El pasado mes de abril llegaba a Netflix uno de sus nuevos animes, coproducido por la plataforma y Fanworks. Aggretsuko (Aggresive Retsuko) se centra en un Tokio poblado por animales antropomorfos, y en concreto en Retsuko, la tierna panda roja de Sanrio. Una joven contable que sufre día a día la tiranía del cerdo de su jefe (literal y metafóricamente hablando) y la hipocresía de sus compañeros de trabajo. ¿Y qué es lo que hace para soportar esta rutina y seguir guardando las apariencias? Bueno, mejor descúbrelo tú mismo:
https://www.youtube.com/watch?v=OAGWVzmHCU8
Hay que reconocer que la premisa de este anime es, cuanto menos, curiosa. Más si te gusta el metal. Pero reconozco que no esperaba más de él que el divertido contraste entre la aparente afabilidad de Retsuko y su oscuro y metalero secreto. Y en este sentido, Aggretsuko me sorprendió, porque supo ofrecerme mucho más.
Aparte de los arranques de ira metalera de Retsuko (que son lo mejor del anime, sin duda), esta serie es una crítica al modelo social y cultural japonés, en el que miles de personas se ven atrapadas en trabajos monótonos y reprimidos por el miedo al qué dirán. Pero dicha crítica también puede extrapolarse a Occidente, pues ¿quién no se ha encontrado con un jefe tirano y machista? ¿Quién no ha tenido que soportar a los típicos compañeros pelotas, a los cotillas o a los mordaces? ¿Quién no ha hecho horas extra interminables recibiendo solo caras largas a cambio?Todo ello hace que sea muy fácil identificarse con Retsuko, que atravesará distintas fases en las que intentará soportarlo todo, cambiar de trabajo, desestresarse haciendo yoga y hasta echarse novio para que la mantenga y no tener que ir a trabajar. Cualquier cosa buscando ese cambio, ese momento en el que su vida haga click y todo encaje.
Estarás pensando que menudo panorama más deprimente, y tienes razón… salvo porque Aggretsuko lo mira todo a través de la lupa del humor. Así, exagerando ciertas situaciones y alguno de los rasgos de la personalidad de los personajes, este anime convierte el hartazgo en comedia y la resignación en ironía, consiguiendo que te eches unas risas. Y su humor funciona muy bien gracias al contraste: entre la apariencia dulce de Retsuko y su amor por el death metal más salvaje, y entre el diseño sencillo y moe y la crítica social que quiere transmitir el anime.
La trama de Aggretsuko es sencilla pero con mensaje, y si bien casi toda transcurre en el trabajo, las situaciones son lo suficientemente variadas para que no aburra en ningún momento. Sus personajes, más bien planos, destacan en una sola característica, convirtiéndose en representaciones del jefe imbécil, los pelotas, la cotilla o la mordaz, entre otros. No obstante, con este sistema tan básico sacan personajes memorables como las jefas de otros departamentos que son vistas como divas a ojos de Retsuko, el profesor de yoga que solo sabe decir “proteína” o el chico hiena buenazo.
El diseño de este anime respeta la esencia moe de Sanrio, con personajes adorables y de estilo cartoon muy sencillo. La animación no es gran cosa (aunque tampoco le hace falta), pero cumple con su cometido, y la música no destaca especialmente, exceptuando el opening y la base metalera sobre la que canta Retsuko.
En conjunto, Aggretsuko es un anime que funciona muy bien. Que ha sabido aprovechar la curiosidad inicial de la protagonista dulce cantando death metal para arrastrar al espectador a un mundo de rutina que tendrá de sobra conocido, y que hará que irremediablemente se identifique con Retsuko. Las situaciones a las que ella deberá enfrentarse, vistas desde el prisma del humor cínico, se hacen muy cómicas.
En definitiva, estamos ante un anime con personalidad propia, ameno y muy divertido, cuyos 10 capítulos de 15 minutos de duración se ven en un suspiro. Así que, si eres de los que en algún momento de tu vida ha querido estrangular al jefe, échale un ojo; no te defraudará.