El peso del guión en la historia cuenta con el trío de ases conformado por Robbie Thompson, guionista de “Seda” y el guionista de los dos números especiales del crossover, que cuenta en el argumento y en el desarrollo de la historia con la ayuda de Jason Latour, guionista de “Spider-Gwen” y Dennis Hopeless, guionista de “Spiderwoman”. La historia cuenta con multitud de distintos dibujantes muy seguidores del trabajo de la nueva narrativa con influencia de artistas como Robbie Rodriguez o de Paul Pope.
El tomo comienza con “Spider-women Alpha”, una historia que se asienta en la popular tradición que tiene Jessica de juntarse con sus pequeñas arañas tuteladas, Cindy Moon y la Gwen Stacy de Tierra-65. Ya desde el principio del tomo vemos la perfecta unión y caracterización de estos personajes. Todo comienza con Gwen saltando de dimensiones y siendo observada por una misteriosa figura con un disfraz un tanto arácnido, al llegar a Tierra Prima (atentos a sutiles detalles como el cambio de cartelería entre Latveria y Wakanda cuando Gwen cambia de tierras) se encuentra con que Cindy Moon alias Seda también ha sido invitada por Drew al brunch.
Es interesantísima la química de hermanas recelosas del cariño y atención de Jessica, que llevan estos dos personajes, Gwen siempre va a la última en cuanto a temas de actualidad, música o tecnología y para ella Seda al haber estado encerrada más de 10 años en un búnker, está más desfasada que su padre. Tranquilos los amantes de la Jess, madre en apuros van a deleitarse con más costumbrismo de ella, el bebe, la desastrosa casa y el siempre genial Puercoespín haciendo de solícito canguro.
Gwen decide proponer que en esta ocasión aprovechen y vayan a conocer Tierra-65 y así Thompson se encarga de coger todos los divertidos conceptos de Latour, dejando grandes momentos como Jessica descubriendo que Stark en este mundo es el propietario de cierta famosa cadena de cafés de lujo o que existen sitios como “Ciudad Payaso”. Pero claro todo descanso no puede durar mucho y por ello en mitad de la ciudad habrá un ataque de un superadaptoide. De nuevo en esta secuencia de acción vemos como cada personaje tiene un rol definido, la impetusa Seda, la insegura Gwen y la veterana Jessica. Una gran victoria tejida por nuestras Spider-women que se truncará cuando descubran que alguien (el misterioso disfrazado del que os hable antes) ha robado el reloj multidimensional de Gwen por lo que tanto Seda como Spider-Woman están atrapadas en Tierra-65.
El cómic está dibujado por Vanesa del Rey, conocida por trabajos como “Costantine: The Hellblazer”, tiene un estilo muy propio lejos del cómic mainstream, sus figuras femeninas no son una sucesión de curvas femeninas, es una artista que se preocupa por los fondos, por el entorno y más por lo que muestra una cara que por las secuencias de acción que le quedan bastante vacuas y estáticas, atrae el foco a cosas insospechadas pero se diluye y su trazo rayado y sucio llega a resultar cansino a la vista, una pauesta muy propia de estas colecciones pero servidor echa de menos a Rodriguez, amo y señor de la estética de Tierra-65.
Conocerán al “Bandido Bodega” y habrá bromas sobre la galería de villanos de Gwen, Jessica conocerá de primera mano la música de las “Mary Janes” y al final llegará a la conclusión de que sólo hay una persona en todas las tierras, experta en estas situaciones, ¡Reed Richards! Atentos a la versión que se marca Latour de nuestro genio favorito, muy cercano a cierta “chica lunar” de 616. Gwen y Jess van a tener un eléctrico encontronazo con nuestro enmascarado, del que una asustada Seda nos va a descubrir que se llama Agente 77 y que forma parte de una organización criminal de Tierra-65 conocida como “S.E.D.A”.
Un buen número que desarrolla la desesperación de Jess ante la imposibilidad de volver con su bebé, que muestra la ansiedad de Seda por encontrar la forma de volver con su familia y la necesidad de Gwen de encontrar un sentido a su vida tras la perdida de Peter y la lucha con Harry.
Seda se infiltra en las oficinas de la Cindy de este mundo sólo para descubrir la existencia de la organización criminal S.E.D.A. (Atentos de nuevo al uso del humor de Thompson y el discurrir de Cindy sobre los ascensores secretos). Thomspon además tendrá el honor de mostrar al Doctor Octopus de Tierra-65 una versión mucho más orgánica y acercada a llevar ese nombre que la de 616. Un gran número introspectivo donde se ve que el guionista disfruta con las posibilidades e inseguridades del personaje y donde Ford lo da todo para aspirar a ser la dibujante regular.
