Aunque según la información de las solapas del libro Noah Hawley cuenta con varias novelas publicadas, “Antes de la caída” (Penguin RHM, Reservoir Books 2016) supone la primera de ellas que se traduce en nuestro país. El autor resulta mucho más conocido por su faceta televisiva ya que ha ejercido como guionista y productor ejecutivo de varias series, entre ellas “Bones”, “The Unusuals” y “My Generation”. Pero en la actualidad es creador, guionista y productor ejecutivo de “Fargo” del canal FX, basada en la película del mismo nombre de los hermanos Coen. ¿Ya os va sonando?
“Antes de la caída” comienza cuando los Bateman, una adinerada familia de Nueva York está a punto de regresar a la ciudad en su avión privado desde Martha’s Vineyard, un pueblecito costero donde tienen una casa de campo. A los Bateman, se suman en el avión los Kipling, una pareja de amigos, también de las altas esferas del mundo de los negocios. En el último momento se añade a los pasajeros Scott Burroughs, un artista que ha conocido Maggie Bateman en el mercado local. Scott necesita viajar a Nueva York para visitar a unos galeristas interesados en su obra y la señora Bateman se ofrece a que viaje con ellos en el jet.
Dieciocho minutos después de que despegue, el avión se estrella en medio del Atlántico. Los únicos supervivientes resultan ser Scott y J.J., el niño de cuatro años de los Bateman, a quien Scott salva la vida, nadando hasta la costa. Esta es la premisa en las primeras veinte páginas de“Antes de la caída”.
David Bateman era el presidente de una cadena de noticias por cable y Ben Kipling el director y propietario de una empresa de negocios. Ambos personajes de un perfil muy alto, cuya desaparición va a suponer un auténtico revuelo mediático, en especial la cobertura de la noticia que va a realizar la cadena de Bateman, encabezada por Bill Cunningham, el presentador estrella y amigo personal de Bateman. Este hecho resulta muy importante, pues desde el principio se plantea la posibilidad que no se tratase de un accidente, si no de un atentado. Cosa que se encargan de fomentar los propios medios, sin pruebas fehacientes, solo basado en especulaciones e indicios circunstanciales. Es una cuestión sobre la que va a girar toda la novela y que no se va a revelar hasta casi el mismo final.
Por un lado, tenemos a Scott Burroughs, pintor en los cuarenta, que se ve atrapado en un problema que no ha buscado y del que pretende escapar, no sin antes comprender qué ha ocurrido. Y el acercamiento del personaje de Scott al choque del avión es muy parecido al que experimentamos como lectores, queremos saber qué sucedió. Puesto que Scott no recuerda nada del accidente, pronto aparecen las sospechas sobre él: ¿quién es este hombre y qué hacía en el avión privado de dos magnates de Nueva York? ¿Mantenía una relación sexual con Maggie Bateman? Al igual que otros, Scott ha sufrido una época muy oscura y triste, ya superada, y no alcanza a comprender la masiva atención que está recibiendo por parte de la prensa y en las redes sociales.
El otro gran protagonista es J.J. Bateman de cuatro años, y heredero de una gran fortuna. Aunque apenas aparece en escena de forma breve, su presencia es importante más por omisión, al resultar ser el beneficiario de sus padres. J.J. se queda al cuidado de sus tíos, Eleanor, hermana de Maggie, y Doug. Desde el primer momento, vemos como el pequeño está en buenas manos al cargo de su tía, pero en cambio, a su marido Doug solo le preocupa el dinero, que aunque no les pertenece, sí que tienen el encargo de administrar para la manutención de su sobrino.
“Antes de la caída” nos presenta el argumento con una estructura central en la que el autor nos va contando los sucesos de forma lineal desde el choque del avión, y en general desde el punto de vista de Scott, alternando con varias ramificaciones en forma de flashbacks de cada uno de los personajes que viajaban en el jet, dándonos trasfondo y motivaciones sobre ellos, incluido Scott. Esta estructura nos hace avanzar y al mismo tiempo ir dándonos pistas sobre el misterio, que queda resuelto y explicado a la perfección. En ese sentido, los giros argumentales llegan a sorprender en un primer momento, aunque según se van deshilachando las tramas, pueden resultar algo previsibles, sobre todo en la resolución. Incidiendo sobre esto, el final me resultó abrupto y puede que algo precipitado, que se hubiera solucionado con un breve epílogo, analizando las consecuencias y situando a los personajes.
El gran tema de la novela es la crítica a los medios de comunicación por la poca veracidad con la que cuentan las noticias, los circos mediáticos en torno a sucesos que involucran a famosos, lo expuestos que estamos ante las redes sociales, son cuestiones de actualidad, reflejadas de una forma muy interesante en el libro. Desde luego, el personaje del presentador Bill Cunningham, ultraconservador, más amigo de las teorías de la conspiración que de las pruebas contrastadas, recuerdan un tanto al ínclito Donald Trump. Y la posverdad: si no nos gustan los hechos, nos los inventamos.
Es un thriller de misterio muy visual con unas imágenes muy impactantes, con las dosis de suspense en la cantidad justa y situadas en los lugares adecuados, cosa que convierte al libro en una historia muy adictiva, un pageturner en toda regla, entretenido y de lectura muy ágil y dinámica. No, no es una obra maestra, ni siquiera brillante, ni cuenta con personajes memorables. Pero sí que es una obra más que correcta dentro de su género, que cumple con su cometido aunque no logre maravillar a lo largo de su recorrido.
“Antes de la caída” resulta una lectura recomendable, con personajes sólidos y bien construidos y que se adaptaría muy bien a la pantalla grande, o a un formato de miniserie de televisión.
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