no significa que estemos ante unos escenarios angostos, más bien al contrario. Tanto en verticalidad como en horizontalidad, tenemos disponible un espacio muy interesante para hacer frente a nuestras amenazas.
Las misiones son bastante variadas, y no se nos hacen para nada pesadas. Tendremos que hacer frente a algún jefazo en concreto como atacando una gigantesca fortaleza; podemos infiltrarnos así como defender una base, incluso hay tiempo (nunca mejor dicho) para desafíos contrarreloj. La variedad nos mantiene en tensión, y por lo general son bastante desafiantes así que ni nos aburren ni nos hacen caer en la monotonía.
Ahondemos en el equipamiento de nuestro robot
Una de las cosas más llamativas de Armored Core VI: Fires of Rubicon es la personalización de nuestro robot. Existen tantísimas variantes y tendremos que probar tantas combinaciones que difícilmente nos aburra en algún momento. Tenemos disponibles cuatro ranuras para armarnos: dos para los brazos y otras dos para los hombros. Para poder volar y realizar movimientos evasivos existe una barra de aguante que se rellenará relativamente rápido (según nuestras combinaciones y acciones, por ejemplo en el suelo se recargará más fácilmente).
Según las piezas con las que armemos a nuestro robot, obtendremos un resultado diferente. Además de cosas básicas como el peso o la cadencia de tiro, tenemos que tener en cuenta otros factores como poder fijar varios blancos a la vez o la posibilidad de cargar nuestros disparos. La infinidad de posibilidades es abrumadora, pero tendremos que ir cambiando nuestra forma de afrontar las misiones según los requisitos que se nos presenten.
Aunque existen muchas combinaciones, es bastante accesible
Uno de los puntos fuertes de Armored Core VI: Fires of Rubicon es que es bastante accesible. Sobre todo este es un aspecto a tener en cuenta para los jugadores que nunca han experimentado un juego de la saga. Los tutoriales son bastante buenos y las primeras misiones sirven de guía para introducirnos en las mecánicas de juego. Obviamente no estamos ante un juego sencillo, pero la curva de aprendizaje es bastante benévola y nos permite aclimatarnos tanto a las mecánicas como al ritmo frenético de juego.
Continuando con la accesibilidad, tenemos varios puntos de control a lo largo de las misiones por si caemos en combate (ojo, si salimos del juego estos puntos no guardarán nuestro progreso; solo lo harán durante la sesión actual). La posibilidad de curarnos y reabastecernos de provisiones es vital, sobre todo frente al comienzo de la batalla contra el jefe de turno. Todos los recursos que obtengamos para invertir en nuestro robot no serán despilfarrados, ya que podemos vender nuestro equipamiento por el precio completo. Esto nos da la posibilidad de cambiar de punto de vista, jugando con diferentes combinaciones sin tener que farmear recursos extra.
Cuando terminemos, el modo Nuevo Juego+ estará ahí para nosotros
Además de la posibilidad de seguir diferentes rutas argumentales, la rejugabilidad de Armored Core VI: Fires of Rubicon es mayor gracias al modo Nuevo Juego+. Mantener nuestro equipamiento y mejoras nos hará terminar el recorrido en un barrido mucho menor. Es importante recalcar que, además de las diferentes rutas de la primera vuelta, desbloquearemos contenido adicional durante este modo.
Además de este modo, también tenemos a nuestra disposición el modo multijugador competitivo. Medirnos frente a las creaciones de otros jugadores puede llegar a ser interesante, aunque bajo mi punto de vista falta otro aspecto multijugador importante. En la entrega anterior podíamos hacer frente a las misiones de forma cooperativa, pero en esta entrega es algo que no se ha llegado a contemplar.
Un aspecto artístico destacablemente bueno
Sin duda alguna, Armored Core VI: Fires of Rubicon es una delicia tanto visual como artísticamente. El mimo que se le ha puesto a los robots, el tratamiento de las luces y la iluminación así como el entorno hacen que disfrutemos cada momento de nuestro viaje. Los modelos son dignos ejemplos de cómo exprimir conocimientos de ciencia ficción. Las animaciones son bastante buenas, los efectos visuales y la ambientación está muy lograda, metiéndonos de lleno en el escenario.
La banda sonora destaca como de costumbre, sobre todo cuando llega el momento de la batalla contra los jefazos. Durante el frenesí de la batalla puede pasar algo desapercibida, pero sabe cuándo llegar y cómo tocarnos la fibra. El juego nos llega con voces en inglés y japonés, teniendo subtítulos en español. Si nos ponemos algo quisquillosos, estamos frente al mismo error de siempre: muchos diálogos se pierden durante la acción si no manejamos el idioma. Este es un error típico de Rockstar que hemos visto reflejado en muchos videojuegos.
Conclusión
Tras un porrón de años sin una entrega, Armored Core VI: Fires of Rubicon es todo lo que los fans esperaban. Un apartado artístico a la altura, infinidad de posibilidades a la hora de construir nuestro robot, y una accesibilidad hasta ahora nunca vista lo hacen muy atrayente. Sacándole algo de punta, la falta de modo cooperativo es un punto negativo, al igual que los checkpoint que no conservan nuestro progreso si tenemos que cerrar el juego. Sin duda alguna, un juegazo a tener en cuenta, ya conozcas la franquicia o seas un novato en ella.