Batman 46 y 47Bienvenidos de nuevo a las calles de Gotham, volvemos una vez más a ellas gracias a los chicos de ECC, hoy para reseñar el contenido de los números 46 y 47 de su colección mensual. Seguimos con Gordon intentando sobrevivir a ser un “Batman sustituto”.

En la grapa número 46 de ECC se recogen los números 43 tanto de Batman como de Detective Comics. En la colección de Snyder y Capullo, sigue la saga “Superpesado” y arrancamos con una sensacional secuencia de 3×3 que sirve de inicio para la conversación entre Batman y el antiguo Batman, o lo que es lo mismo, entre Jim Gordon y Bruce. Tres páginas costumbristas, en las que Capullo se demuestra maestro de expresionismos, mirad la dulce cara en paz y el brillo en los ojos de Bruce, su tranquila vida ayudando a los demás y enamorado de Julie y por contra el desconocimiento, la oscuridad en un más que sobrepasado Gordon.

Un número donde la otra mitad de “los mejores del mundo”, busca y no encuentra en este nuevo Bruce a Batman. Lo que nos vuelve a dejar con alguno de los mejores momentos, del personaje que mejor escribe Snyder, que para mí no es otro que Alfred. Alfred va a plantar cara a todo un hombre de acero, anillo de kriptonita mediante si es menester. Allí veremos a un sufrido mentor que logra encontrar a su hijo perdido, pero que no es el mismo, se nos explicarán los cómo y los porqués y seremos testigos de hasta dónde llegaba la obsesión de Bruce, para que Gotham siempre tuviera un Batman, una de las ideas más aterradoras que he podido leer en mucho tiempo, magistralmente contada por una splash de Capullo.

Por su parte Gordon, ante la falta de ayuda de Bruce, no va a tener más remedio que intentar lidiar, con las misteriosas semillas con las que las diferentes bandas de la ciudad están dotando de poderes a sus miembros y pintando de sangre las calles. Capullo es tan bueno que es capaz de lograr que un cincuentón con un cigarrillo electrónico y un traje de murciélago quede genial en escena y presentar toda una secuencia casi procedimental, en la que si bien Gordon demuestra que no es que sea el mejor Batman, aún tiene un manejo de las situaciones de crisis y de la pistola, por el que son los tiburones los que le temen a él cuando está en el agua.

Batman 46 y 47

Por otra parte, parece que un nuevo y misterioso aficionado a los petirrojos ha decidido tomar cartas en el asunto por su cuenta, atentos a la presentación en sociedad de uno de los pandilleros de “We are Robins” segunda serie en contar con guión de Lee Bermejo, que desgraciadamente parece no va a ser editada en nuestro país por ECC.

Tanto Julia como Gordon deberían aprender a vigilar sus espaldas mucho mejor. Pero no tanto como debe aprender a vigilar su frente el señor Pingüino y es que puede que Oswald crea que controla todo lo que se mueve en las sombras de la ciudad. Pero tanto Gordon como él van a tener el mismo problema, él es Mr. Bloom, la nueva inclusión al “Snyderverso”, un nuevo monstruo multiforme demente, claramente inspirado en la popular figura de internet “Slender man”. Mr. Bloom es un letal y cortante adversario al que si le pican los pájaros de mal agüero no duda en demostrarles que mala hierba nunca muere y lo rápido que pueden crecer cuando no se las vigila. Un gran diseño de Capullo, al que le vemos de nuevo encantado con dibujar monstruos sombríos de proporciones imposibles.

Prosigue este número con el número 43 de Detective Cómics, con guión y color de Brian Buccellato (Flash) y dibujo del zaragozano Fernando Blanco (Fantasma Errante). No me cansaré de decir que lo mejor que le ha podido pasar a la serie de Detective es la llegada de Buccellato, porque gracias a él recuperamos el espíritu de Rucka, Lark o Brubaker. Las calles y los polis de Gotham, la narrativa y no las poses son los verdaderos protagonistas de esta serie. Para muestra sólo el arranque del número, en el que en apenas cinco miniviñetas Blanco logra narrar más crudamente que muchos en varias páginas, la paliza que recibe el pobre Gordon a manos de “La Morte”.

Buccellato complica aún más la trama, alguien está interesado en la fuente de alimentación de  “Robobatman”, único objetivo de la emboscada. Pero atentos a como fluyen las páginas, casi podemos correr junto a Bullock y ver como la cámara sigue a los personajes para poder al fin hacer un gran plano que nos muestra a un derrotado Gordon. Los despliegues visuales de Blanco no paran ahí, para muestra el ejercicio de dialogo y narración con la que nos muestra la tripas de la nave del nuevo Batman.

Pero el momento cumbre de este número lo tenemos en la conversación del tejado, atentos a la narración contenida en la que Yip, la compañera de Bullock admite que trabaja para los Falcone, como con tan pocas viñetas se puede trasmitir tanto. Sin duda Blanco, le tiene cogido el punto a Bullock y juega con él como una marioneta emotiva. Gracias a este número recuperamos también al Blanco más tenebroso, pues su acercamiento a la Hija del Joker y sus lacayos es estremecedor.

Batman 46 y 47

Por último un circo, una viñeta que lo dice todo de un Gordon que no se reconoce a sí mismo entre pastillas y dietas, donde está al atento alcance de un añorado paquete de tabaco. Una splash donde no hay puñetazos, si no una dura conversación entre dos hermanos de batalla a luz mortecina de un puro, donde se pide uno de esos favores que no se deberían pedir nunca.

