Tras su lanzamiento a principios de año en PC, PlayStation 4 y Xbox One, los usuarios de Nintendo Switch pueden disfrutar ahora de Trópico 6, una de las mejores entregas de la saga.
¿Conoces al Presidente?
A estas alturas del 2020, lo más probable es que todos los fans del género de construcción de ciudades y gestión de recursos hayan pasado decenas de horas disfrutando de alguna de las entregas de la saga Trópico creada originalmente por PopTop Software. Esta sexta entrega de la serie llegó a PC, Xbox One y PlayStation 4 para demostrar que la saga puede continuar innovando y reinventándose para mantener la atención de todos los fans del género.
Ahora el juego ha aterrizado en Switch para terminar de captar a los jugadores que aún no habían disfrutado del título recompensando la larga espera con una edición que llega con varios bugs corregidos y todas las actualizaciones gratuitas que han lanzado hasta el momento.
Como viene siendo habitual – y al igual que ocurría en Trópico 5-, en Trópico 6 volvemos a ponernos en la piel de El Presidente, la figura que ostenta el poder en una republica bananera en la que tendremos que gobernar siguiendo la ley a nuestro gusto mientras crecemos para convertir nuestras islas en un territorio soñado o temido por los ciudadanos.
Gestiona tu paraíso tropical
En Trópico seguimos todos los patrones clásicos del género por lo que nuestro objetivo será administrar recursos y elementos (dinero, materias primas, trabajadores, población…) para hacer crecer la ciudad de la manera más próspera posible sin que el pueblo se revele contra nosotros e intente derrocarnos.
Por tanto, la estructura básica del juego consiste en gestionar con cuidado la construcción de todo tipo de infraestructuras que nos permitan, poco a poco, ir dando forma a una ciudad desde sus cimientos, mientras luchamos por no entrar en bancarrota o perder las elecciones en el proceso. Durante las primeras horas de juego, cada movimiento resulta crucial ya que son muchos los caminos hacia los que podemos dirigir nuestra ciudad.
Gran variedad de situaciones
En las partidas que hemos jugado hemos vivido situaciones en las que los ingresos de nuestra civilización procedían del comercio exterior, lo que nos obligaba a mantener buena relaciones con el mayor número posible de aliados extranjeros mientras que, en otra partida, hemos convertido la isla en un gran parque de atracciones y experiencias inolvidables para atraer turismo a nuestras costas. En este ultimo caso, la población comenzó a rebelarse al no quedar espacio para la construcción de viviendas y, con el paso de los años, ni siquiera las elecciones amañadas nos permitieron continuar en el poder.
Con el paso de los meses, el juego nos llevará a vivir diversos momentos críticos de la historia. Al empezar a jugar, lo haremos en la época Colonial pero, poco después, tendremos que intentar prosperar en medio de la II Guerra Mundial o incluso en la Guerra Fría. Por supuesto, la llegada de cada etapa nueva trae consigo multitud de novedades y elementos a tener en cuenta que pueden llegar a complicar seriamente la partida.
Nuevos desafíos
Como decíamos, al principio tendremos que limitarnos a construir establos, granjas, minas o pequeños bloques de edificios donde albergar a nuestros amados ciudadanos pero, con el paso del tiempo, podremos acceder a la construcción de iglesias, bibliotecas, universidades, estructuras y unidades militares, fábricas de todo tipo e incluso instituciones gubernamentales. Lo importante será saber mantener un equilibrio entre la entrada y salida de dinero y materiales y la construcción de todos estos edificios.
La variedad de opciones disponibles para definir el futuro de nuestra nación son bastante amplias, permitiéndonos abordar temas como la religión, la educación, derechos civiles y militares, relaciones comerciales internacionales y mucho más en las que tendremos que tener en cuenta que una decisión equivocada puede terminar con nuestro gobierno.
Conforme pase el tiempo, los grupos políticos y religiosos jugarán un papel fundamental al posicionarse a favor o en contra nuestra. En los casos en los que veamos que un grupo rival empieza a complicarnos las cosas demasiado, podremos intentar sobornarlo, intimidarlo o, si nos cae especialmente mal, asesinarlo rápidamente.
Obviamente no podremos optar siempre por la opción ilegal, ya que según aumente el nivel educativo de nuestros ciudadanos, más sencillo será que tengan recelos de algunas de las acciones más turbias, lo que podría suponer, una vez más, una revolución.
