Han pasado cuatro años desde que el estudio francés de Asobo Studio nos sorprendiera con su particular propuesta. A Plague Tale: Innocence nos presentaba un videojuego de acción, aventura y de lógica que aparentemente no parecía gran cosa pero, que desde su debut en el 2019, demostró que ha venido para quedarse. Cuatro años después, nos reencontramos con Amicia y Hugo en su búsqueda por hallar la cura para el pequeño. Otra aventura mucho más intensa, con más ratas pero igualmente bella y apasionante.
*El siguiente análisis ha sido realizado gracias a una copia facilitada por Focus Entertainment para PlayStation 5.
Continúa el periplo de los hermanos de Rune
Volvemos a situarnos en la Francia del Siglo XIV con los hermanos de Rune en su búsqueda de una solución al problema de Hugo. Los primeros minutos del juego son realmente fascinantes, como un cuento de hadas donde dejamos atrás todo el horror vivido en la precuela. Si algo sabe hacer Asobo Studio es crear una perfecta atmósfera, digna de una novela de Lewis Carrol. Sabemos perfectamente que lo idílico no va a durar demasiado en tornarse en una auténtica pesadilla y la de Amicia y Hugo permanece dormida pero no vencida.
La enfermedad que sufre Hugo, conocida como la mácula, sigue en su sangre y amenaza con desatar el caos a su alrededor al mismo tiempo que amenaza su vida. Tras un pequeño respiro de paz, los hermanos van a tener que embarcarse en otra peligrosa aventura en busca de una cura incierta que aparece en los sueños del pequeño en una extraña isla ubicada en el Mar Mediterráneo.
El viaje va a estar plagado de peligros constantes, incluidas las ratas de la primera aventura, aunque esta vez con un ligero matiz. Los poderes de Hugo han despertado y aunque a veces crean un total caos con la plaga, también le permite usarlas a su conveniencia. La situación se complicará por momentos, pero no van a faltar aliados que deseen ayudar a nuestros jóvenes héroes, haciendo de esta aventura algo más coral e interesante que la primera.
Duración perfecta y gran ritmo narrativo
Destacamos la gran duración de esta entrega, que dobla a la original en horas llegando a las 15 a 20 horas y que vuelve a contarnos una historia dividida por capítulos. Su extensión no significa que se haya estirado la historia o las diferentes fases para hacerla más larga. Posee una duración perfecta y con muy buen ritmo que hace que queramos seguir y seguir avanzando para ver cómo se desarrolla la historia.
Si algo tiene esta aventura es que seguimos ahondando en la relación y en la personalidad de Amicia y Hugo. Dos personajes con mucho aún por ofrecer, los vemos unir fuerzas una vez más, quebrarse por las situaciones, estallar y volver a recomponerse, lo que nos hace empatizar con ellos muy fácilmente. Resulta muy sencillo encariñarse con ambos y desear que todo les vaya bien, disfrutamos con sus alegrías y sufrimos con ellos en sus peores momentos.
Escenarios bellos que invitan a la contemplación
A Plague Tale: Requiem es un juego precioso en todos los sentidos. Es de esas entregas que te invitan a parar para contemplar el paisaje, a no querer correr sino a pasear por todos los entornos disfrutando de cada escenario. Maravillosos prados repletos de flores, playas, pueblos encantadores. Son muchos los lugares que visitaremos que nos han dejado sin aliento. Si hay un juego donde sacar provecho de su Modo Foto, es este.
La secuela ha llegado solo a consolas de nueva generación y viendo el apartado técnico se comprende perfectamente. La tecnología actual permite ofrecer unos escenarios cargados de detalle y Asobo Studio ha sabido sacar todo su potencial, también en el apartado de la iluminación y la ambientación, creando momentos muy impactantes tanto en los entornos idílicos como en los de auténtica pesadilla.
Sin duda, el contraste de entornos es impecable y gracias a ello logramos sumergirnos muy fácilmente en cada situación, deseando escapar de los momentos terroríficos así como deleitándonos en aquellos momentos de auténtica paz y serenidad. Además, resulta bastante perturbador lo que puede cambiar un mismo emplazamiento al pasar de un momento a otro, donde antes había una zona idílica ahora tenemos un río plagado de ratas, podredumbre y oscuridad.
Luz y la oscuridad, más presentes que nunca
En cuanto al apartado jugable, nos encontramos ante una aventura muy similar a la precuela. Tendremos espacio para explorar los entornos, persecuciones llenas de adrenalina, numerosas escenas de sigilo, algunas de combate y sobre todo variados puzles. La jugabilidad en la secuela se ha pulido y mejorado bastante, ofreciendo una experiencia mucho más disfrutable y con mayor libertad.
