Vivimos tiempos convulsos, de ideologías desatadas y donde los conceptos que antes estaban claros, han pasado a convertirse en tenues promesas de un futuro mejor. Desde siempre, los cuentos de hadas se han considerado literatura menor, un refugio para la infancia soñadora a abandonar cuando la carga de ser adulto comienza a ser más pesada; y esto es algo que Tolkien siempre rechazó y puso por escrito en su genial ensayo “Sobre los cuentos de hadas”, que Minotauro nos trae junto con el cuento “Hoja de Niggle”, y los poemas “Mitopoeia” y “El regreso de Beronhtnoth” en un volumen titulado “Árbol y Hoja”, imprescindible para cualquier amante de Tolkien.
Sobre los cuentos de hadas: el ensayo en defensa de la fantasía
«El que habita tranquilas y fértiles llanuras puede llegar a oír hablar de montañas escabrosas y mares vírgenes y a suspirar por ellos en su corazón. Porque el corazón es fuerte, aunque el cuerpo sea débil.»
Es innegable que Tolkien es una de las figuras más importantes de la literatura mundial. Como filólogo, también fue un acérrimo defensor de la fantasía, un género que dominó a la perfección creando una propia mitología que, muchos años después, sigue siendo tremendamente popular y de la que se siguen creando historias, como The Rings of Power.
En este ensayo, que se presentó en la Universidad de St. Andrews de Escocia en 1939, encontramos a un Tolkien que se preocupa por explicar todos los aspectos de los cuentos de hadas, desde su creación a cómo estos han sido considerados menores por ir dirigidos a la infancia. Recorre, de manera concisa pero muy interesante, el origen de los cuentos y llega a la conclusión de que los cuentos de hadas pueden y deben hacer creer que, en lo que en ellos se cuenta, hay realidad y es posible su existencia.
Aunque es un poco árido de leer, este ensayo abre al público general las ideas de Tolkien y nos explica la gran capacidad del autor inglés para crear los mundos de fantasía que vinieron después en su obra literaria. Es un must read para cualquier amante de Tolkien porque en él está la esencia misma de su obra y su pensamiento.
«Tales historias abren una puerta a Otro Tiempo, y si la cruzamos, aunque solo sea por un instante, nos quedamos fuera de nuestra propia época, acaso fuera del Tiempo mismo.»
Mitopoeia: sobre la creación de los mitos modernos
Este pequeño poema viene de una discusión entre Tolkien, C. S. Lewis (autor de “Las crónicas de Narnia”) y Hugo Dyson (académico de Oxford y miembro, junto a los otros dos, de los Inklings).
El poema comienza con una dedicatoria:
To one who said that myths were lies and therefore worthless, even thought ‘breathed through silver’.
(A aquel que dice que los mitos son mentiras y por tanto “sin valor, aun dichos <<a través de plata>>”)
En esta obra, Tolkien responde a C. S. Lewis defendiendo los mitos, su creación y poniendo en el punto de mira creativo al ser humano que, con su imaginación, es capaz de darles vida, aunque siempre bajo la atenta mirada de dios. El título del poema está asociado al término griego homónimo en el que los autores crean todo un mundo tanto de personajes como ambientación geográfica, mítica e historias pasadas dentro de su contexto.
Tengo que decir que el poema en sí no me impresionó como pensé que iba a hacerlo, creo que Tolkien exhibe más su potencial en la creación lírica dentro de su propia mitopoeia personal que es la Tierra Media, sin embargo, considero interesante su lectura porque se trata de una visión de la creación de la mitología que se da cuando Tolkien ya tenía escrito parte de lo que después sería El Silmarillion, así que da muchas pistas, igual que el ensayo que lo precede en este volumen, de la forma de trabajar del autor.
Sin embargo, quiero tener un motivo de queja a esta casi impecable edición. En el caso de Mitopoeia, se nos presenta el poema en versión bilingüe, lo que es muy de agradecer; sin embargo, Minotauro, en vez de separar en páginas pares e impares los textos por idioma, nos lo presenta caóticamente con fragmentos en español e inglés que dificultan mucho la lectura. No entiendo por qué en “El regreso de Beornthnoth” sí viene separado y aquí no. Tanto si lo lees en inglés, como si lo lees en español, es una molestia muy grande andar buscando cuándo empieza la parte que quieres leer y creo que es algo que se debería cambiar en próximas ediciones.
Hoja de Niggle: Tolkien visto por sí mismo
Aunque Tolkien siempre rechazó las alegorías, “Hoja, de Niggle” claramente alude a la vida del autor. Y es una maravilla.
Niggle es un pintor de una pequeña localidad rural. Apenas con la compañía de un vecino, disfruta con la elaboración de un cuadro que le está llevando muchos años y su preocupación es no terminarlo a tiempo de emprender un gran viaje que tiene que hacer sí o sí. Pero Niggle es un perfeccionista y un soñador, así que se pierde dibujando las hojas de un gran árbol mientras se lamenta de que su vecino, Parish, le requiere demasiada atención por su esposa enferma y su pobreza. Aun así, Niggle ayuda siempre que puede a Parish, aunque ello vaya en detrimento de la finalización de su obra.