Descubriendo nuevos horizontes
Una de las novedades más interesantes de esta entrega está centrada en el transporte y en la expansión del territorio. En las entregas anteriores de la saga estábamos limitados por el terreno de la propia isla cuando queríamos ampliar nuestras ciudades, lo que, en partidas de decenas de horas en el modo libre, terminaba siendo un lastre. En esta ocasión se nos permite ampliar nuestro territorio construyendo en otras islas cercanas lo que aporta una variedad jugable impresionante.
Cuando jugamos una de nuestras primeras partidas nos vimos obligados a colonizar rápidamente una segunda isla porque era el único lugar en el que podíamos encontrar dos recursos que necesitábamos para cumplir nuestros objetivos. Pero claro, esta decisión nos llevó a tener que edificar una zona completamente nueva en esa isla reduciendo los recursos disponibles que teníamos para la isla original y, eso sin tener en cuenta el sistema de transporte.
Mejora el transporte público
En esta entrega es fundamental establecer una red de comunicaciones de calidad. Según expandamos nuestro territorio, los ciudadanos nos pedirán más y mejores métodos de transporte para moverse dentro de la propia ciudad y, por supuesto, medidas seguras para viajar de una isla a otra. Así, tendremos a nuestra disposición autobuses, teleféricos, barcos, lanchas, camiones y otros muchos vehículos que tendremos que ir integrando en el día a día de nuestra ciudad para evitar que nuestros votantes decidan cambiar el nombre del político de su papeleta en las próximas elecciones obligándonos a encarcelarlos y a buscar nueva mano de obra.
Otra de las novedades llega de la mano el inversor. Esta figura nos permitirá conseguir planos de edificios especiales – incluidos monumentos famosos de otros países – a precios asumibles. Si queremos convertir nuestra ciudad en un auténtico paraíso tendremos que pasar varias horas gestionando la ventana del inversor para dar con el edificio perfecto en un momento en el que se encuentre a un precio económico y, además, normalmente estos edificios llevan asociados una serie de misiones secundarias que tenemos que completar antes de conseguir el plano para su construcción.
Los modos de juego de Trópico 6
En lo que respecta a modos de juego, el título cuenta con varios modos para un jugador como el Modo Misión, en el que tendremos que superar fases con objetivos muy concretos o el Modo Libre en el que podremos jugar sin tener que estar pendientes de un objetivo concreto. Ya de por sí estos modos nos mantendrán enganchados durante decenas de horas pero, además, el juego cuenta con un modo multijugador online para un máximo de cuatro usuarios en el que se podrá colaborar o competir con otros jugadores para alzarse como la nación más prospera de todas.
Durante las horas que hemos jugado, no hemos tenido problemas de lag pero si que es cierto que nos ha costado un poco encontrar partida. Imaginamos que, con el paso de los días habrá más jugadores en su vertiente online.
Un paraíso maravilloso
A nivel técnico, Trópico 6 en Switch luce prácticamente igual que las versiones de Xbox One y PlayStation 4. En general, el modelado de los edificios es sencillo, pero lo suficientemente llamativo para permitirnos diferenciar un edificio de otro en cualquier momento. El movimiento de los ciudadanos que pasean por las calles de nuestra ciudad mantiene el nivel de sencillez visto en otros títulos del estilo, por lo que no encontramos ningún elemento gráfico que consiga sorprender.
Los efectos de niebla que oscurecen las zonas de la isla que no hemos explorado y la iluminación mantienen el nivel aceptable del resto del juego. Aunque los juegos de este género no necesitan un apartado gráfico brillante, si hubiera sido interesante que, al menos, hubiera tenido un nivel de calidad algo mayor.
En lo que respecta al apartado sonoro, el juego mantiene el nivel de entregas previas haciendo gala de una banda sonora repleta de canciones de temática tropical que encajan a la perfección con la ambientación del juego. Además, los efectos de sonido como los ruidos de las fábricas y el jaleo habitual de una ciudad han sido tratados al detalle.
El juego cuenta también con un completo doblaje al castellano que ha conseguido interpretar unos papeles sobreactuados magníficos, lo que nos permitirá disfrutar de diálogos llenos de humor que consiguen que amañar unas elecciones o ejecutar a un disidente político sea tremendamente divertido.
Conclusiones del análisis de Trópico 6
Llevábamos tiempo esperando la versión de Switch de Trópico 6 y la verdad es que Limbic Entertainment ha cumplido con nota. El juego se ha adaptado a la perfección a la consola híbrida de Nintendo y no se ha perdido ninguna funcionalidad respecto al resto de versiones. Además, es un juego perfecto para jugarlo en modo portátil e ir construyendo nuestra ciudad poco a poco en los ratos libres.
Si estáis buscando un juego de gestión de ciudades, Trópico 6 puede ser la elección perfecta.