Buccellato además piensa como un verdadero fan a la hora de la diversión, puesto que si Batman tiene al Joker, ¿qué mejor que “Robobatman” tenga a su propio “Robojoker” gigante?. Pelea superpesada y acorazada garantizada en el próximo número y enfoques a la mafia de Gotham como nunca pensamos.

Es hora de pasar ahora al número 47 de la grapa de ECC, un número de muchas sorpresas y visitas. En este número se recoge el número 44 de Batman así como el Annual 4 de dicha colección. Empezamos con el número 44, número que supone uno de los escasos descansos que Greg Capullo se ha tomado en la colección. Y que además supone el reencuentro de Snyder con Jock, el popular dibujante de “Hellblazer” o “Los Perdedores” que firmó los últimos números de Detective Comics pre-New 52 con él, en las historias “Espejo Oscuro” y “Ciudad Hambrienta”, un gran uso del personaje de James Gordon Jr. Y de Gotham como personaje en sí mismo. Pero es que además esta historia es escrita a cuatro manos junto a Brian “100 balas, DK III” Azzarello, el maestro del noir que vuelve a sus raíces tras paseos mitológicos y millerianos.

Batman 46 y 47¿Qué tiene de especial este número? Para mí todo. Es una gran forma de introducir en la continuidad a Mr. Bloom, una narración de un Batman recién salido de “Año Cero” que se hunde bajo los titulares de sus fracasos. Vuelve el Gordon fumador y en gabardina. Y vuelve Gotham y sus tristes historias. Porque ésta es la historia de Peter Duggio, una pobre víctima de tener que decidir entre malo o peor. Que cae bajo las alas de un pajarraco llamado Pingüino para germinar en el jardín de Mr. Bloom y terminar siendo pasto de los cuervos.

Jock nos devuelve a un Batman que es más una sombra protectora que se funde con el ambiente, una fuerza de la naturaleza, una sombra cazadora capaz de resistir embate tras embate de sus enemigos, rayos y centellas. Un murciélago que demuestra al Pingüino que los cielos de Gotham sólo tienen un dueño, él.

Vuelve el Snyder de los apabullantes textos de pensamiento, de los personajes reflexivos, de los juegos visuales donde la narración y los textos son la parte fundamental de la composición de la página.

Vuelve la sombra protectora de Gotham, la obsesión por revelar un misterio cuya respuesta nos sentará como un mazazo caído del cielo. Vuelven los embustes de estos maestros tejedores, que fingiendo hacer un cómic de un tipo con manto de murciélago, nos cuentan una dura historia sobre la vida en las calles, las luchas de bandas y sobre la esperanza. Porque al final entre tanto negro y gris, hay un momento para la esperanza, una preciosa última página blanca que nos recuerda que Batman es ante todo el guardián de Gotham.

Toca el turno del Annual n.º 4 que cuenta con guión del alumnisimo de Scott Snyder, James Tynion IV al que debemos esas maravillas de series semanales que son “Batman” y “Batman y Robín” Eternos y de esa genialidad indie llamada “The Woods”. Para narrar esta historia cuenta con los lápices del casi desconocido Roge Antonio, el sutituto de Mikel Janín en Grayson, un dibujante sin duda claramente influenciado por otro de los espadas de Snyder, Rafael “American Vampire” Alburquerque.
Batman 46 y 47¿Y qué historia pretende contar Tynion? Bien en este Annual tenemos el intento de vuelta a una casa que no siente como suya de Bruce Wayne (atentos al momento contraste del actual Bruce con su cuadro) y su actual inseparable Julie. Si recordáis, tras los eventos de Maldad Eterna, Arkham era destruida, Batman desaparecía y la ciudad decidía expropiarle la mansión Wayne para abrir allí su nuevo psiquiátrico, como vimos en la maravillosa “Batman: Mansión Arkham”. También la señorita Powers la actual dueña de empresas Wayne, se deja caer por estas páginas con el fin de hacer un acto social y por supuesto está el pobre Alfred.  Un cada vez más triste y oscuro Alfred anhelante de la vuelta de su señor pero que sabe que no puede hacerlo volver para no reabrir sus profundas cicatrices.

En un principio todos los presos ya han sido realojados, pero claro cuando el señor Edward Nigma está en la ecuación toda respuesta es un acertijo. Realmente Nigma ha logrado escapar de su encierro junto a Basil “Clayface” Karlo y a Victor “Mr. Frezze” Fries. Con ellos Tynion vuelve a ejecutar su drama sobre las cicatrices, quieren vengarse de Bruce, porque piensan que gracias a él y a su financiación Batman existe (si supieran la verdad….Nada mejor como tener a un paranoico Nigma para que teja una gran coartada, mejor que la que tú mismo pensaras). Son seres heridos que sólo ven en la venganza y en devolver el daño que han recibido como la forma de estar bien.

Pese a que el dibujo y el plano coloreado no logra impactar tanto como la narración e ideas de Tynion quedan momentos memorables que demuestran lo dura que es la cruzada de Batman con el mal y las cicatrices que deja. El plan de Nigma no puede ser más infalible, pero claro nadie pudo contar con el mayordomo. Si Alfred fue capaz de plantar cara a Superman para proteger el nuevo estatus de Bruce ¿Piensan que se van a detener por tres villanos enmascarados? Así el cazador pasa a ser el cazado y Alfred demuestra que puede limpiar cualquier molestia de la mansión. Y que incluso puede ser un genial weding planner.

Una colección que pese a los giros y las improvisaciones siempre nos deja con ganas de seguir leyendo más. Os espero en nuestro próximo paseo por las calles de Gotham.

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