Así, el cuadro va creciendo y creciendo, tanto que tiene que añadir lienzos e incluso construir un nuevo cobertizo para protegerlo. Pero también va llegando la hora de emprender el viaje y, cuando vienen a buscarlo, el cuadro se queda sin terminar.
Tom Shippley, autor y medievalista inglés, realizó un esquema estudiando este cuento donde la hoja sería “El hobbit”, el árbol “El señor de los anillos” y el resto del cuadro, inacabado, toda la Tierra Media (obviamente, Niggle es el propio autor). Después de la partida de Niggle, el personaje se enfrenta a una especie de purgatorio basado en el de Dante donde el pintor deberá ser juzgado, junto con su vecino Parish, para ver si tiene un lugar en el Paraíso.
A nivel mundano de lectora fanática de Tolkien puedo decir que me ha parecido un cuento impresionante. Vale, es cierto que no hay mucho misterio sobre lo que está sucediendo con Niggle pero cuando se van atando cabos sobre por qué Tolkien escribió este pequeño relato, la narración va calentando el alma y, si uno tiene alguna inquietud artística y ha sufrido algún vacío existencial, “Hoja, de Niggle” es el relato que hay que leer para mantener la esperanza.
El regreso de Beornthnoth: la revelación de la maravilla literaria
El último texto contenido en este pequeño volumen es “El regreso de Beornthnoth, hijo de Beorhthelm”. Aunque soy una absoluta fanática de todo lo que salió de la pluma de Tolkien, he de entonar el mea culpa respecto a esta obra: no la conocía (al contrario de los otros textos). Este hecho y que Minotauro haya respetado la versión inglesa en el libro, hicieron que tuviese una revelación: estamos ante una obra tétrica pero, sin duda, una absoluta maravilla literaria basada en los textos aliterativos medievales ingleses y que aconsejo, si se puede, leer en el idioma original.
Por poner la obra en contexto, está ambientada en la Batalla de Maldon, donde los ingleses sufrieron una dolorosa derrota en el 911 contra los invasores vikingos, liderados por Olaf Tryggvason. Las fuerzas inglesas estaban lideradas por Byrtnoth (Beornthnoth en Inglés Antiguo), patrón de la abadía de Ely, de quien hay una estatua moderna en Essex.
Tolkien basa “El regreso de Beronthnoth” en el texto original en anglosajón “La batalla de Maldon”, del que se conservan 321 líneas, habiéndose perdido el principio y el final. En el texto se habla de cómo Byrtnoth dejó cruzar a los vikingos un puente, lo que fue una decisión fatal porque perdieron la ventaja táctica sobre ellos y fueron derrotados y exterminados en campo abierto.
Tolkien hace uso del verso aliterativo medieval pero incluye una novedad: el texto se puede leer e interpretar como una obra de teatro en donde dos personas, Torhthelm y Tídwald, recorren la desolación del campo de batalla con objeto de recuperar los restos mortales de Beronthnoth y llevarlos con honores a la abadía de Ely, donde esperan los monjes para darle sepultura.
Es increíble la oscuridad y la grandeza de este poema. Sobrecoge el alma, especialmente si se lee en la versión original en inglés, la frialdad pero respeto con el que los dos hombres van buscando a lo largo de los cadáveres para encontrar al líder anglosajón. El lamento continuado y la tétrica búsqueda calan profundo cuando se lee por primera vez (y puedo decir que mi corazón se encogió en muchos fragmentos). Y también, como en los otros textos, los críticos están de acuerdo de que esta creación, de 1953, influyó en personajes como Boromir, de El señor de los anillos”.
TORHTHELM (His voice rises to a chant.)
His head was higher than the helm of kings
with heathen crowns, his heart keener
and his soul clearer than swords of heroes
polished and proven; than plated gold
his worth was greater. From the world has passed
a prince peerless in peace and war,
just in judgement, generous-handed
as the golden lords of long ago.
He has gone to God glory seeking,
Beorhtnoth beloved.
El volumen: un imprescindible para los amantes de Tolkien
Es encomiable la labor que está realizando Minotauro de actualizar la obra de Tolkien en nuevas ediciones y yo, personalmente, agradezco muchísimo que se incluyan textos en el idioma original, como también sucede en la nueva edición de “Las aventuras de Tom Bombadil”. Sin embargo, las traducciones utilizadas en este volumen no tienen, para mí, el mismo nivel, “Mitopoeia”, en una traducción de Luis Domènech (Francisco Porrúa) de 1988 me parece que debería actualizarse.
Todos los amantes de la obra de Tolkien que ya hayan pasado por El Silmarillion deberían adentrarse en el conocimiento de otras facetas del autor porque, como Niggle pintaba en su cuadro interminable, esto también forma parte del paisaje del legendarium tolkiendili.