En los momentos de exploración y escapadas no hay variedad, aunque encontramos que tienen muy buen ritmo y no se hace en ningún momento pesados. Los entornos además han crecido en tamaño y podremos explorar más a fondo los diferentes emplazamientos, para encontrar objetos, disfrutar del paisaje o generar recuerdos con nuestros compañeros o entre los propios hermanos.
Por otro lado, en los momentos con soldados, el sigilo y las tácticas de distracción serán nuestro principal aliado. Podremos usar diferentes elementos para escondernos, lanzar piedras y jarrones para distraer a los enemigos o incluso acabar con ellos si tenemos recursos, una idea poco recomendable pero que está ahí también presente. Dependiendo de cómo actuemos, Amicia irá mejorando sus habilidades de una forma o de otra, adaptándose a su forma de actuar y potenciando aquello que más fomentemos.
El despertar de los hermanos durante el viaje
Tampoco faltarán los acertijos, los cuales versarán sobre todo en escenarios donde las ratas bloquean nuestro camino. La lucha entre la luz y la oscuridad permanece más presente que nunca. Según avancemos, éstos se volverán algo más complejos y en escenarios con ratas y soldados podremos avanzar de diferentes maneras. Esta libertad le da un aire más interesante al juego, dejando a nuestro criterio qué estrategia queremos seguir.
En cuanto al arsenal de Amicia se ha visto ferozmente ampliado. En esta ocasión, además de contar con la honda, también tendremos a nuestra disposición una ballesta. Este arma no es ninguna declaración de intenciones, no es que se deje atrás el componente de sigilo, simplemente han aumentado un poco más la parte del enfrentamiento contra los enemigos. Prueba de ello es que no sobran las flechas, por lo que gestionar bien nuestro equipamiento es de vital importancia y cada elemento cuenta.
Amicia ya no es la asustada damisela que se medio defendía con su honda, las vivencias la han cambiado y vamos a ver eso en el desarrollo de la historia. Además, también podremos equiparnos con un cuchillo que podremos usar para acabar con los guardias. Ir a saco a por el enemigo es una mala decisión, pero tener estas herramientas a mano hace que cada escenario sea una aventura diferente. Podemos acabar con algunos centinelas con la ballesta o la honda, usar el fuego para manipular el entorno o manipular a las ratas para que nos despejen el camino.
Excepcional banda sonora a cargo de Derivière
Requiem resalta por muchas cosas, una más de la lista es su gran banda sonora, a cargo otra ver del compositor Olivier Derivière. Sabes que el juego va a brillar en el apartado musical simplemente con el menú de inicio del título, los coros del inicio orquestados están al nivel de temas visto en grandes producciones mediáticas como Juego de Tronos con temas como Light of the Seven de Ramin Djawadi.
Olivier se ha superado en esta secuela en el apartado sonoro, brilla y demuestra como otros muchos otros compositores que se pueden hacer auténticas obras de arte para la industria del videojuego. El apartado sonoro es sencillamente perfecto, con unos buenos efectos sonoros también y con el uso de completo silencio en los momentos adecuados.
Por otro lado, destacar de nuevo el interesante doblaje en inglés con acento francés que ya pudimos apreciar en su precuela. Aunque el juego llega en esta ocasión también doblado al castellano, no brillan de la misma manera y eso que tenemos a grandes actrices de doblaje para el rol de los dos hermanos.
Un digno candidato a ser juego del año
A Plague Tale: Inocence sorprendió en su momento por traer una idea fresca, una historia cautivadora y una ambientación de terror bastante original. Demostró que no se necesita ser una gran producción para tener una fuerte personalidad y ser un juego divertido y sencillo a partes iguales. Requiem es un magnífico sucesor que trae todo lo que hizo interesante al primero pero bastante mejorado.
Si nunca os habéis adentrado a acompañar a los hermanos de Rune en su incierto viaje, es el mejor momento para hacerlo, pues os vais a encontrar con una historia interesante, unos personajes entrañables y una jugabilidad muy amena que va mejorando y puliéndose en esta secuela. Si algo deja claro Asobo Studio con esta segunda entrega, es que tiene muchísimo potencial y que es mejor no perderles de vista porque prometen traer un aire renovado y muy interesante a la industria de los videojuegos.
En un año con grandes lanzamientos y con grandes títulos aún por lanzarse, Requiem consigue brillar con luz propia. Puedo confirmar sin miedo a equivocarme, que nos encontramos ante una secuela arrolladora merecedora de estar entre los mejores juegos del año.