La relación de Mario y Donkey Kong siempre ha sido un tanto peculiar. Allá por los ochenta eran grandes enemigos y en sus peleas volaban desde barriles a martillos. Más adelante, con los años, aprendieron a convertirlo en una intensa rivalidad que hemos podido disfrutar en juegos de lo más alocados. Tal era su afán por superarse que no importaba si era sobre un kart, un tablero de juego o, incluso, una cancha de fútbol.
Pero las viejas costumbres son difíciles de olvidar y no siempre pueden evitar las riñas, repartiéndose mamporros a diestro y siniestro. Por fortuna han refinado las formas y ahora prefieren dejar que juguetes con su imagen lo hagan por ellos. Más o menos.
La saga Mario vs Donkey Kong comenzó sus andaduras en la veterana Game Boy Advance, donde el bigotudo fontanero debía perseguir al simio con corbata por una fábrica de juguetes. En el proceso debía recuperar Mini Marios robotizados que le ayudarían en su aventura. La cosa cambió con la siguiente entrega donde el protagonismo lo tomaban los autómatas mecanizados y el título se transformaba en una experiencia más orientada a puzles de lógica.
Varias entregas más tarde llega Mario vs Donkey Kong: Tipping Stars. Un juego con más de 60 puzles y editor donde se ha preferido ir a lo seguro, dejando poco margen para la innovación. De hecho, una de sus características más interesantes es el cross-buy, pudiendo disfrutarlo tanto en 3DS como en Wii U con una sola compra.
Marcha mecánica
La quintaesencia jugable de Tipping Stars es que los robots lleguen a su destino. Sencillo y directo. Bueno, quizá no tan sencillo. Y es que el título pretende ponernos las cosas complicadas y desafiarnos, añadiendo obstáculos al camino que deben ser solucionados sin poder tomarnos un segundo de descanso una vez las piezas estén en movimiento. Como un dominó que avanza y no puede fallar para revelar su mosaico. Tendremos todo el tiempo del mundo para planear lo que queramos hacer, pero en cuanto marchen los robots habrá que actuar rápido si se quiere improvisar.
De esta forma, a lo largo de ocho mundos y con pruebas que se pueden superar en un par de minutos, alargándose con los niveles más complicados, debemos ir probando, errando y volviendo a probar.
Utilizaremos vigas, cintas, plataformas, tuberías y otros elementos del escenario para hacer avanzar a los juguetes. En algunas ocasiones incluso deberemos recogerlos primero antes de poder usarlos y gestionar su número limitado para alcanzar nuestro objetivo. El nivel puede buscar complicar más las cosas necesitando utilizar una llave o liberando primero a un Mini Mario que haya sido poseído y vague independientemente por el escenario, causando el caos.
Es por esta estructura de niveles que el juego se puede disfrutar mejor en sesiones cortas, haciendo que si las alargamos descubramos los hilos a las marionetas y pierda parte de su encanto. Además, quienes vengan jugando de entregas anteriores comprobarán que las innovaciones jugables son más bien escasas. A esto último también se debe añadir que Tipping Stars recicla tanto los gráficos como las melodías de sus predecesores. Lo cual hace merecedor a Nintendo de un tirón de orejas puesto que muestra cierto descuido y falta de ambición.
Afortunadamente el título es bastante rejugable al poder mejorar tus puntuaciones, lo cual desbloquea escenarios adicionales, y especialmente gracias a su editor. Esta herramienta nos permitirá crear nuestros propios niveles y compartirlos con la comunidad a través de Miiverse. Sus opciones son bastante jugosas y permite un alto grado de personalización. Eso sí, para disponer de todos los elementos de la campaña primero habrá que desbloquearlos.
Conclusión
Mario vs Donkey Kong: Tipping Stars es un juego que no arriesga. Un título sencillo y divertido que se disfruta mejor con sesiones cortas para evitar sufrir la peligrosa monotonía. El editor de niveles es variado y puede alargar la vida del producto, especialmente si se aprovecha su comunidad. Pero desafortunadamente re-usa demasiados elementos de sus anteriores entregas, mostrando una seria falta de ambición. La cara amable es su precio y el cross-buy entre 3DS y Wii U.
