El río Yenisei fluye de sur a norte desde Kizil hasta el mar de Kara y es el quinto río más largo del mundo. En sus orillas vivió el pueblo nómada Xiongnu ya desde el siglo III antes de nuestra era, quienes lucharon contra la dinastía Hàn durante varios siglos hasta que éstos acabaron con los primeros.
El año 2015 fue el del comienzo de las excavaciones en el sitio funerario de Ala-Tei, a las orillas del río Yenisei. Se encontraron 80 tumbas, algunas de forma rectangular delimitadas por lajas y otras, enterramientos en ataúd de madera o algunas, más simples, sin ningún tipo de delimitación. Se datan desde la época escita hasta la Edad Media, aproximadamente desde el siglo II antes de nuestra era hasta los siglos XII y XIII.
En todos los enterramientos femeninos, los investigadores dirigidos por la doctora Marina Kilunovskaya, del Instituto de Historia de la Cultura Material de la Academia Rusa de las Ciencias, en San Petersburgo, han encontrado hebillas realizadas en carbón y talladas profusamente con imágenes de animales e incrustadas con coral semiprecioso, turquesas, jade y cornalina. “Los portadores de estas hebillas eran gente rica procedente de la región Trans-Baikal o de Mongolia. Encontraron estos materiales, les interesaron y los usaron en sus decoraciones”.
Este tipo de hebillas es escaso, hasta la fecha se han encontrado solamente 10 y 4 de ellas están en Ala-Tei. Las llevaban las mujeres guerreras en ocasiones especiales, tales como bodas y funerales, en este caso, pero no sería lo único encontrado, puesto que en las tumbas aparecen también cabezas de caballo y pezuñas, hebillas de bronce decoradas con toros, camellos, caballos y serpientes y placas rectangulares y hexagonales que imitan conchas, anillos y monedas chinas Wu Shu. Además, se han encontrado espejos de bronce pertenecientes a la dinastía Hàn (entre el siglo II y el I antes de nuestra era) y fragmentos de otros dos espejos chinos de un periodo anterior.
Las tumbas masculinas, por su parte, contaban con hebillas de cinturón de hierro, hebillas de zapato, cuchillos, ganchos y anillos del mismo material.
La doctora Marina Kilunovskaya no da la localización exacta del hallazgo puesto que teme que los cazatesoros destruyan un yacimiento de gran valor histórico que sólo se puede excavar durante los meses de verano, cuando el Yenisei se retira.
Fuente: Siberian Times.