Seguimos con el módulo de D&D de Aquaman, en el que vemos a nuestro héroe vivir unas aventuras que más fácilmente calificaríamos de fantasía heroica que el típico género de superhéroes al hecho. En este decimotercer tomo rústica de ECC, Aquí Arthur, cual Cónan el Bárbaro, poseerá mujeres, viajará a selvas salvajes plagadas de bestias gigantescas, encarará a brujos y rescatará princesas (reinas en realidad, pero ya me entendéis). Todo esto, echando más mano de la espada que del tridente, que ya nos debería dar una pista.
Arthur se cuela en Atlantis para ver a su amada Mera e intentar explicarle la situación: Una Atlantis alternativa, que hace siglos se camufló en otra dimensión para escapar del régimen del Rey Atlan. Mientras nuestra Atlantis se hundía en los mares, la Atlantis alternativa forjó su propio camino, manteniéndose en la superficie y cambiando su nombre a Thule. Ahora, la magia que separa dos mundos que realmente son el mismo, se está agotando, y Thule trata de ocupar el espacio que merece en nuestra realidad.
Lo más sencillo sería destruirlo por completo antes de que causara más daños aquí, pero Arthur sabe que dentro de Thule hay gente inocente, descendientes de la Atlantis original, que morirían también de acabar con Thule de un golpe, y por ello se ha propuesto rescatarlos a todos, le pese a quien le pese.
Mera se siente escéptica al respecto, y no termina de entender cómo su Rey es capaz de poner por delante a esas personas que a su propio y verdadero reino.
La discusión acaba llegando a las manos… con eróticos resultados. Pero tras unos momentos de pasión, se revela algo que, los que leímos el anterior volumen, ya sabíamos. Mera ha sido sustituida por su hermana, Siren, quien ha adoptado su apariencia.
Confundido y enfadado, Arthur se teletransporta fuera de Altantis y llega… ¿a otro planeta?
A esta aventura épica terminará por unirse otro de los protagonistas de DC que más posibilidades tiene de vivir este estilo de historias de fantasía heroica: Wonder Woman. No es la primera vez que Diana y Arthur hacen equipo en esta etapa de la editorial, y eso está bien, pues son dos personajes que cuajan muy bien, y que son muy útiles cuando necesitan mostrarse humanos y con preocupaciones, pues poca gente comparte sus problemas como estos dos héroes nacidos de una raza guerrera, pero que luchan en la Tierra y muchas veces tienen que elegir una o vivir esa dualidad.
La saga que ahora mismo nos cuenta Cullen Bunn tiene un ligero aire a “La Espada de Atlantis”. Un Aquaman armado con una espada, luchando contra criaturas que no parecen humanas, metidos en grandes guerras hermano contra hermano, ayudados por un mago de apariencia no del todo humana. ¡E incluso aparece Rey Tiburón en ambas!
Estéticamente, Thule nos recuerda mucho a reinos medievales de fantasía, con todo tipo de criaturas antropomórficas a modo de esclavos y esclavistas. Ogros, hombres cerdo, e incluso alguno con cabeza de octópodo. Los paisajes, más de lo mismo. Montañas, castillos, grandes llanuras rocosas para pelear… Todo en Thule rezuma sabor a fantasía épica, un sabor que gustará a los amantes del juego de rol, que seguro encontrarán algún detalle que les recuerde a sus propias partidas.
Es allí en Thule donde encontraremos una de las imágenes más impactantes del tomo, cuando veamos a la Liga de la Justicia casi al completo, luchar junta contra los ejércitos de Thule en un impresionante dibujo a doble página de Vicente Cifuentes.
He de admitir que como reseñador, fui un poco reacio al inicio de esta saga, pero el tiempo me ha ido quitando la razón al mismo tiempo que empujaba a interesarme más y más por el desarrollo de esta. Y ahora, tengo un sincero interés por saber ¿qué nos reserva Bunn para terminar esta saga?