Es turno del “Spiderwoman vol. 6, 6” con guión de Dennis Hopeless y dibujo de Joëlle Jones (encargada de esa maravilla aún inédita en España que es la injustamente polémica Pájaro Burlón de Chelsea Cain), Debo decir que aunque Jones es una fantástica dibujante se echa mucho de menos a Javier Rodríguez y sus experimentos visuales en estas páginas. Un número donde se ve el gusto de la artista por la acción y el espionaje, en él básicamente Jessica va a descubrir que en Tierra-65, su contrapartida es un hombre llamado Jess Drew que tiene una adorable vida en familia pero que realmente es el Agente 77 de S.E.D.A.
Hopeless va a seguir insistiendo en la importancia de la maternidad, atentos a esa pugna entre la mujer de Jess y Jessica, o las bromas sobre leche materna y adolescente reacción de Seda y Gwen. Pero tranquilos que aparte del costumbrismo a Jones la acción se le da la mar de bien, y aunque sean pocas páginas vamos a tener a Seda y a Gwen haciéndoselo pasar mal a Octopus 65 y a los agentes de S.E.D.A. Y además la ansiada vuelta a casa demostrando que el Reed Richards 65 puede ser un personaje muy a tener en cuenta en un futuro.
En el siguiente número de Spider-Gwen repiten Latour y Bengal. Gwen y Cindy van a comprobar qué se ha dedicado a hacer la Cindy 65 en 616 mientras ellas no estaban, la respuesta es fácil, robar toda la tecnología que puede para dominar aún más la desprotegida Tierra-65. Cindy 65 posee un guante capaz de asimilar toda la tecnología y replicarla, así que esperad unas secuencias de acción por todo lo alto con homenajes al Octopus de toda la vida o al invencible Iron Man.
Latour tiene muy claro como lleva Thompson la colección de Seda, por ella tenemos una breve, emotiva y paternalista aparición del fan número uno de Seda, J.J. Jameson. El origen de Cindy 65 y su relación con el accidente de Gwen serán revelados y quizás nuestra rubia favorita de Tierra-65 pueda no volver a ser Spiderwoman nunca más.
Dennis Hopeless se despide de su intervención en esta saga de nuevo con los lápices de Jöelle Jones. Jessica pensaba que haber vuelto a casa a su vida sería fácil, pero amenazar a Jess 65 tiene sus consecuencias. Hopeless narra gracias a la dinámica acción visual de Jones un encontronazo lleno de humor, conversaciones forzadas, y donde Puercoespín vuelve a no enterarse de nada. Un azulado flashback nos mostraran la dura vida de este antihéroe por equivocación y villano de jersey ajustado por engaño.
A Gwen se le presentará la oportunidad de dejar atrás su vida como Spiderwoman de Tierra-65, algo a lo que no está dispuesta bajo ningún concepto, puede que ahora sus poderes sean temporales, pero mientras pueda la batería de las “Mary Janes” está decidida a seguir columpiándose. Atentos al momento "puñetazo radiografía" que se marca Jones durante el encontronazo de Gwen con el ladrón que desbarató todo su mundo.
Un número en mi opinión demasiado rápido en el que casi no hay diálogos si no tan sólo una enorme pelea entre nuestras Spider-women y Cindy 65 a la que sinceramente León no le hace un gran favor. Al final de leer este evento parece que hemos asistido a una saga de relleno en el que salvo para Spider-Gwen y su Tierra-65 poco o nada a pasado para con Jessica y Seda.
Y es que casi parece que Latour tome la voz cantante en este especial, pues realmente todo lo significativo que en él ocurre le sucede a Gwen, con una escena de lucha final contra Cindy-65 que demuestran que Gwen merece las telarañas. Pelea sucia y dura que contrasta con el estilo cartoon y la paleta de colores planos de todo el número. Fuego, explosiones y tramas que cierran y una genial broma de despedida de una Cindy a otra y por supuesto un Brunch de celebración.
Completan este tomo las increíbles portadas de la ilustradora Yasmine Putri y además se recogen varias divertidas variant covers en que entre otras cosas veremos a nuestras heroínas como muñecos de acción.
Muchas preguntas para tomos siguientes como ¿será Cindy 65 un personaje recurrente en Seda? ¿Volveremos a saber de Octopus o del Agente 77? ¿Recuperará sus poderes Gwen?
Como veis poco o nada le ha pasado a la buena de Jessica y es que se ve a la legua el intento de la editorial de aunar el éxito de Spiderwoman al resto de las colecciones de las féminas arácnidas. Veremos que destino tejen para estas pequeñas arañas.