El cabrón de Ben Afleck lo ha vuelto a hacer. Tan entretenidos nos tenía con su vida personal, con sus idas y venidas sentimentales, que habíamos olvidado cuánto cine albergaba en sus alforjas… hasta esta película. ‘Air’ (2023) huele a cine del de antes, con muchos de los atributos que echábamos de menos entre tanto CGI y guion de ‘buenos y malos’: tiene un guion sólido como una roca, protagonistas carismáticos estupendamente caracterizados e interpretados, unos diálogos brillantes y una historia potente digna de ser contada a través de un protagonista desconocido para el gran público y, por ello, altamente atractivo a la hora de acercarnos a su punto de vista.
‘Air’ cuenta la historia de cómo el prometedor Michael Jordan fichó por una, entonces, apestada compañía de zapatillas de correr llamada ‘Nike’ y de cómo este hecho, aparentemente intrascendente, cambió la historia global del deporte para siempre. Lo hace a través de la pequeña historia de Sonny Vaccaro (Matt Damon), el experto en baloncesto de Nike que, en aquella época, tenía la responsabilidad de levantar la peligrosamente débil Sección de Baloncesto de la empresa encontrando jugadores en los que invertir y, con ellos, conseguir algún nuevo beneficio que la sacase del cuarto puesto (bien por debajo de la gigante Adidas y la tradicionalisimamente americana Converse).
A una gran historia y actores, ‘Air’ suma una excelente dirección, realización y montaje
Para conseguirlo, Vaccaro necesitó contar, además de con su conocimiento enciclopédico y su instinto, con la genialidad de otros miembros del equipo de la sección como eran Rob Strasser (Jason Bateman), el experto en marketing que reimpulsó la marca ‘Nike’ hasta lanzarla a nuevas cotas de popularidad; Peter Moore (Matthew Maher), el diseñador de las ‘Air Jordan’ y del logotipo que las identifica e impulsa uno de los productos más exitosos de la marca; y, por supuesto, el mandamás de la empresa, Phil Knight (Ben Afleck), CEO de Nike y el hombre que aceptó arriesgar dinero y prestigio en intentar fichar a un jugador que, activamente, renegaba de la marca como de la peste.
Entonces, si renegaba de la marca y, además, adoraba Adidas… ¿cómo sucedió el fichaje? Además de este equipo empresarial, la película pone el foco en otros dos maravillosos personajes secundarios: el entonces agente de Jordan, David Falk (Chris Messina) y, especialmente, en la inteligente e influyente madre de Jordan, Deloris Jordan (Viola Davis). Ambos tienen su pequeño hueco en la historia, pero la fuerza de las interpretaciones consigue tanto darles su merecida importancia como traérnoslos al primer plano y dejárnoslos en la memoria aun mucho tiempo después de acabada la película.
Una película deportiva soberbia
A una gran historia y actores, ‘Air’ (2023) suma una excelente dirección, realización y montaje. La sabiduría de Afleck a la hora de construir la historia y de disponer las piezas para que todo cobre, al final, un sentido, es inmensa. A ello debemos sumar el tono, manejando con inteligente sabiduría el equilibrio entre el drama y la comedia, los momentos de tensión y los momentos de distensión, distribuyéndolos entre todos los personajes para que, aun con el punto de vista predominante de Vaccaro, todos los personajes de esta historia puedan tener su momento de protagonismo.
De forma que ‘Air’ (2023) se erige como una película deportiva soberbia. Incluso entre los despachos, es capaz de transmitirnos la competitividad, el sacrificio, la habilidad, la concentración… del deporte. Los sueños y las ilusiones de Vaccaro con el joven Jordan, la fe de su madre y la energía de su representante, se unen con los demás miembros de Nike para hacernos sentir la tensión de la historia. En una película que, desapercibida en salas, está ahora en ‘Prime Video’ para ser disfrutada por aquellos que quieran acceder a una de las mejores películas deportivas en muchos años.
Soy algo menos entusiasta que el autor de esta crítica, pero sí me ha gustado mucho más de lo que esperaba. Merece mucho la pena.