La sexualidad es un pilar social de la vida humana, omnipresente en muchas de nuestras actividades públicas y privadas, ya sea de forma explícita o soterrada. Pese a considerarse como algo necesario para una evolución equilibrada de la personalidad y la salud física de cualquier persona, el sexo aún es visto en muchas ocasiones como un tema tabú, sobre todo por la influencia religiosa en nuestra sociedad, de la que nos hemos deshecho en parte, pero de la que aún conservamos rastros en nuestra tradición. Nos cuesta sentirnos libres a la hora de hablar sobre sexo, e incluso al practicarlo en la intimidad, y esa falta de naturalidad en nuestra educación deja espacio para el consumo de formatos audiovisuales relacionados, como el porno, que permite ─al menos en apariencia y para parte de la población─ una vía de escape para estos tabúes e instintos, a costa eso sí, de la explotación laboral de otras personas, un hecho que a menudo se obvia pero que resulta relevante mencionar. Y precisamente de ello trata la miniserie británica “Adult material”, de la directora Dawn Shadforth, que ha sido muy bien recibida por crítica y público tanto en su país de origen como fuera de él.
La miniserie de Channel 4 ─y que en España puede verse en Filmin y HBO─ se aproxima al porno industrial altamente profesionalizado y al que producen particulares con menos medios y distribuyen en sus propias redes sociales. Nuestra protagonista es la estrella porno madura Hayley Burrows (Hayley Squires) ─cuyo nombre en la industria es Jolene Dollar─, que participa en películas X desde hace varios lustros, está casada y es madre de tres hijos. Ya de vuelta de todo y cínica hasta la médula, compatibiliza su trabajo con el cuidado de su familia. La gestión de las redes sociales la lleva su marido Rich (Joe Dempsie), un diletante que hace lo que puede para compensar las carencias afectivas que provoca en sus hijos y él mismo una cada vez más rota y distanciada Hayley, hundida por la carga de sostener económicamente a la familia, agotada por la esclavitud constante que su trabajo demanda.
Hayley acoge como su protegida a Amy (Siena Kelly), una joven de la edad de su propia hija, a quien aconseja en su primer rodaje con un actor estadounidense, el temido Tom Pain (Julian Ovenden), conocido por su gusto por la violencia. A pesar de los consejos de nuestra experimentada protagonista, Amy se verá coaccionada por la necesidad económica y enredada por los habituales tejemanejes del director de turno, y aceptará rodar una brutal escena para la que no estaba preparada en absoluto.
Las duras consecuencias de este rodaje provocarán que una asqueada Hayley se replantee su vida y decida dejar la industria del porno, mientras intenta ayudar a una trastornada Amy. Cada vez más consciente de la forma en que su antigua profesión ha afectado a su vida diaria, su salud y a su relación con su familia, nuestra protagonista se verá inmersa en un difícil proceso de readaptación para exorcizar los demonios que durante los últimos años la han tenido presa y paralizada.
«Adult material» dibuja la tenue barrera entre el consentimiento sexual y el abuso en el porno
Maravillosamente interpretada por la actriz y dramaturga británica Hayley Squires y por la joven Siena Kelly, “Adult material” explora todos los ángulos de la industria pornográfica y la forma en que afecta a las mujeres que ejercen esta profesión. Dramática, descarnada e impactante pero también a ratos divertida y socarrona, esta miniserie combate la estigmatización de las actrices porno y las humaniza, mostrándolas como personas con necesidades afectivas y materiales, y también denuncia los sucios recovecos de una industria que consume carne humana de manera inmisericorde, explotando cada fetiche por retorcido que sea, exigiendo a quien participa de ella cuerpo pero también mente, en una espiral de autodestrucción que, como todo, tiene un final.
En esta miniserie vemos cómo sobre todo las actrices porno logran salir a flote en lo económico, pero con una pesada mochila a cuestas que se cobra su peaje con un maltrato constante, que estas mujeres procuran enterrar muy profundo en su psique, disfrazándolo de mil formas, pero que en el momento más inesperado saldrá a flote, poniendo en peligro su cordura. La distancia entre el consentimiento sexual y el abuso, muy tenue en esta industria debido a la necesidad económica de las actrices y el poder casi absoluto que detentan los productores y directores, es el auténtico tema de “Adult material”, y un hecho que debería llevarnos a la reflexión, sobre todo a la hora de estigmatizar a estas mujeres o a creernos ciertos mitos relacionados con ellas.
La miniserie deja claro que el porno no es un trabajo como otro cualquiera, aunque también nos habla sobre las servidumbres relacionadas con otras formas más socialmente aceptadas de ganarse la vida, que albergan sus propias sombras. Nos habla de la inevitable deshumanización que conlleva la máxima exposición en las redes sociales, sobre todo en cuentas de claro tinte sexual, pone el foco sobre el maltrato dentro y fuera del porno, en la necesidad de afecto y atención y en una parte de la población cada vez más desprotegida y apartada del mercado laboral, con una merma de opciones clara y que la empuja a la marginalidad.
“Adult material” es una montaña rusa de emociones que hace un uso hábil de la narrativa, la apuesta visual y el humor negro, y que logra un relato breve pero poderoso no sólo sobre el porno desnudo, sino también sobre nuestras carencias como sociedad. Y lo consigue sin un tono moralizante, a base de incomodar, provocar y desnudar las hipocresías del día a día, la forma en que nos mentimos a nosotros mismos, esperando sobrellevar un día más.
Atención sobre todo al trabajo de Hayley Squires y Siena Kelly, ambas espectaculares en sus respectivos papeles, capaces de una variedad de registros apabullante, y que logran potenciar un guion ya de por sí potente, sin rodeos y bien hilvanado, escrito por Lucy Kirkwood (con el asesoramiento de los profesionales del porno Rebecca Moore y Danny D). Mucho me extrañaría que tanto la serie como estas dos actrices británicas no cosechen en el futuro premios televisivos; estamos ante una de las revelaciones de la temporada. No te la pierdas…